Dionisio Ferrer siempre ha sido un gran empresario, mujeriego y altanero, no cree en el amor, por eso nunca se ha casado, ni ha formado una familia......
Refugio Chavero es una mujer divorciada, amante de su hogar, adora pasar tiempo con sus hijos...
Esteban: tendrán que hablar si o si, yo se que Dionisio nunca ha querido ser padre y dudo que ahora quiera, pero tendrá que hacerse responsable si decides no abortar
Refugio: día tras día es un problema (comentó)
María: pase lo que pase con él y decidas lo que decidas, cuentas con nuestro apoyo, nosotros te ayudaremos en lo que necesites (apoyó)
Refugio: gracias, María, eres muy amable (dijo) y me alegro de que estéis de nuevo juntos (comentó)
María: gracias (sonrió)
Esteban: siempre puedes contar con nosotros (animándola)
Refugio: (se término el té) ya no les molesto mas, gracias por todo, de verdad
María: adiós (se despidió)
Esteban: ¿quieres que te lleve? (decía)
Refugio: voy a casa de Damian (dijo)
Esteban: ¿ya salio del hospital? (sorprendido)
Refugio: si, eso parece, esta en su casa con Cristina (respondió)
María: ¿mi prima esta con el en su casa?
Refugio: si y con mis hijos (dijo)
Esteban: (miró a María) ¿quieres ir a verla? amor, de paso yo veo a mi hermano
María: si, vamos (tomó su bolso y salieron los tres de allí)
Damian oyó que sonaba el timbre y abrió
Damian: hola, hermano (dándole un abrazo) María (la miro) voy a despertar a tus hijos (mirando a Refugio) pasen (les dejo entrar)
Cristina: prima (le dio un abrazo a María y ignoró a Esteban)
Damian: voy a llamar a los niños (caminando hasta la recamara donde dormían)
Esteban: como es que saliste tan rápido del hospital (sentándose)
Damian: pedí el alta voluntaria (contestó) pero tranquilo, tengo la mejor de las enfermeras (con una amplia sonrisa)
Esteban: te veo enamorado, hermano, me alegro, solo espero que esta vez no te estés equivocando, ya sabes como se las gasta Cristina (dijo)
María: Esteban (se enfado) no hables así de mi prima
Esteban: perdón (se disculpó) pero sabes que es cierto lo que digo
María: todos tenemos derecho a cambiar (dijo)
Damian: así es (concordó con ella)
Refugio: (sus hijos la abrazaron al llegar a dónde ella) bueno, ya me voy para mi casa, les dejo
Cristina: ¿no quieres quedarte a tomar algo? (pregunto)
Refugio: no hoy he tenido un día pesado y quiero descansar, pasenla bien, adiós (los niños se despidieron y se fueron con ella para su casa)
Ese día transcurrió con normalidad, al día siguiente, Refugio leía el discurso que había escrito para hablar sobre el proyecto de Salazar.....
Refugio: no, esto no sirve, maldita sea (lo rompió y lo tiro a la basura)
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