#4

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– ¡Papá! —Bajándose de una silla Peter corrió desde la cocina hasta la sala, vio a su papá parado en la puerta con un maletín en sus brazos, Tony al verlo dejó caer el maletín y extendió los brazos hasta su hijo— ¡Si llegaste!

– Pensé que te quedarías a trabajar más tiempo, T'Challa me habló y me dijo que tenían una reunión —Steve salió de la cocina limpiándose los brazos con una pequeña toalla— Aunque no me desagrada tenerte todo el día y lo sabes.

– ¿Acaso mi amado esposo solo me dará sermón de esposa abandonada y no un beso? —Steve sonrió bobamente, dejó la toalla en el sillón y se apresuró a llegar hasta Tony dándole un beso corto y dulce en los labios— Me agrada más esta idea.

– ¿Qué es el sermón de esposa abandonada, Papá? —Peter, que aún se encontraba en los brazos de Tony preguntó inocente mirando a Steve y Tony—

– No te atrevas, Tony —Steve sonrió y depositó un beso en la frente de Peter— Anda ve a tu habitación y vístete, es tu fiesta, recuerda que debemos de llegar antes que todos para preparar las cosas.

– ¡Si, Papi! —Tony bajó a Peter de sus brazos y vieron cómo corrió escaleras arriba hacia su cuarto—

– Mi bebé está creciendo, ya cuatro años, el tiempo está pasando muy rápido, me siento más viejo —Tony puso su mano derecha en su frente y la izquierda en su cintura— Tu sigues viéndote joven Steve y mírame a mi...

– Aún así sigues viéndote muy guapo —Steve se acercó a paso lento, quitó la mano de Tony para tomarlo por la cintura y acercarlo a él— Pero no me importa como te veas, te seguiré amando.

– Sabes que yo igual te seguiré amando —Tony dejó caer su cabeza en el pecho de Steve antes de separarse de él— Así como Peter se está vistiendo nosotros debemos de hacer lo mismo.

– Si los dos vamos subiendo las escaleras nos tardaremos más, ahorraré tiempo —Steve volvió a tomar a Tony por la cintura para cargarlo al estilo princesa— ¡Llegaremos más rápido a nuestra habitación!

– ¡Bájame, Steve! ¡Habló en serio! ¡Me haces cosquillas!

Entre risas Steve subió rápido las escaleras hacia su habitación para que ambos se vistieran, no contaban con que Peter los escuchara y saliera corriendo de su cuarto para dirigirse al suyo, se abalanzó hacia sus padres, rieron ante la escena de Tony cayéndose de la cama cosa que Steve causó al hacerle cosquillas y este girara, Peter gateó hasta la esquina y se aventó hacia Tony que solo logró articular unas palabras mezcladas con risas y un poco de dolor.

Realmente era una de los mejores días para los tres.

~*~

Peter ya vestido bajo corriendo las escaleras, después de todo lo ocurrido hace un rato decidieron apurarse y vestirse rápidamente para que llegarán a tiempo.

Tony lo regaño por bajar sin cuidado las escaleras pero suavizó su tono al ver que Peter no le prestaba atención y solo mostraba su magnífico traje, una fiesta de superhéroes no era algo extraño, lo extraño es que Peter decidió pedir un traje color rojo con azul y con una araña en medio, a ambos se les hizo realmente extraño más cuando sabían que a su hijo le desagradaban las arañas.

A pesar de que Peter les había pedido que usaran un disfraz decidieron que no se disfrazarían pues si algo llegaba a ocurrir no tendrían la oportunidad de correr o actuar con el disfraz puesto, a pesar de eso Steve usaba un traje azul con una estrella en el pecho, bastante cómodo a decir verdad, Tony usaba uno de sus típicos trajes con unas gafas de cristal morado y un guante color rojo –diseñado por Peter–.

Los tres salieron de la casa con el tiempo encima, aún cuando debían de estar media hora antes para supervisar que toda la decoración estuviera perfecta, el tiempo que habían pasado jugando y disfrutando los distrajeron de lo que realmente debían de hacer.

– Peter debes de calmarte, abróchate el cinturón, perfecto, Steve tu igual, eres el conductor así que no me hagas esa cara, ahora que ya estamos puedes comenzar a manejar.

– Tony, está bien que te preocupes por nosotros pero debes de calmarte, se que vamos tarde pero Peter está emocionado.

– ¡Vamos por una hamburguesa! —Peter sentado atrás gritó cuando Steve se detuvo en un semáforo rojo— ¡Papá dile a Papi que queremos una hamburguesa!

Steve miró a su hijo con una sonrisa nerviosa en su rostro, realmente se parecía a Tony, ante el pensamiento Steve miró a su esposo que también miraba a su hijo con un brillo especial en sus ojos, sonrió enternecido y se dirigió al restaurante de comida rápida más cercano que había, a unas dos cuadras de donde estaban ellos.

Si llegarían tarde a la fiesta de su propio hijo tendría que haber una excusa buena, esta era perfecta.

Después de ir por hamburguesas Steve se dirigió lo más rápido que pudo hacia la fiesta, faltaban 10 minutos, los niños y sus padres ya deberían de estar ahí, no todos pero la mayoría.

Llegaron a su destino estacionándose y bajándose rápidamente, cómo Steve suponía la mayoría de los invitados ya estaban ahí, miró a Tony que traía cargando a Peter, ambos se veían aliviados y bastante calmados, Steve se relajó un poco y terminó sonriendo para saludar a los invitados.

Pasados varios minutos los amigos de Peter se encontraban jugando en un brincolín, algunos comían y otros se mantenían sentados, todos disfrazados, Tony miró la escena y sonrió para sí mismo, de verdad disfrutaba ver a su hijo divertirse, Steve que estaba mirando a Tony también sonrió y tomó la mano de su esposo.

Era algo hermoso ver a tu hijo crecer y divertirse, ambos sabían que lo atesorarían para siempre.

Storgé  (Cancelada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora