Capítulo 11

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Ya es jueves. Ayer fui un día muy volátil, me levanto de la cama y el primer recuerdo que viene a mi mente es aquel beso que el intruso y yo casi nos damos, pongo mis dedos en mis labios, la puerta se abre y sufro un susto.

Es él.

-Hola, no quise asustarte, solo vine a buscar -levanta su cepillo dental -dentífrico.

-Sí -le hago un ademan para pase

Aun está en pijama, y puedo ver como los músculos de su espalda se marcan levemente cuando camina. Lo sigo para lavarme los dientes también.

Nos cepillamos en silencio escuchando los autos mañaneros dirigirse a su destino, mayormente al trabajo, pensando en trabajo mi jefe no me ha llamado, al parecer a la Gin le está yendo bien o quizás no.

Él termina de lavarse los dientes y sale del baño, yo me quedo pensando aun en lo de ayer. Hoy es la cita de Pau y Wallas, mi amiga debe de estar nerviosa, así que salgo del baño terminando de lo mío y le envío un mensaje.

Voy hacia la cocina y él está tirado haciendo abdominales y contando del uno al diez, repetitivamente, mirando su celular que esta a su lado en el suelo.

-Si vas a hacer ejercicio puedes olvidarte del celular un momento, ¿no? -digo ya en la cocina preparando el desayuno

-Es una app, una app que me plantea una rutina. -habla después de detenerse. -Y ahora me esta pidiendo más peso. ¿Cuánto pesas?

-120-125 libras, creo -digo echando las fresas en la licuadora.

-Ven.  Me serás suficiente -no sé porque rayos le hago caso, pero salgo y me está esperando para que me coloque en su espalda.

Me subo a su espalda y comienza a subir y a bajar con mucha facilidad, me quedo confundida al darme cuenta de que tiene un pequeño tatuaje detrás de su oreja, es un punto y una coma, me concentro tanto en el que hasta lo toco y él se detiene sentándose en el piso

-lo siento, no quise, me dio curiosidad.

Se queda en silencio mirándome, su cara me da escalofríos sin embargo cuando habla no lo hace de acuerdo con su expresión. Me levanto y me vuelvo a la cocina.

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Estoy chateando con Paula cuando el sale del pasadizo con una pantalón puesto descalzo y sin camisa y con una toalla en el hombro secándose el pelo. Su desayuno está frente al mío.

-¿Me esperabas para empezar a desayunar? -pregunta con una sonrisa muy imbécil en su cara.

-No, hablaba con una amiga. -vuelvo a mi conversación.

Me rio ante algo que dice Pau, tengo la amiga más dramática del universo.

Me acuerdo de la foto que tomé ayer, voy a galería y le muestro a Ryan.

Mira la foto indiferente -¿Para qué me enseñas eso?

-Para que estés informado de tu situación allá fuera, papanatas -digo apagando el celular

-No necesito saber que aun me siguen buscando, lo sé Lauren, solo me debe de importar la situación de aquí dentro mientras tanto. -mueve las manos refiriéndose a mi depa -Y ayer casi te beso.

¿Quire tocar el tema?

Mi corazón se aprieta

-Creo que me estoy volviendo loco. -Mira mis ojos como si yo fuese la culpable.

Juro a quien sea que estoy roja, siento que mis mejillas emanan una sensación que me hacen sentir acalorada.

-No sé para que digo estas cosas -dice pone su mano en su cara -Y hablando del tatuaje es algo de lo cual me arrepiento,  yo salí por un tiempo con una chica, la quería bastante, ella era parte de la pandilla y aun lo es, y era tatuadora, un día íbamos a escapar de esa maldita vida y ella me hizo este tatuaje, -se frota el cuello -diciéndome que era una promesa de que ella cerraríamos una etapa de nuestras vidas y abriríamos otra pero me traicionó. La misma noche del tatuaje.

INTRUSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora