Amigos Con ¿Derechos? [Aristemo]

°4°

—Aristoteles, ¿donde estas? —sollozo un castaño de 11 años buscando a su mejor amigo por toda esa gran casa.

Habían ido a una fiesta por el día de brujas, su primera fiesta de hecho.

Pero en un momento, Temo perdió de vista al rizado y el temor comenzó a invadirlo, solo podía ver a los demás niños pasar, pero no podía ver a ese niño de cabellera rizada vestido de araña.

—¡Ari! —lloro el castaño abrazando sus piernitas contra su pecho.

Miró a todos lados, no lograba verlo por ningún lado, y eso le preocupaba más, le preocupaba que algo le pasara.

—No llores, seguro él también te está buscando —dijo una niña vestida de brujita.

—Lo encontraremos, ya veras —dijo otro niño, vestido como pirata mientras lo abrazaba.

—Pero...—se quedo callado al ver a lo lejos a un niño vestido de araña buscando algo con la mirada— ¡Ari! —grito y corrió hacia él.

—¡Temo! Pensé que te habías perdido —soltó una risita burlona que se esfumó en cuanto escucho como el más bajo lloraba contra su pecho.

—¡No te vuelvas a ir!, ¡me asuste y pensé que te habías ido sin mi! —se aferro más fuerte a su abrazo.

—Te prometo que nunca te voy a dejar solo —recargo su cabeza sobre la de Temo por el evidente contraste de tamaños, abrazándolo también.

Ari, miro a los niños frente a él y les sonrió.

—Temo estaba asustado por tu culpa, idiota —lo golpeó Yolotl, vestida de brujita— ¿Como se te ocurre hacer llorar a un solecito?

—Si Aristoteles ¿como se te ocurre? —dijo el otro niño.

—Estaba buscando el baño y me perdí —se defendió.

—No lo encontré, pero... Oh, aquí esta —sonrió otra niña vestida de princesa.

—Gracias Carlota, pero ya llego el pelos de maruchan.

—Yolanda, soy tu tío, respetame —dijo Aristoteles frunciendo el ceño y Yolo, solo sonrió.

—Ya mejor voy a llamar a pancho para que venga por nosotros. —Indicó Diego sacando el celular que le presto su madre para cuando quisieran regresar a casa.

—Diego, por favor no le digas nada sobre lo que paso —Rogó Temo.

—Claro.

[....]

Después de que pancho los recogiera de la fiesta, hicieron una pijamada en el departamento de arriba donde vivía Aristoteles.

Y polita les dio de cenar.

—¿Como les fue? ¿Se divirtieron? —preguntó sirviendo leche en el vaso de cada niño.

—Si Polita, estuvo muy divertido incluso la parte donde Aristóteles se perdió —habló Diego, como si nada.

—¿Cómo así que se perdió? —preguntó alzando la ceja.

Diego miró a los demás quienes le hacían señas de que se callara.

—Ahh, si, se-se perdió de... El show de magia, sí, jaja es que le dieron ganas de ir al baño y se perdió de los trucos —sonrió forzadamente esperando que Polita lo creyera.

No muy convencida asintió creyendo en los niños.

—Bueno, menos mal, ya me habían asustado, ahora terminen su cena y vayan a dormir —los niños asintieron he hicieron lo que Polita les dijo.

Todos salió bien al final, y Temo durmió cómodo en su pijama de ositos al lado de su amigo el rizado.

Atte: Queen