La gran defensa

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Apenas salieron del lugar, cogieron el avión y se marcharon a Nepal a repostar para posteriormente ir a Finlandia. 

La academia del Noveno Circulo era de las academias más prestigiosas de las academias circulares, era un enorme palacio con grandes jardines, dos grandes gimnasios y dos balnearios con lujosos saunas. Casi todo el territorio de la academia tenía un ambiente de seminormalidad y mientras más se acercaban a la zona del bosque sellado.

Guardias de seguridad con fusiles y ametralladoras pesadas, francotiradores con rifles antiaviones, antitanques y antibuques, tanques de guerra Abraham de ultima generación.

Ver eso era sumamente sorprendente y a la vez aportaba al ambiente un sensasion de estres que parecia insorpotable. Todos se encontraban preparados.

Dante llevaba una camiseta negra, unos pantalones con varios bolsillos al estilo de los ochenta y una vendas cubrienso sus  manos y antebrazos que eran cubiertas por unos mitones de cuero y Argenta llevaba una camiseta de tirantes, un chaleco de operaciones especiales, unos pantalones militares y unas gafas de sol.

Se hacia una vigilancia continua donde no se paraba ni para comer.

Ya era casi de madrugada,  faltaban un par de horas para que saliera y lo unico que se podia ver en esa gran penumbra era el brillo del cigarro de Dante.

- No pense que serias tú quien nos recibiría, Dante - dijo una voz que Dante ya conocia de sobra.

- Philia...- dijo mientras se dio la vuelta para soltar una enorme llamarada, deteniendose al ver a Crimea - Sera mejor que ni se les ocurra pasar la barre...

Por un momento, le pareció ver en los ojos de ellas algo de tristeza y determinación. Lamentablemente no pudo predecir que ella saldría corriendo hacia el interior.

Dante logró frenarla creando un gran muro pero ella ya habia atravesado la barrera que impedia que la pudiera perseguir.

- ¡Vaya! Parece ser que  a nuestro querido Dante le han prohibido la entrada - dijo Philia metiendose las manos en los bolsillos.

Dante no se aguanto y con una enorme llamarada azul intenso exageradamente luminosa. Philia, aunque intacto, estaba sorprendido.

- Sigues siendo demasiado confiado, Philia. Para ser un leviatan, no eres digno de ninguna lucha - dijo Dante sacado a su cuchilla Lei y a su espada Fathom -. Ahora me encargare de eliminarte... ¡Alegrate! Podremos saldar cuentas... ¡IFRIT!

"De inmediato"

En ese momento, sus ojos se tornaron rojo eléctrico y todas sus venas se ven marcadas en la piel.

- ¡¿Como osas burlarte de un LEVIATAN?! - exclamó Philia con abriendo su enorme mandibula.

Varios kilometros de ahí, Sasha estaba con Argenta vigilando la zona norte del bosque cuando vieron las enormes explosiones que Dante estaba provocando.

- Creo que eso significa que Crimea y los otros acaban de llegar - dijo Argenta sacando sus pistolas.

- Vamos... - dijo ella tras haber tragado saliva - Debemos detenerlos a cualquier... a cualquier costo.

- Sasha... Recuerda no... ¡Algo se acerca!

-Yo no veo nada, todo está desolado...

- Muévete, ya te alcanzare si eso. ¡Apúrate!

Ella salió corriendo en busca de Crimea mientras que Argenta se quedo mirando a una sombra que cada vez se volvía más grande. Era atemorizante pero no se inmutaba, él solo se dio la vuelta y disparó a lo primero que vio. 

- ¡Que sorpresa! - dijo un tipo de anteojos oscuros, gabardina oscura y un sombrero de copa igualmente negro - Tienes muy buena visión. Me viste siendo que tan solo pude estar visible durante unos pocos milisegundos. Puede que me entretenga mas contigo que con tu hermano en la isla de...

-¡Cállate! ¿Si no has venido a pelear, pues desaparece? Prefiero pelear con ese tal Philia que contigo.

- Vale, pero aun así seré tu contrincante. 

Argenta solo comenzó a disparar a donde veía a ese rápido elfo, era como jugar el "Duck Hunt"  en el último nivel. Los disparos cada vez que daban en algún lugar, creaban un enorme cristal de hielo en forma de erizo con el objetivo de que en caso de acertar lo suficientemente cerca de su objetivo, las púas lo parasen. 

- ¡Eres bueno para ser un simple nefilim! Estas durando mucho ante uno de los mejores homunculos en magia y alquimia. 

-¡Vaya! ¡Que halago! Entonces deberíamos presentarnos formalmente, porque soy el mejor en crioquinesis y en armas a distancia de todos los nefilims. 

- Soy Daniel Miguel Angel Cubillos Rueda, autentico rey de los altos elfos y terror de los falmers. ¡Gusto en conocerte!

-Soy Argenta Alexander Wolfman Blade, sexto en la lista para la corona de Inglaterra, nefilim y comandante de la guardia real al servicio de Su Majestad, la reina Isabel IV de Inglaterra. El gusto es mió.

-¿Inglaterra? Cuando te mate, sera un gran lugar para rehacer mi reino. Volveré a toda tu familia mis vasallos y a todos sus súbditos, mis esclavos. Pronto, los famosos Derechos Humanos serán solo Derechos de los Altos Elfos y ningún otro ser vivo volverá a considerarse por encima de los GRANDIOSOS Y OMNIPOTENTES ALTOS ELF...- Argenta lo habia callado, acertando con una de sus balas en la boca del homunculo, destrozándolo y viendo como se regeneraba en suelo - Interesante..., pero deberías fijarte en la pelea de tu hermano con Philia, tu sabes bien donde están los limites en de la barrera, pero esta también impedían que cualquier cosa deshiciera los circulos de protección si no se hacía desde dentro, eso significa que NUESTRA amiguita Crimea ya ha quitado los sellos que nos impedían entrar. Hemos ganado.

-Por ahora, no. Esto solo significa que podremos nuestros poderes sin restricciones. 

-Eso es muy interesante. Ataca pues.

-¡SHIVA!

"¡Si! Ya te escuche." 

Argenta mostró sus ojos azul eléctrico y un aura intimidante. Todo el aire en la zona empezó a bajar, que combinado con las llamas de Dante, hizo diluviar. Pronto empezarían a sonar rayos y caer fango.

Abriendo puertasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora