#7

973 91 16
                                    

– ¿A donde vamos, Papá? —Preguntó Peter caminando por la ciudad agarrando la mano de Tony, este miraba las vitrinas y el ambiente que albergaban las tiendas— Es muy temprano y dejamos a Papi solo.

– Hoy es su cumpleaños —Tony se detuvo y se agachó hasta la altura de Peter, le agarró las mejillas y le depositó un beso en su frente— ¿Quieres prepararle algo verdad? Es nuestra oportunidad.

– ¡Si! ¡Vamos a darle el mejor regalo a Papi!

Tony sonrió y siguió caminando con su hijo, tomándolo fuertemente por su mano para no perderlo en el bullicio de gente por ser ese día.

Que su esposo cumpliera años el 4 de Julio era algo irónico. Muchas personas se sorprendían y decían que Steve aparentaba ser un héroe que daría todo por su nación. Steve solo reía y negaba, aunque Tony se lo llegó a comentar y él solo le sonrió antes de sonrojarse.

Siguieron caminando y pasando por distintas tiendas, Peter señalaba emocionado los comercios de dulces y decoraciones así que no le quedaba de otra que comprar todo lo que su niño quisiera. Globos, serpentina, gorros de fiesta, velas y confeti era lo que llenaba las dos bolsas que cargaban.

Pasaron algunos minutos en los que Peter se quejó de haber dejado solo a Steve y que despertaría sin verlos, Tony sintió culpa pero era por una buena causa. Pretextos. Así que de la manera más amable le explicó calmado y sonriente a su hijo la buena acción que estaban haciendo. Sorprendentemente convenció a su hijo que terminó por sonreír de nuevo.

Descansando en un parque sintió su teléfono vibrar, un número desconocido, le pidió a su hijo que tomará su helado y que no se lo comiera en lo que contestaba. Este le sonrió "inocentemente" y asintió. Estaba seguro de que se lo comería.

– Estas hablando con el esposo de Steve Rogers ¿Qué desea? —Un risa ahogada se dejó escuchar por parte de Peter, se volteó e hizo un puchero—

– Eso me lo dijiste desde que conociste a Steve así que no era necesario —Reconocía esa voz, suspiró y un silencio se instaló—

– Barnes.

– Stark.

– Habla rápido ¿Qué quieres?

– Saber donde estas, Steve llegó preocupado a mi apartamento, al parecer despertó y no te sintió a su lado así que creyó que estabas en el baño pero no fue así —Tony negó y una sonrisa pequeña se instaló en su rostro, Steve se preocupaba mucho pero lo entendía, no le había avisado— Así que me dio tu número y me pidió que te marcara.

– ¿Está ahí contigo?

– En mi apartamento si pero ahora está en la cocina sirviéndose toda mi agua, ¿Quieres que le diga que tienes un amante y te fuiste a vivir con él y con tu hijo?

– A veces nos entendemos muy bien, mi querido Barnes.

– "Mi querido Barnes" suena horrible pero lo aceptó, esta bien eso le comentaré, pero como no me creerá ¿Qué le digo?

– Qué estamos bien y que no se preocupe, esto me dolerá en mi ego pero necesito que me hagas un favor.

– A tus órdenes, se que es su cumpleaños así que me hago una idea de lo que estés haciendo ¿Quieres que lo entretenga?

– ...

– Lo sabía, bueno haré lo que pueda, cuida a mi sobrino y cuídate igual. Nos vemos.

Tony colgó y volteó hacia su hijo, como supuso Peter se estaba comiendo su helado, se quedaron viendo durante algunos segundos, Tony terminó sonriéndole regalándole su helado y siguieron caminando y comprando.

Storgé  (Cancelada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora