All Might y EraseHead [LyO II]

2.Vive.

A pesar de ser el nuevo símbolo de la paz hace una semana que no se sabia nada de él, no era normal.

No podía negar que su repentina desaparición me inquietaba un poco, pero intentaba pensar en positivo.

Los ataque que pasaban a civiles se habían detenido, no había capturado a nadie ni había rastro de que algún otro héroe hubiera capturado al culpable, así que me dirigí al centro de la ciudad a pedir informes sobre él.

Estaba en la estación policíaca más cercan al centro, las personas eran más rápidas en esta zona, pero algunos policías hablaban de más.

—Oye, escuche que All Might esta en el hospital ¿crees que sea cierto? —escuche de un uniformado.

—Imposible —le respondió alguien con las mismas ropas —no creo que haya villano que pueda hacerle frente a All Might.

¿En el hospital? ¿Por qué ese tipo de rumores están circulando sobre él? ¿Serán ciertos?

—Disculpe señor Eraser Head, no tenemos registros de un villano así —me dijo el encargado.

—Bien, gracias —dije, apresurado.

En cuanto salí de la estación comenzó a llover, el hospital no se encontraba tan lejos, ir a ver no me haría ningún daño ¿cierto?

No lo pensaba mucho cuando ya estaba caminando en aquella dirección, la lluvia cada vez era mas fuerte, pero no para de caminar, finalmente llegue a las puertas del hospital casi sin ropa seca.

Exprimí mi cabello antes de entrar, me quite la sudadera y la deje afuera, no creo que nadie se quiera robar algo así, cuando me asegure de ya no escurrir nada y me dirigí a la pequeña barra donde se encontraba una enfermera.

—Disculpe, ¿hay alguien aquí con el nombre de... Yagi Toshinori?

—Permítame —empezó a teclear en el pequeño computador frente a ella —si, se encuentra en cuidados intensivos ¿es usted algún familiar?

—No realmente...

Me gire y me fui a sentar a una de esas sillas incomodas de la sala de espera, coloque mis codos en mis rodillas y cubrí mi cara con las manos.

Otra vez, las lágrimas comenzaban a salir, igual que aquel día, sigo llorando por el mismo estúpido.

—Di-disculpe —sentí una mano sobre mi hombro.

Era la enfermera, intente limpiarme el rostro antes de voltear a verla.

—Es la primera persona que vine a verlo y parece que realmente le interesa, así que le hablare sobre él —se sentó a mi lado —llego hace algunos día bastante delicado, aun no esta fuera de peligro y no sabemos si lo logre, gran parte de sus órganos tiene un daño grave, en especial el estomago y sus pulmones, esta conectado a un respirador y una sonda, y aunque parezca increíble parece que ha respondido bien, a usted ¿le gustaría verlo?

Asentí y me dijo que la siguiera, varias enfermeras me preguntaron cosas, pero ella se encargaba de responder, me llevo a un cuarto donde me puso algo que cubría mi cuerpo, me amarre el cabello y me puse una cofia además de un cubre bocas. Después de terminar de vestirme me llevo con él.

—Solo puede estar aquí unos minutos, y él estará dormido todo el tiempo —me dijo la enfermera, antes de dejarme pasar.

Me adentre en el cuarto que estaba oscuro, se escuchaba el respirador y el sonido de los latidos a través de la maquina. Cuando retire la cortina que nos separaba me encontré con un cadáver, al menos eso parecía.

Su cabello se se veía muy mal, pero era lo que mejor se veía en él, sus brazos y piernas apenas eran hueso, estaba mas flaco de como lo conocí, parecía una persona totalmente diferente a la que se veía en televisión.

—Toshi... —susurre, como si lo fuera a despertar, tome su dedo meñique y lo envolví con el mio —lo hiciste bien, lo has hecho bien, pero por favor... Sigue viviendo, por favor.

No dije nada más, acomode algunos de sus cabellos con cuidado, parecía que podía romperlo con solo tocarlo, era la peor forma en la que había visto a Yagi.

Me fui del cuarto, me quite todo lo que tenía encima y me desamarre el cabello, deseche lo que me pusieron y me fui.

—Gracias —le dije a la enfermera antes de irme.

Tome mi sudadera y me marche del lugar, detuve un taxi frente a mi, mi departamento no estaba tan lejos, pero no quería volver a mojarme.

Cuando llegue tome una ducha para evitar resfriarme, cuando salí Hizashi ya se encontraba en el sillón.

—¿Cómo te fue con tu investigación? —preguntó, comiéndose algunas frituras.

—Nada —respondí, me senté a su lado mientras suspiraba.

—Te ves cansado —me dijo.

Lo mire con sarcasmo, él lo entendió, siempre me decían que me veía cansado, bueno no estaba en mi planes tener dos empleos.

Pensaba si era correcto decirle lo de mi visita al hospital, pero la conclusión mas obvia era que no, Hizashi se esta esforzando para que supere a Yagi y siga con mi vida, y aunque ahora estoy siguiendo con mi vida no creo que le alegre el que yo lo haya visto.

—Adivina quien entro a trabajar a Yuuei —dijo Hizashi, con una sonrisa enorme.

—¿Yo? —pregunte.

—Si, pero más recientemente entro otra persona.

—No lo sé, ya dime.

—Nemuri —dijo, con voz chillona.

Lo mire, su emoción se veía a kilómetros, la chica había sido su crush desde que nos conocimos y ahora iba a trabajar con nosotros, eso significaba a un Hizashi terriblemente escandaloso a partir de ahora.

—Bien por ti —le dije, levantándose del sillón.

De alguna manera me las arreglaba para visitar a Yagi cada que podía, me ayudaba el que Nemuri estuviera cerca de Hizashi para distraerlo.

Cada que iba parecía que la habitación me envolvía en una atmósfera misteriosa que me cambiaba, comenzaba a susurrarle cosas sin sentido mientras sostenía su meñique hasta que me pedían que saliera de la habitación, hasta que un día recibí una buena noticia.

—Él despertó —me dijo la enfermera, muy alegre.

—Entonces ya no es necesario que lo vea —dije, caminado a la salida.

—Espere —dijo la enfermera, corriendo hacia mi para evitar mi partida —pienso que a él le alegrara ver a la persona que tanto se preocupó por su bienestar —dijo, casi regañándome.

—Yo creo que no —dije volteando a verla, mientras mis labios se cuerveaban un poco.

No podía evitar sonreír ante la situación, aquella enfermera se veía de la misma edad que yo, pero parecía no comprender muchas cosas.

—Si es por el dinero, yo...

Me interrumpió —un héroe profesional se esta encargando de los gastos... —veía una mirada de tristeza.

Me gire y seguí mi camino, pensando en que esas pequeñas visitas a escondidas habían terminado.