—Pueden quedarse esta noche e irse mañana, si quieren— decía Ciel observando que recogía los vestidos hechos por parte del mayordomo. Por un momento dudaba si llevarmelos o no. No quería nada por parte de ese demonio, pero los vestidos y los zapatos eran hermosos.
—Muchas gracias conde — respondió Betty con una sonrisa. —Pero me gustaría ver la gratitud hecha por la Reina— le dijo para que no se sientiera mal ni sospechara que era por otras razones.
—Él ya sabe todo — respondí. Mi tía me dio una mirada.
—No se preocupe, yo las ayudaré— respondió el joven en un audible susurro.
—Eso también te veneficia. Visitanos mañana para más detalles, pero .. intenta ir tú solo— . Sin más que decir, Tanaka tocó la puerta avisándonos que la carroza estaría lista y tomando mi maleta, nos dirigimos a ella.
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.—Muchas gracias por todo Ciel— me despedía de él desde afuera de la ventana de su carroza.
—Es todo un placer, mañana vendré después de comer—.
—¡¡Leslieee!!! — otra vez la voz chillante del Principe Soma.
—¿Él sabe dónde vives? — preguntó celoso el ojiazul.
—Si. Los conocí en la calle dando curri a los niños — respondió la morena notando sus celos cosa que le pareció adorable.
— ¡Vaya tu casa está hermosa! —.
—Le traimos esta cesta a tu tía — decía Agni.
—Ella está dentro, pueden entrar — *les respondió Lyly con el fin de que la dejaran a solas con Ciel y así fue. Esta sonrió y tomándolo de sus mejillas le plantó un beso de despedida al conde el cual correspondió sujetando sus manos.*
—Nos vemos mañana entonces — *Ciel le devolvió el beso sin querer despegarse de ella. Ambos rieron y esta entró a la casa una vez que se alejó la carroza.*
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.—Le estabamos explicando a tu tía que estás guardada por una diosa hindú — me decía Agni mientras me sentaba frente a ellos en el sofá.
— Aunque no nos acordamos de sus nombres — dijo pensativo.—Y yo tampoco me acordaba de ustedes— decía Sebastian apareciendo de repente en la sala.
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.—¿En dónde diablos está Sebastian? — preguntaba el conde enojado al ver que su mayordomo no estaba en ninguna parte.
—Pues yo pensaba que él se había ido con usted a llevar a la señorita Leslie — respondió Mey-Rin.
—Noo, yo me fui con.. *el conde abrió los ojos como dos platos recordando lo que Lyly le había dicho antes*
... Tanaka— ..
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.—¿Qué haces tú aquí?— *dijo Betty escondiendo a Leslie detrás de ella asustada*.
—¿Qué ocurre? — preguntaron los hindues extrañados al ver los ojos demoniacos de Sebastián que este, en un abrir y cerrar de ojos , se encontraba tomando a tia Betty del cuello.
Agni desató su brazo vendado y comenzó a luchar con Sebastian cosa que no era fácil para él puesto que solo era un simple humano.— ¡¡Agni!! ¡Intenta tomarlo de los brazos para ponerle el collar!!—. El moreno no sabía de qué se trataba pero así lo intentaba recibiendo varios golpes por parte del carmesí.
Soma, al ver que su mayordomo perdía, tomó un jarrón que estaba en una mesita y se la lanzó con el fin de darle a Sebastián pero acabó dejando inconsciente a su mayordomo.
—¡¡Agnii!!— gritaba Soma. Sebastian se dio la vuelta con una sonrisa malvada y antes de que lo atacara, Ciel llegó justo a tiempo para detenerlo. Las morenas aprovecharon la cituación y tomándolo de los brazos, Leslie le colocó el colgante con rapidez. Éste empezaba a trasmitir una luz azul segadora impidiendo que los demás puedan ver.
Sebastian cayó al suelo incosciente.
—¿Qué paso? ¿No funcionó?— preguntaba Lyly con los ojos llorosos.
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.Kendall Thompson se encontraba en una habitación vacía y oscura mirando hacia todos lados sin lograr ver absolutamente nada. Lo único que sus azulados ojos alcanzaban ver era su cinematic record mostrbn sus preciados recuerdos junto a su familia.
—¿Donde estoy ahora? — se preguntaba el joven en voz alta.
—Ese estupido collar no funcionará. Tu cuerpo es mío ahora— le decía una voz grave detrás de él. Una nube oscura lo rodeaba sintiendo su cuerpo pesado dificultando que se moviera.
— ¡¡Yo a ti no te pertenezco!! ¡¡Vete a molestar a otra parte!! — decía Kendall intentado moverse con el fin de escapar de esa niebla; Poco a poco lo conseguía.
—Tu hija es feliz con otra persona— le mentía el demonio. La cinta iba mostrando los momentos divertidos que tuvo junto a Leslie.
— ¡¡Mi hija no es feliz sin mi!!— le gritaba Kendall moviendose más.
—¡Tu esposa te fue infiel!— le volvió a gritar el demonio.
— ¡¡Ese imbecil la mató porque no le quiso hacer caso!! — Kendall grito con más fuerza acercando su mano al Cinematic Record la cual parecía adentrarse en éste.
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.— ¿Papá!? — susurraba Lyly decepcionada al ver que el cuerpo de su padre no reaccionaba. Ciel se abrazó a si mismo tras sentir escalofríos en su piel. Y por otra parte, Agni recuperaba el conocimiento y una ves puesto en pie se pusieron en guardia al ver que el mayordomo se movía.
El azabache se sentaba en el suelo tocando su cabeza por el dolor.
—¿Qué pasó? — fue lo primero que preguntó al ver a aquellas personas descocidas para él. Sus ojos se tornaron azules, su cabello seguía largo pero su voz era menos grave que la del demonio. Aparte que la expresión seria y siniestra de "Sebastian" cambiaba a una alegre y más calmado.
—¿K-Kendall? —.
— ¡¡Barbara!! — gritó este lanzándose hacia la pelicastaña con alegría.
— ¡¡Estoy vivo!! ¡¡Estoy vivo!! —decía con alegría alzandola en los aires.—Mira quien esta ahí! — dijo Betty señalando a su sobrina. Kendall se quedó mirando a la joven dudoso de adivinar de quien se trataba.
— ¿Leslie? — dijo mirándola de arriba a abajo.
— ¡¡Papaaa!! — . Llorando, la morena se lanzó hacia él en un fuerte abrazo. Los demás observaban la escena con ternura y ganas de llorar.
—Veo que han pasado muchos años — dijo refiriéndose a su tamaño. — ¿Y ellos quienes son? —
— Bueno este demonio trabajaba como mayordomo para él — respondí señalando a Ciel.
— Soy el conde Ciel Phantomhive, mucho gusto — dijo apretandole la mano. — ¿Me permite.?.. — Ciel retiró poco a poco el guante de su mano izquierda observando que solo había una mano blanca con uñas normales al contrario de Sebastián.
— ¡Se ha roto el contrato! — dijo Lyly retirando el parche de su ojo izquierdo dejando a la vista un simple ojo color azul y pestañas largas.
— Eso quiere dejar dicho que no vas a morir — le sonrió Kendall diciendo.
— ¡¡¡Ciel!!! — gritó Soma lanzándose encima de él con los ojos llorosos.
— ¿Y ese? ¿Es tu novio? —.
—No papá, solo somos amigos — respondio ella dándole otro abrazo a su padre.
— ¿Amigos? — se repetía Ciel en la cabeza.
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Alma Vendida
FanfictionUn joven común de 28 años vivia en las afueras de Londres junto a su amada esposa y su pequeña y hermosa hijita que por tan solo un simple sueño un tanto extraño les fue arrebatada la vida dejando a su pequeña hija practicamente sola. ¿Que pasará c...