7

3.1K 235 87
                                    

Advertencia: contenido explícito, si no te guata no lo leas wey, no se que chingados haces aquí :3.

Este es el primer y último aviso, porque pues..... Yo avise desde el inicio.









Ari.








Si seré imbecil, el no tenía por qué saber eso.

Ahora tal vez piensa que soy un maldito urgido........ Bueno, si lo soy, pero vamos. Cualquier persona que no ha tenido sexo por seis meses, es un urgido.

Puse mis manos en mi cabello, tirando de él.

—No me harás daño, se que no lo harías —dijo intentando acercarse.

—Nunca lo haría, pero tengo miedo de perder el control.

—¿Recuerdas la primera vez que te emborrachaste? —asentí con la cabeza sin dejar de observar como se acercaba de forma lenta intentando que no me alejara— pues... Ese día casi me golpean cuando fui por ti a ese bar..... Tú, aun estando borracho, corriste a defenderme y ni siquiera podías ponerte de pie solo.

—No recuerdo la mitad de lo que acabas de decir —sonreí.

—No importa, yo si recuerdo perfectamente. Me defendiste aún sin estar en tus cinco sentidos, y por eso se que nunca me harías daño, aún perdiendo el control.

Se lanzó a abrazarme ya estando lo suficientemente cerca. Tome su cintura abrazando su pequeño cuerpo enterrando mi rostro en su cuello.

—¿Puedo besarte otra vez? —pregunté cuando nos separamos un poco.

Asintió con una linda sonrisa. Acerque mis labios a los suyos uniendo los en un beso rápido y algo desesperado, pero siempre tratando de hacerlo dulce y bonito.

Sus besos eran algo, de lo que nunca me voy a olvidar, son suaves y a la vez tiene un sabor a pasta dental y fresa, no se ni como explicarlo. Movía sus labios como todo un profesional, considerado que es inexperto en este tema.

Continuamos el beso por un largo rato, sentía mis labios hinchados. Ni cuenta me di cuando llegamos al sillón o en que momento estábamos sentados en el si de pegar nuestros labios.

Pose mis manos en la cintura de Temo, haciendo que se sentará a horcajadas sobre mi, sus manos pasaban por mi pecho y espalda, ocasionalmente se enredaban en mi cabello.

—Ari —jadeo contra mis labios cuando apreté su trasero grande y esponjoso. Ahora si entiendo a los chicos de la fiesta.

Temo, tiene un tracero envidiable que hasta debería ser ilegal que se ponga esos pantalones, lastima que ahora trae puesta la pijama.

Baje mis besos por su mejilla hasta llegar a su clavícula, lami y succióne la piel de su cuello, escuchando como sus jadeos salían de su linda boquita.

—Ahh Ari —gimió en mi oído.

En ese momento, regrese a la realidad. Temo y yo somos amigos desde que tengo uso de razón, no quiero que eso se termine solo por mi necesidad de tener sexo.

Me aleje un poco.

—No creo que sea buena idea —dije con dificultad por el iré faltante en mis pulmones.

—Tu amigo de aquí abajo no dice eso —sonrió burlón, y tiene razón, ya comenzaba a tener una erección.

—No me refiero a eso.

Temo bajo la vista y se quedó callado unos momentos, después me miro con una sonrisa cómplice.

—Tu quieres tener sexo, yo quiero dejar de tener miedo a ser virgen, así que........ Hazlo conmigo y así ambos ganamos.

Amigos Con ¿Derechos? [Aristemo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora