Amigos Con ¿Derechos? [Aristemo]

Prólogo.

Una parte de su corazón le decía que lo que hacían estaba mal, pero otra le decía que quería más, más de eso, más de Aristoteles.

La atmósfera en la habitación era caliente. Sólo se escuchaban los gemidos de ambos chicos y sus pieles chocando entre sí.

— Ah, Ari... Mas~ —Rogó.

Sus manos se deslizaban por la espalda del cuerpo sobre él dejando marcas de arañazos por todos lados.

Él rizado gruñó al sentir las uñas de Cuauhtémoc, enterrandose en su espalda, no sabía como es que llegaron a esa cama, pero no quería salir de ella.

— ¿Más qué? —preguntó, mientras pasaba una de sus manos a la ereccion palpitante del castaño, masturbando al ritmo de sus embestidas.

Temo, tal vez no podía responder por el gran placer que estaba sintiendo, pero si podía escuchar perfectamente todo lo que Ari le decía.

—Más, ¡dame más! —Demando el castaño.

Aristóteles lo tomó de las caderas, saliendo de él. Le dio la vuelta dejándolo en cuatro, volvió a entrar, pero está vez sin cuidado.

Sus cabellos rizados se pegaban a su frente por la capa de sudor. Corrientes eléctricas pasaban por sus cuerpos.

Temo, sintió como su orgasmo se acercaba, al igual que Aristóteles sentía el de él.

Aceleró sus embestidas mientras se corría en el preservativo, y Cuauhtémoc se corrió en su mano y parte de sus pechos.

Se acomodaron como normalmente hacían, Aristóteles en el pecho del castaño, pues le gustaba sentir su respiración y eso lo ayuda a dormir.

Había sido otra noche de sentimientos extraños para el de rizos, porque ahora no estaba seguro de que solo sintiera una amistad hacia su mejor amigo.

Ambos acordaron no sentir nada el uno por el otro y después de todo, solo fue sexo sin sentimiento, sexo de amigos con derechos.

Atte:Queen