how we spent;; di angelo [ES]

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— ¿Ya le dijiste de lo de Europa?

Así fue como Jake arruinó la cena anual entre amigos. Fruncí el ceño, con mis labios aún en una pequeña sonrisa. Dejé de hablar con Kala y Sun para darme vuelta hacia el rubio y su grupo de amigos.

— ¿Quién se va a Europa?

— ¿De qué hablas?

Los cuatro chicos quedaron en silencio. La música de fondo llenaba el ambiente, junto con las voces de los otros pequeños grupos que se habían formado a lo largo de la sala de estar del apartamento que compartía con Nico. La pequeña sonrisa desapareció de mis labios y me encogí de hombros.

—Bueno, no tienen que decirme si no quieren.

Los chicos se miraron entre sí. Frank se excusó para ir a buscar algo de tomar. Percy se levantó tras él, y fue hacia donde estaba su prometida. Nico se giró a mirar a Jake, con una ceja en alto. El chico estaba completamente rojo.

Dudé. ¿Debía ignorarlos y seguir mi conversación sobre el casamiento de uno de mis ídolos? Todo parecía demasiado sospechoso como para seguir mi vida sin indagar más.

—Nico —Cerró los ojos, suspiró, y finalmente se giró a verme. Vi culpa y enojo en sus ojos. Intenté conectar con él mentalmente, y no me fue muy difícil sentir su odio repentino hacia Jake. Atrapado—, ¿podemos hablar?

Sacó su labio inferior hacia afuera, intentando dar lástima.

—Pero estoy hablando con Jake.

—Neeks.

—Sam.

Me giré frunciendo el ceño hacia Jake, luego de escucharlo hablar.

— ¿Qué?

—Estamos hablando cosas de chicos.

Lo miré seria.

—No jodas —Mis ojos se encontraron con los de Nico—. Vamos.

Me levanté y tendí mi mano hacia Nico. Él la tomó a regañadientes y comenzó a levantarse.

— ¡Espera! —Bajé mi mirada hasta la unión de mi mano junto con la de Nico, ahora tapada por la presencia de la mano de Jake sobre ambas—. Sam, estaba dándole consejos sobre sexo.

Mis ojos se abrieron un poco por la sorpresa, y mis mejillas se tiñeron de rosa. Miré a Nico, quien no hacía más que observar a Jake con ganas de enterrarlo en el piso de un golpe.

—Enseguida te lo traigo, Jakey. Te lo prometo.

Sin más que decir, tiré de Nico hasta encerrarnos en nuestra habitación. Él fue hasta el balcón mientras yo cerraba la puerta con seguro. Seguí sus pasos y lo encontré recostado contra la baranda. Fui hasta estar a su lado, dándole la espalda a la calle.

—No estaban hablando sobre sexo.

—Claro que sí.

—Claro que no.

Lo vi rodar los ojos.

— ¿Por qué preguntas si ya sabes la respuesta?

—En realidad no pregunté, más bien lo afirmé —No pude resistir la tentación de llevar mi mano hasta su cabello y quitarlo de su rostro, acariciándolo repetidas veces. Él cerró los ojos, relajado—. ¿Quién se va a Europa?

—Percy.

— ¿Y por qué no me lo dijo?

—Quizá sea una sorpresa y quiere que vayas con él.