Tae se encontraba atónito al leer el mensaje que le había llegado al celular.
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TaeTae, soy yo, Sungjae, debo volver al extranjero, ¿podría verte por última vez?
No, Taehyung se rehusaba a aquello, no iría a verlo, ¿por que le escribía cuando se iba y no cuando volvió?
Desorientado tomó rumbo a la farmacia para poder encontrar pastillas que le ayudaran a conciliar el sueño.
Pero por coincidencia, o al menos eso creía Tae, Kook estaba en esa misma farmacia a la que el había recurrido.
—¿Que haces aquí?— preguntó Taehyung.
—Solo pasaba por un refresco, que sorpresa. — dijo Jungkook intentaba sonar realmente sorprendido, pero de verdad que era malo en ello.
Pero Kim estaba tan sumido en su depresión que no pudo ni notarlo, su mirada se veía cansada y con cierta tristeza, entonces Jeon se sintió tan mal por el, que deseó animarlo un poco.
No tenía ni la mas mínima idea, sin embargo eso no era impedimento, podía inventar cualquier cosa, después de todo era todo un artista improvisando.
—¿Te gustaría ver un maratón de Harry Potter en mi casa?
Jungkook se sentía nervioso y no sabía la razón de ello, no quería ser rechazado por el más bajito, no, esa no era ni siquiera una opción, debía lograr que aceptara si o si.
—Yo... no-
—¡¿por qué..?! — Jeong no le dejo terminar su pregunta y con una gran sonrisa le interrumpió.— Se que lo disfrutarás, vamos...— imploró— estoy muy solo y a veces necesito un poco de compañía conmigo.
Taehyung se sintió mal por jungkook y terminó por aceptar, el mayor se felicitaba internamente por el gran logro y compro chucherías para comerlas en el transcurso de la película.
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Los chicos estaban tirados en el sofá disfrutando de la película, cada un por su lado, sus pieles no se rozaban, la única luz que era visible en aquel lugar era la del televisor, la cual a penas alumbraba sus rostros.
Iban empezando a penas la segunda película de Harry Potter y ya se habían acabado todas las golosinas.
—Iré por algo de beber, ¿gustas algo? - — preguntó Kook deteniendo la película.
Pero el pelinegro no obtuvo respuesta alguna, cuando fue a ver a Tae se encontró con la gran sorpre de que este dormía plácidamente, solo que se hacía una bolita el mismo intentando no sentir el frío que hacia aquella noche.
Fue imposible para Jeon no enternecerse ante aquella imagen, era tan tierna que por un momento creyo que Tae era irreal, entonces pensó en su bienestar y lo cargó con sumo cuidadoy lo llevó a su habitación, donde encendió la luz de su lampara y se dio cuenta de que Tae había estado dormido.
Su corazón se contrajo insoportablemente, pero no pudo hacer mas que buscar una manta para cubri el cuerpo que estaba en su cama.
—Kook, tú... ¿podrías acompañarme por esta noche? —preguntó Taehyung abriendo sus ojitos un poco.
El mayor acepto sin ningún tipo de disgusto y se sentó junto a Taehyung, no se permitió el acercarse tanto a este, ya que lo considero inapropiado, sin embargo este si lo hizo, poso su cabeza sobre las piernas bien formadas de Jungkook y le sonrío dándole las gracias.
Taehyung sabia que se arrepentiría de aquello a la mañana siguiente, pero la verdad es que necesitaba encontrar consuelo en otra persona, y la única disponible era Jeon Jungkook, el ex de su mejor amiga.
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