All Might y EraseHead [LyO II]

4.Él ya me olvido.

Iba a ver de nuevo a Shouta. El director de Yuuei me había informado sobre los docentes y entre ellos se encontraba él... Jamás pensé que se convirtiera en maestro, eso significa que como yo, había logrado cumplir sus objetivos, él seguramente era un gran héroe... y lo logró incluso sin mi.

—No tengo problemas con All Might —le dijo al director.

Bueno... Eso significa que no me odia, pero en cuanto me vio su expresión parecía que si lo hacia.

Su traje de héroe no era diferente a lo que usaba en sus días de juventud, pero esta vez se veía más desaliñado, su espalda estaba encorvaba y se había dejado crecer el cabello de tal manera que casi le cubría toda la cara y también se veía que no se había afeitado en varios días.

Lo seguí hasta la sala de maestros, nadie me había dicho nada sobre las instalaciones del lugar, por lo que no sabía ni siquiera a donde ir, aunque tampoco quería dejarlo, quería hablar de muchas cosas con él, quería que me dijera que no me odiaba de verdad y que no lo había dicho solo por compromiso, como todos.

Aunque creía saber la respuesta, era casi imposible que no me odiara después de lo que pasamos en la escuela, ni siquiera me despedí de él cuando me fui a Estados Unidos, no lo busque ni lo llame, porque si lo hacia... No podría aguantar las ganas de regresar a él.

Justo cuando me arme da valor para hablarle él comenzó a gritarme, y antes de que me diera cuenta estaba rodeado de personas, lo maestros, todo aparecían emocionados y sorprendidos de verme, bueno, casi todos. A lo lejos vi como Yamada Hizashi le hacia señas a Shouta, y después me miro con desaprobación.

Me tome la molestia de leer los antecedentes de los maestros, sorprendiéndome de sobremanera al enterarme que Shouta había expulsado a una clase entera antes de mi llegada, y si Midoriya no controlaba su poder, estoy seguro que también lo expulsara a él.

Me quede todo el día siguiéndolo sin que se diera cuenta y al final, no expulso al chico, además parecía que se le estaba ocurriendo otra manera de utilizar la peculiaridad. Si no podía acercarme a él, podría excusa el trabajo.

Él se estaba acercando muy rápido, la clase había terminado y solo pude decir la primer tontería que se me vino a la mente, quedando como un tonto que favorece a el chico y comprobando que si me odia.

Cada vez era más difícil para mi acércame a él, bueno, tampoco es como si me lo permitiera, Yamada siempre estaba con él, incluso una vez lo saco del salón de profesores cargándolo mientras el dormía plácidamente en su saco amarillo.

Al día siguiente Nemuri estaba hablando con Yamada como si nadie más estuviera ahí.

—¿Ya tienes tu próxima clase? —le pregunto ella.

—Of course —le respondió él —Shouta me ayudo a acomodar los papeles.

—Que bueno sería para todos tener una esposa como tú —le dijo ella.

—Yo podría ser tu esposa —le dijo el rubio, inclinando su cabeza para verla por encima de los lentes.

Lo que al principio me pareció triste se convirtió en un sentimiento de desagrado, él parecía tener una relación con Shouta pero le coqueteaba a Nemuri.

Sin poder aguantame las ganas fui a preguntarle a Nemuri sobre ellos dos.

—Midnight... Ellos... ¿Tiene algo?

—Present Mic es el único que ha estado con EraseHead desde siempre... Y parece que no se van a separar nunca, por eso lo dije, además, él es el únicobque tiene llaves del departamento de tu ex —me vio con una sonrisa —espero que eso no te moleste, después de todo... Lo suyo fue de hace mucho tiempo ¿no?

—Si, si —respondí de inmediato —gracias por decirme...

Gracias por destrozarme y herir mi orgullo, ahora sé que ellos pobrablemente estén juntos hasta que mueran mientras yo me pudro lentamente, gracias por eso.

—Claro... —dijo, antes de irse.

Fui a un lugar solo a descansar, llevaba en la forma musculosa mucho tiempo. Me adentre a una sala de descanso para profesores, estaba casi seguro que no había nadie, pero al acercarme al sillón vi a shouta acostado, respirando levente y con los ojos cerrados.

Parecía dormido, pero aun así era riesgoso que me viera todo escuálido.

Suspire y me acerque un poco, solo para comprobar que estaba dormido.

—¿Qué es lo que quieres? —pregunto.

Casi salgo corriendo por el susto —¿sabes quien soy? —pregunte.

—Ahora lo sé, voz inconfundible y preguntas tontas —dijo, con la misma frialdad de siempre.

—¿Qué haces aquí? —pregunte, alejándome.

—Solo quería descansar mis ojos, pero tal vez sea mejor que me vaya... —dijo, incorporándose en el sillón.

—No, no —lo tome por los hombros, vi sus labios abriendose un poco, pero no abrió los ojos, sus pestallas parecían algo húmedas, como si hubiera estado llorando —quedate y descansa aquí, por favor —le pedí, como una suplica y dudando demasiado.

Él solo volvió a recostarse y yo me aleje, eso era lo mejor, retrocedí unos pasos, y me quede un momento, mirándolo.

—¿Puedo preguntarte algo? —dije, dudoso.

—Claro, que sigan las preguntas tontas —dijo, casi riendo.

—¿Tú... Me odias?

Lo escuche suspira y comenzó a mover sus dedos de arriba a abajo.

—Lo intente —dijo al fin —lo intente por mucho tiempo después de que te fuiste, pero eso solo me hacia pensar más en ti, así que no lo hago... Yo no te odio.

Mi forma musculosa desapareció y yo también suspire, suspire aliviado de poder descansar y de su respuesta, pero sus palabras me hicieron sentir más triste de lo que pensaba, tal vez hubiera preferido que me odiara... Al menos así, seguiría sintiendo algo por mi...

—No abriré los ojos mientras estés aqui —dijo, con tranquilidad.

Era casi como si adivinara lo que pensaba.

—Gracias y lo siento —dije, sentándome en la pequeña mesa que estaba delante de él.

—Yo también lo siento —me dijo con la misma frialdad con la que le hablaba a sus compañeros.

Ahora eso era para él, solo un compañero de trabajo.