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La luz de sol fue la que me despertó esta vez, me duele la espalda como no tienen idea.

-Mhj-me quejé.

Abrí mis ojos y vi que no estaba en mi cama ni en una casa, estaba en un mirador.

-Me duele la espalda-brinqué-No brinques, me puedes dañar el carro.

-Otto ¿Qué hacemos aquí? -pregunté bajándome del capó.

-Seguramente nos quedamos dormidos-obvio que nos quedamos dormidos.

-Necesito ir a mi casa, ¿Me podrías llevar, por favor? -el asintió y se montó al carro.

Manejó hasta mi casa, necesito bañarme, comer y dormir en mi cama.

-Gracias, nos vemos después-le di un beso en la mejilla y me bajé del carro.

Entré a casa y sonreí. Me tiré en el sofá y cerré los ojos.

Subí a mi habitación y ahí fue cuando me di cuenta de que no traía mis maletas, que tonta.

Tocaron el timbre, era Otto con mis maletas.

-Gracias, ve a casa y come algo, cariño-el asintió y se fue.

Cerré la puerta con seguro y subí a bañarme.

Tomé el parlante de mi padre y entré al baño.

Puse mi canción favorita y me metí en la ducha, me lave el pelo.

Miré un poco mi armario y saqué un jogger negro y me quedé en brasier.

Me tiré en mi cama y le escribí a mi madre, le dije que ya había salido del hospital, apagué el celular y cerré mis ojos para dormir un poco.

Otto:

Pasé unos días con Bianca en el hospital, sus padres se fueron de viaje de aniversario.

Ella se ha vuelto una persona muy importante para mí, es tan, tan linda. Tal vez me guste un poco, no lo sé.

-Hola familia-mi madre salió de la cocina con una cuchara de palo y un delantal.

-Hola ardillita-doblé mis ojos, odio que me pongan apodos.

-Hola mocoso-miré a Dina y ella se encontraba comiendo manzana.

Me acerqué a su plato y tomé dos pedazos de manzana.

-Maldito-mi madre le pegó en la cabeza con la cuchara y la reprendió.

Subí a mi habitación y me bañé.

Me tiré en la cama y empecé a ver series en mi computadora, me estoy terminado "The blacklist".

Apagué el computador y decidí dormir un poco.

-Otto-sentí como menearon mi cuerpo y me quejé.

-Otto, tu mamá dice que bajes a comer-abrí mis ojos lentamente.

-Francis, déjame dormir-volví a cerrar mis ojos.

-Bueno, le diré que dijiste que no quieres comer, sabes lo que pasa cuando a tu madre le dicen eso-bufé molesto.

-Ya bajo-me paré de la cama y bostecé.

-Buen chico-me dio dos golpes en la espalda y salió del cuarto.

Me puse mi camiseta y bajé a comer.

Comimos lasagna, mi madre hace la mejor.

Llamé a Bianca para ver si quería salir con los chicos, al parecer habían planeado una salida a un bar.

- ¿Quién es? -la voz de recién levantada de ella me hizo sonreír de ternura.

-El amor de tu vida-bromeé y ella suspiró.

-Lo siento, pero Otto debe estar dormido así que dime quién eres-bufó molesta.

-Soy Otto-escuché un chillido y luego un "trágame tierra".

-Hola Otto-saludó con un tono nervioso.

-Arréglate que vamos a salir con los chicos-dije por fin.

-Okey, ¿A qué lugar iremos?

-Un bar-ella dijo "ok" y colgó.

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⏰ Last updated: Jul 11, 2019 ⏰

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𝐸𝑟𝑒𝑠 𝑙𝑜 𝑝𝑜𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒 𝑑𝑒 𝑙𝑜 𝑖𝑚𝑝𝑜𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒Where stories live. Discover now