-No vuelvas a tomar de mi gaseosa-amenazó mientras limpiaba el pitillo.
Doblé mis ojos y el me sacó la lengua, como ama hacer eso.
-Deja de sacarme la lengua-mordí lo que faltaba de mi pizza.
-Deja de doblarme los ojos-doblé los ojos.
- ¿Ves? -dijo riendo de mi- tienes un grave problema con eso-exclamó señalándome.
-Ya cierra la boca-hice un puchero y tomé la otra pizza.
-Ya vengo voy al baño-le resté importancia a su comentario ya que estaba enojada.
De repente a mi linda mente se le paso que morder una de sus alitas y tomar un poco de su gaseosa sería algo genial.
-Mierda, mierda-esa cosa si que estaba picante, ¿Cómo él no se quejaba?
- ¿Por qué estás llorando? -yo traté de hablar, pero no podía, al parecer soy alérgica al picante.
-No-dije tratando de respirar- Puedo respirar-el abrió sus ojos y se quedo ahí como un imbécil.
-Ahora mismo pareces una Kardashian- dijo tomándome de la mano para llevarme a su auto.
Toqué mis labios y si que los sentí gigantes.
Llegamos al hospital y después de eso no recuerdo nada.
Me desperté con un horrible dolor y mis familiares rodeándome.
- ¿Qué me pasó? – pregunté levantando la mitad de mi cuerpo.
Mi madre me abrazó-Por fin despiertas, pensé que te ibas a morir—siempre tan exagerada.
-Por Satán-dijo Anny abrazándome-Estas viva, que alivio, ya iba a matar a Otto-Sigo sin entender que pasó, solo fue una alergia.
-Solo fue una reacción alérgica, cálmense-dije doblando los ojos.
- ¿Solo una reacción alérgica? – preguntó mi madre algo alterada por mi comentario-casi mueres-dijo mi madre ya un poco calmada.
Mi hermana me abrazó y empezó a llorar, ¿Por qué?, No sé.
-Tu padre ya viene en camino-asentí.
-Otto está afuera esperando su turno, vámonos- tomó a Brisa y a Anny- Luego venimos pequeña.
-Hola-dijo Otto tímidamente-Me alegra que estés mejor, pensé que ibas a morir en mis brazos Bianca-se sentó en la camilla.
-Todo fue mi culpa, yo mordí una de tus alias y luego-el me interrumpió.
-No pasa nada, lo bueno es que estás bien-un sonido de ternura hizo que separáramos nuestras miradas, era mi madre espiándonos.
- ¡MAMÁ! -grité apenada mientras que Otto reía.
-Lo siento, los dejo tortolitos-yo fruncí mi ceño y Otto tomó mis cachetes.
-Eso sí, me debes una bandeja de alitas-reí y asentí.
-Solo recuérdame que soy alérgica a ellas-Otto soltó mis cachetes y luego de unos minutos se fue con la promesa de que mañana vendría a visitarme.
El doctor, mis padres, mi hermana y Anny estaban ahora mismo rodeándome.
El doctor dijo que lo que me dio fue algo llamado Anafilaxia.
YOU ARE READING
𝐸𝑟𝑒𝑠 𝑙𝑜 𝑝𝑜𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒 𝑑𝑒 𝑙𝑜 𝑖𝑚𝑝𝑜𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒
Teen FictionDespués de todo, el se volvió lo posible de lo imposible para ella. La señora Kardashian y El señor Alitas. No todas las historias de amor terminan bien pero...¿Y si su historia de amor si termina bien?