El amor del diablo

Enboscada

Luciano: maten a ese hombre que esta con ella, así sabrá que yo no juego, que voy muy en serio (soltó)

X1: como desee señor Luciano (salio con unos hombres dejando a otros vigilándolo)

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Fabiola se despidió de María y de Esteban para regresar con Salazar

Salazar: te tardaste bastante, Fabiola (serio)

Fabiola: disculpe (dijo)

Salazar: (miro a su abogado también amigo) Omar, gracias por atenderme, cuando tengas resultados sobre lo que te dije me llamas ¿ok? (levantándose al igual que el)

Omar: lo haré no te preocupes (se dieron la mano para despedirse)

Salazar: vamos Fabiola (colocándose la americana)

Fabiola: un placer señor Montes (extendió la mano y el la agito delicadamente)

Omar: el gusto es mio (respondió)

Salazar: que pases buen día (abrió la puerta dejando que Fabiola saliera primero) adiós (salio)

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Empresa Ferrer

Esteban: amor (daba vueltas nervioso por la oficina)

María: ¿si?

Esteban: no se como decirte esto, con todo lo de las grabaciones y eso, lo había dejado aún lado por un momento, pero, tengo que contarte algo antes de que te enteres (decía)

María: ¿de que me entere? ¿de que?

Esteban: (se sentó frente a ella) lo que pasa es que Ana Rosa vino a buscarme hoy a mi despacho

María: ¿a tu despacho? (celosa)

Esteban: si, mi vida, pero escucha, le dije que se fuera, pero ella no quería irse, entonces bajo el cierre de su vestido y lo dejó caer, estaba completamente desnuda (dijo)

María: ¿que? (se levantó de su asiento con claro gesto de enojo) ¿te acostaste con ella? (furiosa)

Esteban: no, no (se levanto y rodeo el escritorio para acercarse a ella) mi amor, claro que no, después de eso llegó Fabiola y la sacó de la empresa, eso es todo (mirándola a los ojos) tienes que creerme

María: (no decía nada)

Esteban: mi vida, si hubiera echo algo malo no te lo diría, por favor (tomo sus manos entre las suyas)

María: (respiro hondo) te creo

Esteban: (esbozo una sonrisa) gracias (la abrazo) gracias por creer en lo que te digo

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Refugio se había puesto unos bikinis y había bajado a la piscina, se echo crema y se tumbó en la hamaca a tomar el sol, Dionisio andaba montando a caballo, con unos jeans, una camisa medio abierta que dejaba ver su pecho y un sombrero cuando se canso dejo el cabello y regreso a la casa......

Dionisio: ¿has visto a mi mujer? (le pregunto a una joven que trabajaba allí)

X: esta en la alberca (informó)

Dionisio: gracias (se dirigió a allí, la vio tumbada, se acerco sentándose a su lado) ¿disfrutando del buen tiempo?

Refugio: relajandome un poco, cuando regresemos nos esperan muchos problemas, de eso no me cabe duda, sobre todo con mi mama (dijo)