Otto
Estaba tirada en el piso con la misma ropa de ayer.
Me acerqué mas y al verla en ese estado me estremecí.
Estaba mas pálida que de costumbre, con algunos mechones en su cara.
La cargué y pude sentir lo fría que estaba, no creo que esté muerta.
La llevé al lugar acordado. Sus padres al verla entraron en un estado de nerviosismo puro.
Unos doctores se la llevaron hacía no sé dónde, su madre y su padre me agradecieron.
-No tienen que hacerlo, me preocupa mucho su hija-admití y ellos me abrazaron.
Berenice y Ainhoa se encontraban sentadas con otra chica, supongo que debe ser Brisa.
-Gracias por encontrar a mi hermana-dijo brisa con lágrimas en sus ojos.
-No tienes que agradecerme, me importa tu hermana-ella sonrió un poco y luego volvió a llorar.
Me encontraba triste y preocupado. Unos minutos después dos chicos aparecieron, uno era Thiago y el otro Benjamín.
- ¿Dónde está? -preguntó Benji muy alterado.
-No lo sabemos, unos doctores se la llevaron-dije yo ya que las chicas estaban en una especie de shock y al parecer no entendían nada.
-Siempre fui un idiota con ella, todo por un estúpido pastel-dijo Benjamín.
Yo no dije nada y me quedé ahí esperando. Unas cuatro horas después apareció una doctora.
-Familiares de la joven Bianca Petrovich-los padres y todos nos paramos.
Nos pasaron a un cuarto y nos informaron que Bianca estaba bien solo que los medicamentos la tienen muy débil.
-Gracias al señor- la madre de Bianca habló un poco más relajada.
La doctora explicó que no podía pararse de cama en una semana.
Unas horas después pudimos verla, se encontraba conectada a más maquinas que antes.
-Hola-dije entrando a la habitación.
-Hola-dijo con una pequeña sonrisa en su rostro-Gracias por encontrarme-tomó mi mano y yo sonreí.
-No es nada, me preocupé por ti-apreté nuestras manos.
-Al parecer ahora no podré levantarme de cama-bufó y dobló sus ojos.
-Y al parecer estas muy pálida-ella asintió.
-No he tomado el sol en algunos días, las estúpidas ventanas no funcionan-yo negué.
-Solo tienes que empujarlas un poco-las empujé y abrieron inmediatamente.
El sol entró y le pegó de una en la cara, ella achinó sus ojos y yo sonreí.
-Correré la cortina para que no te pegué mucho-al hacer eso ella pudo abrir sus ojos un poco más.
-Gracias chico alitas-bufé.
-Hoy me quedaré-ella chilló como niña pequeña y me acercó a ella para darme un abrazo.
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𝐸𝑟𝑒𝑠 𝑙𝑜 𝑝𝑜𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒 𝑑𝑒 𝑙𝑜 𝑖𝑚𝑝𝑜𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒
Teen FictionDespués de todo, el se volvió lo posible de lo imposible para ella. La señora Kardashian y El señor Alitas. No todas las historias de amor terminan bien pero...¿Y si su historia de amor si termina bien?