Capítulo 18

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Hernán dejó la consulta médica con una enorme sonrisa en el rostro, esas dos semanas viviendo con el miedo de que no pudiese recuperar como debía esa lesión lo habían agotado tanto como la exigencia de la academia, pero finalmente el aburrimiento al que se había sometido perdiendo todas esas clases y pasando tantas horas en su habitación haciendo nada mientras esperaba que Andrei terminara sus clases, habían valido la pena porque su tobillo se había recuperado al 100%, como si nunca se hubiese lesionado, pasó todas las pruebas de fuerza, resistencia y movilidad, y aunque el doctor había estado sorprendido y le había recomendado que de todos modos se lo tomara con calma al comienzo, le dio el alta completa, sin limitaciones en sus actividades.

Lo único que quería era llegar a la academia para calzarse sus zapatos de danza e ir a su próxima clase, necesitaba sentir la música fluyendo por su cuerpo para que su felicidad se sintiese más completa, pero también necesitaba ver a Andrei para que eso ocurriera. Cuando el médico le dijo que todo respecto a su lesión se había curado bien, en la primera persona que había pensado y a quien quería contárselo era a Andrei, el castaño había estado con él conteniéndolo desde que había tenido el accidente, ayudándolo a dejar sus miedos y ver hacia el futuro con optimismo, y distrayéndolo de la mejor manera, aunque tampoco consideraba a Andrei una distracción, era verdad que lo hacía olvidar sus malos ratos y lo enfocaba en otras cosas, pero distracción no era la palabra, porque de ninguna manera estar con él era tiempo perdido.

Luego de la clase que tenía en ese momento debía asistir a espectáculo, ese día tocaba presentación individual de cantantes y no estaba tan al tanto de lo que Andrei presentaría, conocía algunos detalles del montaje, la escenografía y sabía que era una presentación íntima, probablemente algo romántico, pero nada más que eso. Con Andrei habían llegado al acuerdo un tiempo atrás que cuando quedasen las últimas evaluaciones, no comentarían los detalles de sus presentaciones para sorprenderse mutuamente; ambos sentían una profunda admiración por el otro y en ese tiempo se habían transformado en el fan número de cada uno, por lo que siempre se consideraban sus mayores críticos sabiendo que siempre se dirían la verdad y siempre sería con la intención de hacer mejorar al otro. Por eso estaba nervioso y ansioso, por verlo en escena, como esa primera vez donde cada cosa que hacía era algo nuevo para él y porque quería sentir sus brazos rodeándolo y su sonrisa radiante dirigiéndose sólo a él cuando le contara que había tenido razón y todo había salido bien como él siempre le había repetido.

Se encontró con Nicole y Geraldine en la clase quienes no dudaron en correr a sus brazos al verlo con su ropa de danza listo para unirse a ellas, ninguna de las dos consideró que había estado lesionado y se colgaron de él de modo que este las sostuviera como siempre hacía, soltándolo con una disculpa y ganando una risa de Hernán. Les contó todo lo que había dicho el doctor y mientras las chicas celebraban que estuviese totalmente recuperado se encontró con la mirada de Mateo, quien no estaba nada satisfecho con verlo ahí, pero que sinceramente esperaba se mantuviera al margen de hacer algo luego de lo asustado que se había visto por la amenaza de Andrei, aunque de todos modos no bajaría la guardia, porque sabía que en él no se podía confiar.

Bailó con un poco de temor al comienzo, pero luego simplemente se dejó llevar, era una clase de urbano y se sentía un poco como una fiesta de celebración, y la disfrutó a concho, quedando más agotado de lo que había quedado en mucho tiempo. Salió a darse una ducha rápida y se fue de inmediato a su siguiente salón a la clase que compartía con Andrei, sintiendo como su sangre corría tan rápido como cuando estaba bailando un rato atrás. Lo encontró junto al escenario, revisando que todo estuviese en orden, vistiendo un traje de chaqueta aterciopelado que jamás le había visto antes y que le quedaba demasiado bien, era todo un artista y hasta se veía un poco mayor, como un hombre realizado, más atractivo que nunca.

Caminos cruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora