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Otto se quedaría hoy conmigo, por primera vez.

-Adiós pequeña, nos vemos mañana en la noche-asentí.

-Adiós papá, ten cuidado en el camino, te amo-le di un beso y el salió de la habitación con Brisa en sus brazos, se había quedado dormida y no es buena idea despertarla.

- ¿Vemos películas? – pregunté.

-Me parece bien-Tomé el control y puse una película que nos llamara la atención.

Optamos por "amor a media noche", a Otto le gustan las películas románticas.

-Maldito sol-dije entre un mar de lágrimas.

-Eran tan lindos-llora Otto, llora horrible.

-No quería que muriera-chillé y el igual.

Nos abrazamos y empezamos a reír por lo estúpidos que sonamos.

-Tengo hambre-dije separándome de él.

-Iré por algo de comer, te agradecería que te quedes aquí y no te pares por nada del mundo-yo doblé mis ojos.

- ¿Y si tengo que correr de un asesino? – el achinó sus ojos- Tal vez se meta uno y-el puso su dedo en mi boca.

-Solo no te pares, ahora vuelvo-asentí.

Cerré mis ojos y bufé, ya quiero salir de aquí.

Escuché el sonido de mi celular y lo tomé, me estaba llamando Ainhoa.

-Hola-dije alargando la "A".

-Bibi-dijo ella alargando la "I".

- ¿Qué más? -Pregunté y Otto apareció por la puerta con varias cajas de pizza.

-Nada, extrañándote-sonreí y Otto se sentó a mi lado.

-También te extraño-escuché un suspiro y luego se despidió.

Dejé el celular a un lado y centré mi atención en la pizza y en Otto.

- ¿Quién era? -preguntó abriendo una caja de pizza.

-Anny-dije tomando una pizza, son de pollo.

Hablamos y comimos entre risas y miradas.

Desperté y sentí un brazo rodeando mi cintura.

Moví el brazo y me di media vuelta. Otto parece un tierno perrito cuando duerme.

-Despierta-moví su cuerpo.

-Mhj-se quejó.

-No seas tan perezoso y abre los ojos-dije moviéndolo más.

-Eres tan molesta cuando te lo propones-abrió sus ojos y yo rodé los mío.

- ¿No tienes que ir a tu casa pequeño demonio? -el negó.

-Hoy también me quedaré-me tiré encima de el y le llené la cara de pequeños besos, la boca no.

-Te agradecería que quitaras tu pequeño cuerpo de mi hermoso y muy ejercitado cuerpo-siempre dañando los momentos.

Me alejé de el y me di media vuelta para tomar mi teléfono.

Prendí el celular y vi que tenía tres mensajes de Dina.

-Me iré a bañar-la voz de Otto me hizo despegar la vista de mi teléfono.

-Está bien, procura no resbalar, ese piso se presta mucho para hacer resbalar a las personas-el asintió y se metió al baño.

Abrí los mensajes de Dina y le respondí.

Dejé el celular en su lugar y centré mi atención en el techo.

-Iré por algo de desayunar-volteé hacía donde Otto y se veía genial.

-Sí señor-el me dio un beso en el cachete y salió.

𝐸𝑟𝑒𝑠 𝑙𝑜 𝑝𝑜𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒 𝑑𝑒 𝑙𝑜 𝑖𝑚𝑝𝑜𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒Where stories live. Discover now