Perdiendo el control

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Jennifer logro meter a la gente del helicóptero en un bote salvavidas, Dante estaba un poco intranquilo, pero sabia que era casi imposible que una persona nadara hasta el fondo y saliera, así fuera capaz de repirar bajo el agua y soportara la presión. Había demasiados peligros en fondo marino, tardaría años en recorrer unos pocos kilómetros y estaban a varias millas de la costa.

Argenta se estaba recuperando, aunque congelado hasta la médula, podía moverse. Le dolía hasta la existencia pero estaba tranquilo.

-¿Estas bien? - preguntó Dante al verlo.

-Creo que sí. Solo dame un tiempo - le contesto de manera seca.

- ¿Quien era?

- Melody.

- Pensé...

- Yo igual.

- ¿"Una devolución "?

- Eso que más da.

Una "devolución " era algo muy raro, se trata de una persona de que no hay duda que había fallecido pero que resucita sin explicación a mucho tiempo después, intacta.

Pronto aparece Jennifer para llamarles la atención.

- Chicos, no es que quiera ser mala persona, pero la nave se esta resquebrajando. Esto va a acabar como el Titanic.

- ¿Quieres que ...

- No, lo mejor es dejarla aquí.

Ambos ayudaron a lo ayudaron a bajar al bote, lanzándose por la borda.

A los dos días los recogieron cerca de una plataforma petrolífera inglesa. A las pocas semanas, Dante fue mandado a Boston, junto su hermano, Jennifer y Yusuf... Los maestros se iban a reunir, exceptuando a Slenderman y Ariel, que tenían que reunir información extra de los prisioneros.

Dante acompañó a Asura hasta la puerta de la sala de reuniones, él se quedó afuera mientras su maestro fue dentro. Fueron los primeros, luego llego Magna Mater con Yusuf, Aurum y Francis , lo mismo, ella adentro, ellos afuera.

Ambos se saludaron, un apretón de manos y un abrazo normal.

Pronto llegaron Yasha, con Argenta y Sasha y por último, Dino, Jennifer y Crimea.

-¡Dino! Tengo algo importa que decir y necesito que estés aquí presente - dijo Dante guardando el cigarrillo que se pensaba poner a fumar.

-¡Claro! Apenar termine la ...

-No, por favor. Es importante que sea ahora.

-¿Dino?¿Entras o qué? - dijo Magna Mater asomándose y leyendo el ambiente intento volver a cerrar la puerta con cautela.

-¡Maestra Magna...Helena! Por favor llame a Asura y a Yasha.

Eso hizo más incomodo el momento, pero Dante lo necesitaba. Quería que todos estuvieran presentes.

-Ya están todos - dijo Magna Mater .

Tomó aire, se acercó a Crimea, tomo su mano y, sacándolo del bolsillo de su chaqueta, le puso un anillo de compromiso y levantó su mano. Era hermoso, de oro de gran calidad con una amatista pequeña pero que quedaba perfecta en su mano.

-Nos pensamos casar y quiero quiero su bendición.

-¿Sabes que ella tiene un humor de perro?

-Sí.

-¿Y que no cocina bien?

-Eso nunca me ha importado.

-¿Y que es terca, impredecible e incontrolable?

Abriendo puertasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora