how we spent;; di angelo [ES]

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Spider-Man

Post how we grew

— ¿Estás segura de que quieres salir a la calle así?

Me volteé a ver a Nico, ofendida. El chico me miraba de arriba abajo con sus labios fruncidos y una ceja alzada.

—Yo no te dije nada sobre dejarte ver con ese cabello plateado, amigo.

Frunció el ceño. Terminé de arreglarme en el espejo, pasé mi mochila por mis hombros y fui hasta el mueble que había al lado de la puerta. Tomé de allí unos Converse negros.

—Soy tu novio.

—Lo que tú digas.

Salí al pasillo sin esperar a que terminara de calzarse. Presioné el botón y esperé a que el ascensor llegara a nuestro piso.

— ¡Sam! —gritó mientras cerraba el apartamento con llave, y veía al ascensor comenzar a cerrarse. Rodé los ojos y pedí que las puertas volvieran a abrirse—. Gracias —murmuró. Asentí. Nico tomó mi mano, pero la quité sin decir nada—. Oh, vamos, no te enfades por esto.

Me limité a mirarlo entrecerrando los ojos. Él volvió a chequear mi vestuario. Intentó ocultar su disgusto, pero no le salió. Lo vi tragar saliva.

— ¿Qué?

—Estás un poco ridícula.

—No estás mejorando la situación.

—Tu trasero se ve bien.

Intenté seguir luciendo enfadada. Dudaba que mis mejillas rojas ayudaran mucho.

—Cállate.

—Es en serio —Lo miré durante unos segundos con odio, antes de salir sin esperarlo hacia el vestíbulo de nuestro edificio—. Sammy, nena, no me dejes atrás.

No le hice caso y continué mi camino hacia afuera.

—No estás obligado a venir conmigo.

Sentí que tomaba mi mano y tiraba de mí hacia atrás.

—Ahora sí estás siendo ridícula. Te ves bien, pero las personas te están mirando mucho, y pueden ver demasiado si estás vestida así. Confío en ti, y en que no te importa que otros chicos te miren, porque sólo tienes ojos para mí—. Entrecerré los ojos. Él me dedicó una pequeña sonrisa sarcástica, pero la borró enseguida—. Es broma. Pero claro que quiero ir contigo. No me dejes atrás.

Rodé los ojos y entrelacé nuestros dedos. Comenzamos a caminar juntos.

—Maldita sea —exclamó.

Me giré a verlo.

— ¿Y ahora qué?

—Esas cosas que tienes en el antebrazo me lastiman.

—Son webshooters.

—Ya sé lo que son. Yo también vi Spider-Man.

—No me los voy a quitar —Lo escuché suspirar sonoramente—. Estás siendo un poco infantil, ¿no crees?

Soltó una risa un poco falsa.

— ¡Yo no soy el que está vestido de Spider-Gwen en pleno New York!

Estuvimos el resto del camino hasta el lugar donde se celebraría la Comic-Con en silencio. Una vez llegamos, fuimos a por nuestros pases, sin soltar la mano del otro en ningún momento. Después entramos por fin a la convención. Por todos lados veía cosas que me llamaban muchísimo la atención. Estaba fascinada con los productos que vendían. No podía quitar mis ojos de lo que me rodeaba.

— ¡Hey! —Escuché. Salí de mi ensueño para ver a alguien frente a mí con una cámara—. Hola. ¿Puedo tomarme una foto contigo?

El chico venía con su grupo de amigos detrás. Me giré a ver a Nico.

—Haz lo que quieras —masculló.

—Está bien.

El chico sonrió.

—Genial —Se dirigió a Nico y le tendió su celular—. ¿Podrías tomarla?

A mi novio no le fascinó la idea, pero asintió. El chico vino hasta mi lado y me rodeó con su brazo. Yo intenté hacer mi mejor pose de superheroína, luego de haberme puesto mi máscara. Antes de sentir el click de la cámara, sentí la mano del chico en mi trasero. Di un pequeño salto en mi lugar.

Sam. Sentí a Nico en mi cabeza. ¿Qué ocurre? Pasé unos segundos dudando si responder o no. El chico me manoseó un poco más. Me daba vergüenza decirlo. No pienso tomar la maldita foto hasta que me respondas.

Tragué saliva.

Me está tocando.

No pasaron más de tres segundos antes de sentir al chico despegarse de mí. Sin poder ver nada a través de la máscara, me abracé a mi misma y me quedé en mi lugar. Poco después, los brazos de Nico rodeaban los míos, mientras recostaba mi cabeza sobre su pecho.

—Tranquila —susurró junto a mi oído—. Ya estás conmigo.

Me di cuenta de que estaba temblando un poco. Estuvimos así unos minutos, hasta que me calmé por completo. Llevé mi mano a mi rostro y me quité la máscara. Nico me miraba desde arriba con una mirada cariñosa.

— ¿Estás mejor, linda? —Asentí, aún sin ganas de hablar—. ¿Quieres ir a buscar otro atuendo? —Moví mi cabeza hacia los lados. Él sonrió de costado—. ¿Quieres mi chaqueta?

—Por favor.

Se la quitó enseguida y me la pasó. Me ayudó a colocármela y revolvió un poco mi cabello una vez estuve lista. Dejó un beso en mi frente y tomó mi mano.

—Vamos. Escuché que Tom Holland estaría firmando cosas.

Abrí grande los ojos.

— ¿Hablas en serio?

—Sí —contestó.

—No tengo nada para que firme.

—Vamos a comprarte algo.

Lo miré con una sonrisa en el rostro.

—Te amo, Nico Di Angelo.

— ¿Lo dices porque gasto mi miserable sueldo en ti?

—Más o menos —respondí, siguiendo su juego.

Caminamos un poco más. Compramos un muñeco de colección solo por las dudas. No estábamos seguros de poder hablar con Tom.

—Ese chico está muy bueno.

—No podría estar más de acuerdo.

Hicimos la fila por casi una hora antes de efectivamente ver al actor famoso.

—No puedo creer que lo voy a conocer —dije, emocionada.

—Estás exagerando. No es la gran cosa.

— ¡Es el mejor Spider-Man de todos!

Puso los ojos en blanco.

—Pareces una adolescente hormonal. Ya tienes 20. Supéralo.

—Eres un aburrido —afirmé—. Espero Tom se enamore de mí y me lleve lejos de ti.

Alzó una ceja.

—Ah, ¿sí? —Asentí—. Seguro se interesa más por mí.

Abrí la boca dispuesta a discutir, pero el guardia de seguridad frente a nosotros nos interrumpió.

—Es su turno. Adelante.

Avanzamos juntos. Yo estaba súper nerviosa.

— ¡Hola! —saludó el chico británico—. ¿Cómo están? Wow, me encanta tu cabello, chico.

Al final Tom firmó mi muñeco detrás de bambalinas, mientras esperábamos a que vinieran los médicos. Nico se había desmayado de la emoción.