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Un día normal de clases para los niños, un día bastante significativo para Peter, un día donde quería ser reconocido como un inventor, aunque fuera muy joven. Movía sus pequeños pies de un lado a otro, estaba más que nervioso por la cantidad de gente ahí presente. Wade se encontraba recargado en el barandal del edificio donde se impartían las clases, lamentablemente no podía estar junto a su amigo en ese momento ya que solo los participantes podían entrar, sonrió y agitó su mano cuando Peter volteó y levantó el pulgar mientras sonreía. Ambos niños eran cariñosos uno con el otro.

Peter despegó su mirada de Wade para buscar a su papá Tony, el concurso iba a dar comienzo en algunos minutos y él no había llegado aún, suspiró triste y quiso llorar, lo habría hecho de no ser porque su Papi Steve revolvió sus cabellos cariñosamente, El Niño se reconfortó y mantuvo la esperanza. Steve se sentía conmocionado por el estado de ánimo de su hijo, tomó su celular y le indicó a Peter no moverse de ahí, buscó rápidamente en los contactos localizando el de su esposo, acercó el celular a su oído cuando la llamada entró, uno, dos, tres, cuatro... no contestaba.

– ¡Steve! —Escuchó la voz de Tony sintiendo como el alma se devolvía a su cuerpo, suspiró dando pie a Tony de seguir hablando— ¿Ya comenzó? Oh Dios... tuve un problema aquí en la oficina, además el tráfico no ayuda, dile a Peter que llegaré antes de que pase.

– ¿Seguro? Puedo irte a buscar.

– No, debes de estar ahí para darle apoyo a Peter y que calmé sus nervios, mi Niño a pesar de ya tener 10 años debe estar asustado —Tony cada vez estaba más estresado, los coches no avanzaban desde algunos minutos que parecían eternos, su mano izquierda apretó fuertemente el volante— Llegaré.

Steve no pudo decir más porque Tony colgó la llamada, sabía que este día era muy importante y que Tony había cancelado todo para que hoy estuviera desde temprano con Peter, ambos no contaban con que Pepper llamará en la mañana pidiendo la ayuda urgente de Tony por la empresa, el castaño discutió durante varios minutos con su amiga quedando en un acuerdo de que estaría ahí solo una hora. Esa hora se había alargado al parecer más de lo que debía.

– ¿No llegará Cierto? —Steve volteó para ver a Peter con algunas lágrimas en sus ojos, su corazón se estrujó al ver aquella escena, tomó rápidamente a Peter en sus brazos dándole un fuerte abrazo, un recuerdo llegó a su mente y sintió una punzada aún más fuerte—

– Claro que llegará, te prometo que llegará, no te desanimes Hijo —Steve limpió las lágrimas de su hijo, se acercó para darle un beso en la coronilla y unas palmadas suaves en la espalda— El te ama con todo su corazón así que llegará y estará junto a ti.

Peter sonrió abrazando con fuerza a Steve, se quedaron unos minutos así hasta que uno de los jueces habló dando comienzo al concurso oficialmente, Peter volteó una vez más a la puerta viendo que los policías la cerraban, suspiró y tomó valentía, si su papá Tony no llegaba era porque realmente estaba ocupado o se le hacía tarde. Salió de sus pensamientos y desinfló su pecho cuando un aroma peculiar y un abrazó fuerte llegaron, se aferró al abrazo de Tony, su papá había llegado.

– Dije...que... iba a llegar —Tony sonrió con dificultades y empezó a toser rápidamente, Steve corrió por agua para dársela a su esposo mientras que Peter se separaba para ver a su papá, se veía cansado y leves gotas de sudor caían por su frente— Nunca había... corrido tanto.

Tony se apoyó en Steve cuando este lo abrazó por la cintura, Peter estaba feliz, realmente feliz por ver el esfuerzo de su papá por llegar aunque no le gustaba tener que verlo débil por cansancio, al parecer el tráfico no avanzó así que Tony optó por llamar a Happy para pedirle pasar por el auto, Happy no tardo en llegar tomando el lugar de Tony en el tráfico, una vez fuera corrió para llegar a la escuela que, lastimosamente, no estaba ni cerca de ahí. Deteniéndose varias veces en el trayecto por falta de aire tomó valor para llegar, cuando estaba cerca sus piernas empezaron a fallar pero se motivó cuando vio que la escuela estaba siendo cerrada. Steve sintió su corazón palpitar por ver lo que Tony era capaz de hacer por su pequeño Niño, sentó a su esposo en la silla que se encontraba detrás de Peter y esperaron a los jueces mientras Tony se recomponía.

– Llegaste.

– Llegué, Steve, yo si llegué.

Ambos sonrieron melancólicos ante la frase dicha, Steve depositó un beso en la punta de la nariz de Tony logrando que este se sonrojara, Tony se giró rápidamente para ver a Peter ignorando su sonrojo y la dulce risa de Steve a lado suyo. Su Niño miraba en otra dirección, por ende Tony y Steve sintiéndose curiosos miraron notando a Wade, Steve comentó que el se encontraba ahí desde que empezaron a preparar todo aunque no entendía porque nadie le decía nada por no entrar a clases, Tony solamente negó mientras sonreía.

Las horas pasaron y con ellos los jueces, Peter se había comportado muy recto cuando su turno llegó, presentando satisfactoriamente su proyecto, los jueces anotaron y se despidieron cortésmente. Una vez fuera de su campo de vista Peter giró para soltar un suspiro muy grande y dejarse caer en los brazos de Tony quien lo recibió en un abrazo sintiéndose orgulloso, Steve a su lado acarició los cabellos de su hijo con una gran pero gran sonrisa y regresando la vista a Wade pudo ver un sonrisa en su rostro, ellos tres realmente estaban orgullosos de él. 

Tuvieron que esperar otros minutos más para escuchar los resultados, varios jueces subieron a un pequeño escenario montado y anunciaron lo evidente —para Tony, Steve y Wade—, Peter había ganado el primer lugar, cuando escucharon eso no hicieron nada, no reaccionaron de la impresión hasta que Peter volvió en si mismo y empezó a caminar lentamente hacía los jueces. Ambos padres sonrieron satisfactoriamente mientras aplaudían el logro de su pequeño Niño.

– ¡Ese es nuestro hijo! ¡Te amamos, Peter! —Steve se animó a gritar cuando Peter regresaba con algunos premios, Tony lo miró un poco sorprendido pero terminó aplaudiendo más rápido— Peter...

– ¡Gané! ¡Ganamos! —Peter se aventó hacía los brazos de sus padres fundiéndose en un abrazo emotivo— ¡Tengo que hablar con Wade!

Steve y Tony dejaron  libre a su hijo viendo como corría subiendo las escaleras para encontrarse con Wade, el rubio notó como su esposo viraba sus ojos ante aquella escena, aunque Tony no tenía nada en contra de Wade no le gustaba que estuviera muy cerca de su niño, mucho menos esos besos en la mejilla o abrazos que se daban. Steve abrazó por la cintura a Tony logrando que se distrajera y volviera a sonreír.

Ese apenas era el primer logro de mucho que Peter tendría en su vida.  


Storgé  (Cancelada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora