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Cerramos el local y luego fuimos a comer algo, ¿Para el será una cita?

-Me gustan mucho los aros de cebolla-yo puse cara de asco.

-Odio la cebolla-el rodó sus ojos.

- Por lo menos son más ricas que los tomates-yo lo fulminé con la mirada y el me sacó la lengua.

-Con los tomates no te metas-parecemos niños.

-Okey, ya basta-me acomodé en el asiento algo nerviosa- ¿Qué deseas pedir? -miré un poco la carta.

-Me gustaría comerme tres pizzas y una malteada-el me miró y sonrió, demonios, me gusta tanto.

-Yo quiero unas alitas, una porción de aritos de cebolla, una malteada y una Coca-Cola- Le sonreí y luego el llamó a la joven que nos atendería.

Pedimos lo antes dicho y empezamos a hablar de diversos temas, interesantes, aburridos e incluso temas extraños como el por qué los hipopótamos defecan tan extraño.

-Tienes una linda sonrisa-Creo que en estos momentos estoy mas roja que mi sabana cuando me llega la menstruación en la madrugada, aunque no estoy segura de que sea rojo, rojo, el caso es que estoy roja.

-Gra-gracias-tartamudeé como toda una boba, por estas cosas estas soltera Bianca-Tu igual, tus dientes son muy blancos y rectos-el iba a hablar, pero la chica llegó con el pedido.

- ¿Tienes hermanos o hermanas? – asentí.

-Tres, una hermana,un hermano y otro hermano-mordí mi pizza.

- ¿Cómo se llaman? – iba a hablar, pero el soltó una carcajada al ver mi rostro.

- Tienes un poco de salsa aquí-puso su pulgar en mi cachete, como de película.

- Brisa, Gosster y Keylor, gracias por limpiarme, soy muy tonta a la hora de comer-una vez tiré dos vasos de jugo en una cena con los vecinos.

-No hay de que, lindos nombres-metió un aro de cebolla a su boca, cerró los ojos y luego solo escuché un sonido de placer-esto es genial, sabe a gloria-yo metí un dedo a mi boca como en forma de asco, así como cuando vas a vomitar, no sé si me entiendan.

- ¿Por qué de repente me hablas? – el abrió sus ojos y se quedó callado mientras analizaba mi rostro, odio que haga eso, me pone tan nerviosa.

-No sé, eres interesante-reí, mas aburrida no puedo ser- Eres muy sencilla, divertida, tierna y algo, muy, molesta-fruncí mi ceño.

- ¿Tierna?, ¿Molesta? – el asintió.

-No soy molesta pedazo de tonto-hice un puchero y el dobló sus ojos.

-Y también eres infantil-esto es el colmo.

-Mejor ciérrala boca-el empezó a reír como loco.

-No me causa gracia Otto-mordí mi pizza-Cuando te mente la madre no digas nada-hablé con la boca llena y el solo trató de no seguir riendo.

-Me encanta verte molesta, te ves tan graciosa con tu ceño fruncido-doblé mis ojos-además tus pucheros son lo mejor-tomé de su gaseosa y el paro de reír.

𝐸𝑟𝑒𝑠 𝑙𝑜 𝑝𝑜𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒 𝑑𝑒 𝑙𝑜 𝑖𝑚𝑝𝑜𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒Where stories live. Discover now