Día 3: Durmiendo

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Sus ojos oscuros se movían de arriba a abajo mientras veía las gotas caer con lentitud.
Hoy estaba lloviendo; y era probable que ningún cliente se asomara a la oficina por el fatídico y triste día que hacía afuera.

Suspiró, aburrido. Torció la boca y acomodó mejor sus piernas largas en torno a la silla giratoria que le sostenía el cuerpo, sentado justo enfrente de la ventana.

Mob tal vez tampoco vendría, pensó con pesadez. Si seguía la lluvia era probable que tampoco tuviera prácticas de ejercicio físico después de clases y se fuera directamente a su casa, junto a su hermano que le negaría rotundamente asistir a trabajar ese día.

Lentamente sus ojos comenzaron a cerrarse con facilidad. Estaba tan cansado esos últimos días; las preocupaciones típicas de un adulto en un mundo solitario le cobraban factura por las noches: pronto se le iba a vencer la renta que él pagaba puntualmente. Además, necesitaba ir de compras para la comida en su apartamento. Los clientes que llegaban eran pocos y no tenía otra entrada de dinero seguro mas que el encargo que realizaría dentro de dos días.

Maldita sea, la cabeza le estaba comenzando a doler ya.

Cerró sus ojos finalmente, dejándose llevar por el tenue susurro de la lluvia salpicando la ventana cerrada. No supo ni dónde había dejado el celular pero poco le importó, estaba demasiado cansado, y se quedó profundamente dormido.

- 🌻-

- Ekubo, necesito que me hagas un favor...- le habló el pelinegro al espectro, notando que este asentía ligeramente, así que continuó-: ve a decirle a Ritsu que si tendré práctica de físicoculturismo, y que lo veré en casa hasta al rato- pidió de forma amable, sabiendo ahora que tenía que ser más suave con el fantasma verde-, y si te pregunta si iré a trabajar, dile que no-.

- Entiendo, vas a ir a ver a Reigen en su lugar-

- Si, últimamente he estado sintiendo emociones que antes no, y quisiera que él me ayudara a controlar la situación en caso de que yo... Estalle- musitó, con seriedad.

- Shigeo...- llamó inseguro el espectro-; él no es un psíquico de verdad...- Recalcó, buscando indicios de decepción en la cara del niño.

- Lo sé, pero... Yo confío en él- Sonrió con inocencia y miró los ojos negros del espectro- y también en tí, así que dile a Ritsu lo que te pedí, porfavor, Ekubo-.

El otro rodó los ojos, y poniendo una mueca que no iba acorde a sus mejillas intensamente rojas, asintió mientras se iba quejando de algo sobre los mensajeros y otras cosas más.
Shigeo lo siguió con la mirada sonriendo agradecido. Sin embargo, apenas Ekubo desapareció de su vista, salió corriendo hacia la oficina de su mentor.

La lluvia no le tocaba, una ligera capa brillosa le protegía y le mantenía seco, sintiéndose un poquito mal debido a que estaba aprovechando sus poderes para algo tan simple, pero haciendo su recorrido menos largo y más fácil. Era totalmente necesario, pues desde el día anterior, cuando se había ido con el rubio directo a su casa, sentía una inmensa necesidad de estar a su lado. Apenas Reigen se despidió de él con su mano derecha, caminando en sentido contrario a la puerta de su casa, Shigeo no pudo controlar sus poderes y detuvo al falso psíquico, tomándolo de la mano con telequinesis.

El mayor se había sorprendido,  sonriéndole de una forma amable a Mob, le preguntó si quería decirle algo importante. El niño negó enseguida, sonrojándose de vergüenza sin ser capaz de pronunciar una palabra.

30 Days OTP challenge [ReiMob] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora