hair dye

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Hair dye

Post how we grew

Sentí unos golpes en la puerta de entrada del apartamento que Nico y yo rentábamos, y luego escuché cómo se abría.

— ¡Llegó el mejor compañero de clase del mundo!

Rodé los ojos, mientras caminaba por la cocina. Me acerqué a la cafetera que teníamos.

—Hola, Jake. Vas a querer un café, ¿no?

Escuché sus pasos detrás de mí, y el ruido característico de las sillas que teníamos del otro lado de la mesada.

—Claro, Sammy —Me volteé a verlo y me sonrió. Parecía seguir un poco dormido—. ¿Dónde está Nico?

Llevé mi mirada hasta el reloj que teníamos en una de las paredes. 9:05 AM.

—Su clase empezó hace cinco minutos. Se fue hace un rato y dijo que volvería tarde —El chico asintió y se quitó la gorra que traía en su cabeza. Abrí mucho los ojos, sorprendida—. ¡¿Qué le hiciste a tu cabello?!

Frunció el ceño.

—Está igual que siempre.

—Claro, por eso pregunto —dije, poniendo los ojos en blanco y volteando a tomar mi taza de chocolate caliente del microondas—. Está mucho más claro.

Se encogió de hombros, mirándome con una sonrisa cuando me recosté contra la mesada frente a él.

—Me gusta más así —Se limitó a decir.

Desayunamos en silencio y luego salimos del edificio, para caminar hasta la universidad. Las calles de Nueva York estaban repletas de gente apresurada y de turistas que no estaban acostumbrados al frío. Me envolví mejor en mi chaqueta mientras esperábamos a que cambiara la luz del semáforo.

— ¿Cómo está Kala? —pregunté—. No la he visto en semanas.

—Todo está en orden. Hoy no tenía clase; se ha quedado en el apartamento a dormir un poco más.

Asentí.

— ¿Qué opina de tu cambio de look?

Lo vi morder su labio inferior.

—No lo ha visto.

Solté una risa.

— ¿Y cuánto tiempo más pretendes ocultarle eso a tu novia?

—De hecho ya no hay vuelta atrás, pero no me decido sobre cómo enseñárselo.

Negué con la cabeza, aun riendo.

—Eres maravilloso, Jakey —dije—. ¿Hasta qué hora estarás en la universidad hoy? Quizá puedan venir los dos a tomar el té al apartamento.

Se encogió de hombros mientras esquivaba a una mujer.

—A las cinco termino con mis clases de composición. Supongo que Kala querrá verte. Cuenta con nosotros.

Comencé a hacer una lista mental de las cosas que tendría que comprar en el camino de vuelta a casa en unas horas.

***

Coloqué el último plato en la mesa mientras escuchaba el timbre. Alisé un poco el vestido que traía puesto y me acerqué a la puerta. Una chica sonriente, con rasgos asiáticos, me devolvió la mirada.

— ¡Sam!

Se lanzó a abrazarme, y yo le correspondí mientras reía.

—Bienvenida, amiga.

how we spent;; di angelo [ES]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora