Dios los crea y el Diablo los junta

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Crimea estaba impresionada, pero no se dejo intimidar, sabía que ambos Miguel le tenia un cierto respeto y no atacarían sin garantías de ganar, MÍNIMO, del ochenta por ciento. Ella solo se acercó a Argenta mientras vigilaba a todos los presentes.

-Yo que tú, no me acercaría - dijo Padre mirándola a los ojos -. Aún si intentas sacarlos, morirías sin remedio. Aparte, si llegas a tocar el garfio que tiene el cuello, morirá. Es el problemas que tenéis como dracos. 

Crimea entró rápidamente en pánico interno. Ya no sabía que hacer. Ya había visto a Padre destruir por completo una de las academias circulares solo con su alquimia. Estaba derrotada.

-¿El garfio es de hierro o acero?- dijo FJ, intentando levantarse.

-¿Eso importa? Pronto podre revivir a mi padre.

-Necro-Killer.

FJ aprovecho el momento para quitar en garfio telepáticamente. Argenta rápidamente lo sacó junto a Crimea saltando por el agujero y congelando levemente la habitación abandonada.

-No sé quien eres, pero te lo agradezco - dijo Argenta sacudiéndose la escarcha que les había caído del escape -. Voy a ayudar a mi hermano.

-No es el momento ahora. Vienen refuerzos, vienen por mí, aunque no sé si serán hostiles o serán aliados.

-¿Cómo lo sabes?

-Mi esposa esta con ellos. Ambos tenemos un medallón de Kanthal, lo que hago es que le inbuyo radiación para que nos podamos detectar a cientos de kilómetros. Cuando ambos medallones se irradian, no podemos encontrar sin problema.

Argenta estaba intranquilo pues no sabía que debía hacer. El objetivo era intentar, por todos los medios, evitar que Necro-Killer, pero estaba preocupado por su hermano. Lograba ver a la distancia el helicoptero que venía, sospechaba que eran sus amigos pero estaba demasiado lejos como para distinguirlos.

-Tenemos que ocultarnos y buscar la máscara.

//En cubierta de proa//

Dante estaba dolorido de la espalda, aquel hombre que lo tacleó, había rodado y caído por la borda mientras que Dante se golpeó la espalda con el mástil de la antena pero se logró agarrar de la barandilla de proa.

-¡Maldita sea la vida! Si ese hijo de puta sale arriba, le romperé su puto hocico -dijo mientras volvía a subirse.

Ya arriba, volvió a sentir ese olor familiar que sintió en el rancho del señor Tattaglia y cuando hizo su primera misión con Crimea. Ese olor seguía un camino, hacia al mar, pero no podía hacer nada, se dirigió al puente de mando llevándose a todos los que estuvieran en su camino por delante.

Pronto se encontró con Argenta y los demás.

-Dante, debemos evitar que el viejo chinorri libere al de la mascara -dijo su hermano mirándolo con preocupación.

-Pues hundamos es barco -respondió Dante sacando un cigarrillo -. Con la alquimia, comprimo este barco hasta el punto en el explote o puedo incluso hidrolizar el agua alrededor y reventar todo a una milla a la redonda.

-Cuatro cosas, chicos - intervino FJ -. Primero, Ryûnosuke Izumi es japo no chinorri. Segundo, hundir el barco no sería suficiente, tienes que destruir la mascara. Tercero, una explosión no la destruiría y cuarto, fumar evita es malo, yo lo deje en el 2070.

Dante solo miró a los ojos de FJ y le soltó el humo a la cara. 

//En el helicóptero hacia el barco//

Alice estaba en la cabina junto a los pilotos que comandaban un enjambre de helicópteros de guerra. 

El barco se veía tan fácil de destruir, pero emanaba una presencia de tener algo sumamente temible. Nadie sabía si era por el hecho que ahí estaba el conocido por los homunculos como "Padre", porque se pudiera haber liberado a N.K o por los propios homunculos.

Conforme se iban acercando, fueron viendo como en la cubierta estaban peleando Argenta y Crimea contra varios elfos y no muertos no mágicos. 

El miedo surgió entre los guerreros dentro de los helicópteros, pues esa clase de no muertos no habían aparecido desde la Segundo Hecatombe en el mayo de 2019. Algo que ocasionó que la humanidad estuviera a punto de colapsar y que duro más cincuenta años.

Los helicópteros pronto se posicionaron encima del barco, Alice y Jennifer fueron las primeras saltar, la primera, incluso se lanzo antes de tiempo pero se logro pegar a la coraza del barco magnetizando sus manos. Jennifer sí cayó preciso junto a sus compañeros.

-Argenta, ¿dónde ésta Dante y el otro? - preguntó de inmediato.

-Se fueron a buscar a el que tiene la mascara que lo tiene protegido este elfo cegato.

En pocos minutos, se empezó a formar una tormenta que termino devolviendo a los helicópteros a tierra. Casi todos habían bajado, a excepción de los maestros elementales como Asura o Magna Mater. La tripulación tenía demasiada ventaja numérica y la ventaja de que ninguno de los nefilims podía usar todo su poder, pues correrían el riego de hacer fuego amigo.

La batalla iba para largo.

//En el interior del barco//

FJ y Dante seguían el rastro de olor que dejaba Ryûnosuke y su escolta Miguel hasta que llegaron a un almacén lleno de cajas con enormes raciones de carne seca y enlatados. Dante sabía que intentaban ocultar su olor entre tanta comida, pero el único que lo hacía Ryûnosuke.

Llegado un momento, los acorralaron.

-Te has hecho viejo, Ryûnosuke - dijo FJ.

-Nunca has dejado de tocar los huevos FJ. Ha pasado más de un milenio desde que nos vimos por ultima vez, pero sigues con intenciones de acabar con los planes de mi padre- respondió sin dejar de mirarlo.

Miguel solo se lanzó a atacar a FJ y aunque Dante intentó detenerlo, Ryûnosuke uso la alquimia para frenarlo con las cajas de enlatados.

FJ no se contuvo y de un solo puñetazo le destrozó la cara a su atacante y, utilizando su control sobre el hierro, transformó su sangre en cuchillas de afeitar y clavos. Era claro que no se andaba con juegos.

Dante no se quedo atrás y, aunque la latas llenas de atún en aceite le impedían tener todo el agarre que querría, se lograba mover con la suficiente velicidad para robarle la mascara.

- Se acabó.  Es hora de romper la máscara.  Muerto el perro, muerta la rabia.

Dijo al intentar romper la máscara con su puño, recibiendo esa misma fuerza en su cara. La mascara devolvía el daño que recibía, evitando, así, romperse.

Rápidamente tenía que idearse algo, así que de un chasquido prende en fuego todo el aceite derramado y en custion de segundos, encapsula la mascara en una caja de acero y  abre un hueco en casco.

Ryûnosuke solo apagó el fuego con la mirada y el humo lo hizo desaparecer con su aliento. En ese momento, vio como el almacén se empezaba a llenar de agua, con Miguel perdiendo sangre de manera contante en forma de instrumentos de hierro, a FJ sangrando por sus cicatrices y a Dante agachado y sonriendo mientras tenía la mano metida en el agujero en el suelo que él mismo hizo.

- Decimocuarta tecnica de fuego:¡EXPLOSIÓN DRAGÓN!

En ese momento, una enorme explosión eleva la proa del enorme buque, provocando una importante fisura en él.

Abriendo puertasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora