18. Sueño vs realidad (1/2)

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JONGHYUN'S POV

Escuché un golpeteo mientras miraba las llamas de la chimenea.

— Jefe, ¿puedo entrar? — preguntó la voz de Jongin del otro lado de la puerta, normalmente entraba sin permiso ya que era una persona de confianza, pero mi estado irascible en el último mes le hacían ser cauteloso, aunque no tuviera necesidad de serlo. Él era el segundo al mando en mi burdel, fue quien estuvo a cargo en aquellos fatídicos días donde mi vida cambió tan radicalmente.

— Adelante... — dije con la voz seca.

Entró en el despacho trayendo bajo su brazo el libro de contabilidad. Habíamos concertado que también fuera él quien llevara las finanzas, ganaba bien, porque aparte de lo que se hacía con los clientes, tenía su sueldo como mi segundo administrador.

— ¿Qué? — le increpé cuando noté que me miraba de reojo y por más tiempo del normal, jamás me había gustado que alguien me mirara tan fijamente, como si quisiera ver debajo de mi piel. Eso solo se lo había permitido a una persona.

— ¿Se siente bien? — me preguntó algo preocupado. Con él había estado desde el principio de todo. Aunque sabía que yo había hecho lo imposible por evitarlo, me conocía mucho mejor que las demás personas... desgraciadamente a él no podía mentirle, me pasaba lo mismo con el señor Kim... me dolía mentir a gente que parecía realmente sincera.

— No, no me siento bien... — admití.

Seguramente él había notado la expresión austera, muerta y enfermiza de mi cara, las ojeras que seguramente tendría, mi aspecto desmejorado.

Mi vida se había ido a la mierda. Pasaba las noches sin dormir por estar pensando en él, ocupaba todos mis pensamientos coherentes e incoherentes, los lujuriosos como los puros, mi cabeza rondaba en los recuerdos de Kibum, en sus gemidos, su risa, su piel, su olor característico, sus ojos curiosos, su todo...

Estaba loco y lo sabía, tanto así que me pareció verlo ahí, frente a mí, riendo de mi desgracia, pero hasta su risa de burla era encantadora. Cada vez que lo recordaba, un calor insoportable inundaba mi pecho, me ahogaba la garganta...lo deseaba aún. Esto nacía de otra realidad, mucho más inocente y pura, pero igual de ensarzante, igual de quemante y que había aceptado tiempo atrás, me había enamorado obsesivamente de Kim Kibum y cada segundo que pasaba sin él, era como si con unas pinzas alguien arrancara cada pedazo de mi dolorosa alma.

— ¿Hay algo que pueda hacer por usted? — me preguntó Jongin intentando hacerme el dolor más llevadero, mientras yo ignoraba lo que mis ojos debían estar dejando translucir en ese momento.

— No, pero... gracias

— Es por un chico, ¿verdad? — añadió él. Demonios. Era demasiado perceptivo... lo miré molesto porque lo había adivinado sin haberle dado información significativa, pero no podía negarlo, sí era por un chico, el más maravilloso que Dios había creado, el único que era capaz de dejarme en este estado lamentable.

— Sí... — acepté con resignación.

— ¿El chico del contrato?

— ¿Me vas a someter al interrogatorio de las veinte preguntas? — espeté groseramente.

— No, jamás le faltaría al respeto, solo pensé que debía hablar de eso, tal vez para hacerlo menos doloroso... — añadió con filosofía.

¿Qué era aquella extraña marea de sensaciones que tenía en mi pecho? Por un instante deseé ser un niño para poder echarme a llorar sin sentir vergüenza. Nunca había confiado en alguien. Sin pensarlo, comencé a desbocarme y a contarle todo lo que había pasado desde que puse un pie en casa de Key. Sorprendentemente, me escuchó atento, como si fuera un relato que valiera la pena oír de mis labios, su atención me obligó a seguir aunque no lo sintiera realmente como una obligación. Le hablé de Key, de su risa, del modo en que él había desconfiado de mí a pesar de haber dicho que me amaba y el apasionado y silencioso modo en que lo había amado yo. Cuando terminé, escondí mi rostro entre mis brazos extendidos, confesando la peor de mis verdades.

CITA DE BODA    [Jongkey]     [EN REVISIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora