En la nohe...
Ya había llegado la hora del banquete y las voces de los invitados se escuchaban en el vestíbulo. Me puse un vestido azul oscuro de mangas largas y falda blanca de volantes. Peiné mi cabello y lo coloqué de lado, después de mirarme varias veces en el espejo comprobando que estaba bien, bajé al vestíbulo y me dirigí al salón en donde se haría el banquete.
—¡Vaya con que ahora le gustan las mayores!— decía Lau de forma burlona. Un chino comerciante de sucursal acompañado de su hermana Ran-Mao .
— Amm.. no.. no creo— respondí apenada.
—Que tal si te pones uno de los vestidos de mi compañía, al conde le gustaría que le modelaras a él— volvió a decir el chino burlándose.
—¡Deja de decir tonterias!!— le gritó Ciel algo molesto y sonrojado, su ceja izquierda se movía como si le fuera a dar un tic. —Yo me iré a mi alcoba, ustedes disfruten del banquete— .
—Pensándolo bien, esto no es para mi— dije mirando a los invitados disfrutar de la bebida.
—Aah... una pequeña excusa para irse a "dormir"— dijo Lau haciendo comillas con sus dedos en la última palabra. Ciel le fulminó con la mirada y Lau rió.
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—¿No te gustó el banquete?— me preguntó mientras caminábamos por el pasillo.
—La comida estaba rica, pero suelo dormir temprano— .
—Por sierto, ¿De qué te desmayaste ayer?— . Me preguntó una vez nos detuvimos frente a su alcoba.
—De nada.. — respondí cabizbaja. Algo me decía que debía decirselo pero tenía miedo de lo que podía pasar.
—¡Cuentamelo!— dijo acorralandome contra la pared. Me daba risa como un enano como él intentaba verse rudo por lo que no pude contener la risa.
— ¿Te burlas de mi?—.
— Claro que no!. Es solo... —
— ¿Es solo qué..?— .
— No se si pueda confiar en ti. La razón es algo delicada y no se cuales pueden ser las— ... *Fueron interrumpidos por Sebastian quien buscaba al joven amo con una charola con té en su mano enontrando a su amo pegando hacia la pared a la joven huesped*.
—Vaya, así que Lau tenia razón— agregó este con una mirada y sonrisa pícara haciendo que me incomodara ante esa expresión. No me podía imaginar a mi padre diciendo eso, sin embargo, aunque sea el mismo cuerpo, su voz, sus ojos y sus raras expresiones no lo hacían el mismo ante mis ojos.
—No estabamos hacinedo nada — refunfuñaba el conde entrando a su habitación y en pasos rápidos me dirigí a la mía sintiendo la mirada fija del mayordomo clavada en mi espalda mientras me alejaba del pasillo.
Un rato después las voces y risas de los invitados ya no se escuchaba. La lluvia y los truenos no parecían acabar nunca; me quité el incomodo vestido y los zapatos quedándome solo con mis camisón de dormir y me lancé a la cama y cuando por fin creía haber consiliado el sueño, llamaron a la puerta.
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.— ¿Puedo pasar?— . Mis mejillas ardian un poco al ver a Ciel parado en la puerta con un camisón no igual que el mio y esta vez llevaba un parche blanco.
— Cl-Claro— respondí algo nerviosa serrando la puerta tras de él. Ciel se sentó frente a la chimenea la cual estaba encendida y con palmaditas en el suelo me indicó que me sentara a su lado.
—Charles Grey me dijo que tu casa ya está arreglada y amueblada así que podrás mudarte cuando quieras — sonreí ampliamente ante esa buena noticia, pero mi sonrisa fue desvaneciendo poco a poco cuando en su tono sentí que faltaba algo más y no sería nada bueno.
— Lo malo es que tu tia... falleció— dijo en un audible susurro dando una pequeña pausa.
Me quedé fría cuando me dijo eso, intenté contener las lágrimas pero era inútil, ellas salían sin control llenando mis castaños ojos y un nudo se hacía en mi garganta. Ciel me abrazaba en forma de consuelo pero eso hacía que llorara aún más.
—Lo he perdido todo — lloraba correspondiendo a su abrazo. — Ya no tengo nada Ciel— . Un fuerte dolor oprimia mi pecho, enterrando mi rostro en su cuello y apretando su camisón sollozaba sin parar mientras que Ciel me apretaba hacia él.
—Yo tampoco tengo nada... perdí a mis padres y a una tía— sollozando Ciel dijo con los ojos cristalizados y sin poder evitarlo sus ojos se cristalizaron.
—Perdí a mis padres... —
— Mi casa ... —
— ...Y a mi tía — dijimos los dos al unísono. Ciel rompió el abrazo y me miró con los ojos abiertos como si su pasado concordaba con el mio.
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.Un rato después ....
—¿Dijiste que un demonio se metió en el cuerpo de tu padre?— me preguntó tras haber escuchado mi historia. Yo solo le asentí con la cabeza.
— ¿Y quién es?— Otra vez mis ojos empezaron a cristalizarse con ganas de volver a derramar lágrimas.
— Tranquila, todo estará bien— dijo secando mis lágrimas. —Sebastián y yo te podemos ayudar a encontrarlo —.
—¡No lo entiendes!?.. Él es mi padre Ciel! Todo eso ocurrió en este lugar!—.
Ciel se me quedó mirando con los ojos y la boca abierta.
— Eso si que no me lo esperaba —
ೋღ 🌹ღೋ
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Alma Vendida
FanfictionUn joven común de 28 años vivia en las afueras de Londres junto a su amada esposa y su pequeña y hermosa hijita que por tan solo un simple sueño un tanto extraño les fue arrebatada la vida dejando a su pequeña hija practicamente sola. ¿Que pasará c...