DRAKE.
Ver que ese imbécil le hizo daño a Brisa me partió el alma, dolió saber que no podía intervenir, ni siquiera pude moverme de mi sitio. Pero cuando se acercó a Natalia tomé valor y le empujé con tanta fuerza que se desplomó quedando inconsciente en el suelo.
Brisa huyó con Natalia en sus brazos, no sabía a dónde se dirigía y eso ya me estaba preocupando.
Les seguí hasta un gran acantilado, el viento soplaba con fuerza, le veía llorar aferrada a su pequeña hija, sollozaba y sangraba por su nariz debido a los golpes que le proporcionó su compañero, sé que se siente infeliz y utilizada, pues en todo el transcurso de su embarazo ese imbécil nunca estuvo presente y ella se sentía cada vez peor.
— Perdóname hijita — solloza abrazándola — sé que encontrarás un mejor lugar que este.
Se para en el borde del acantilado y antes de que pueda reaccionar se lanza al vacío sin siquiera pensarlo. ¿¡Qué hago!?
BRISA.
Estoy cansada de sobrevivir a los desaires de la vida, tampoco quiero que mi pequeña sufra sin su madre, así que si no hay lugar en el mundo para mí, tampoco lo habrá para ella. Suena algo egoísta, pero sé que Natalia no merece sufrir de ese modo, Dios sabrá perdonarme.
Salto al vacío, cierro los ojos esperando el impacto aferrada a mi pequeña quien presintiendo el peligro comienza a llorar, la vida pasa ahora mismo frente a mis ojos, siento como si el tiempo se congelara en ese momento, y para cuando me doy cuenta Natalia ya no está en mis brazos. Reacciono moviéndome desesperada, cierro mis ojos con fuerza preparándome para el impacto y un escalofrío me recorre todo el cuerpo, me estoy alejando del suelo ¿Qué sucede?
DRAKE.
Brisa ha saltado y yo no puedo detenerla, pero al menos podré salvar a Natalia. Me lanzo y la atrapo en el aire, separándola de los brazos de Brisa, regresándole su vida. La pequeña se aferra a mi como si me conociera, como si supiera que soy lo único que le salvará la vida.
¿Qué estoy haciendo? ¡Brisa tiene que vivir! Pensando en esto me impulso hacia abajo y agarro a Brisa justo antes de que caiga, salvándoles la vida a ambas. Las llevo al borde del acantilado de nuevo y antes de que ella pueda verme, desaparezco escondiéndome entre los árboles, ¿Qué es lo que haré ahora?, no puedo tocar a Brisa. La mancha negra se extiende por mi cuerpo hasta cubrirme el brazo por completo, Lucifer lo sabrá y yo estaré perdido.
BRISA.
¿Qué ha sido eso? Habría jurado que me lancé al vacío, pero pareciera que al abrir los ojos todo se hubiera vuelto un sueño. Estoy al borde del precipicio, reconsiderando la idea de abandonar el mundo, tengo una pequeña que me llenará de ganas de luchar, y tengo toda la actitud para salir adelante. Me retiro del acantilado corriendo con mi hija en brazos hasta la ciudad y en cuanto llego al apartamento, entro con cautela y observo que Christopher se ha ido. No me detengo a buscarlo, agarro el dinero que he estado guardando en mi cajón y salgo con las cosas de la bebé y algo de ropa para mí, con esto sobreviviré hasta que consiga un empleo.
Pago una habitación en un hotel lejos de ahí, me recuesto en la cama abrazando a mi pequeña niña, prometiéndole que nada en el mundo le va a faltar.
DRAKE.
— ¿Acaso quieres que vuelva a sufrir? — Lucifer está de espaldas sentado en una enorme silla
— No es lo que quiero y lo sabes, yo no podía dejar que ella muriera. Necesito que exista aunque no me recuerde — respondo mirando hacia el suelo
— De verdad que no entiendo todo esto que ustedes tienen. Un día la quieres, al otro sufres por ella y al siguiente instante la vuelves a querer ¿Qué es esto? ¿Un juego de sufrimiento? Drake, tienes que entender que ya no haces parte de la vida de Brisa, ella ya te olvidó, no recuerda ni la mitad de lo que vivió junto a tí, y al acercarte solo estas logrando que se confunda, y en cambio me obligas a mí a devolverla a su sufrimiento
— Como primera medida me dijiste que ella no iba a sufrir, le diste por compañero a una bestia insensible que al primer indicio de responsabilidad huyó dejándola peor de lo que yo la había dejado, haciendo incluso que tomara la decisión de aventarse al precipicio
— Mira tu brazo, Drake — ordena y yo obedezco
Es completamente negro, los dedos de mis manos están alargados y mis uñas parecen garras afiladas.
— ¿Qué es esto? — pregunto aterrado — ¿Qué me has hecho?
— La única bestia en la vida de Brisa eres tú mismo, si sigues tocándole ella va a sufrir y tú te convertirás en el monstruo que la condenó al purgatorio.
— ¿Purgatorio? — susurro
— Allá ira ella si sigues haciéndole eso — se encoje de hombros — Voy a darte una última oportunidad Drake, pero si vuelves a tocarla, Brisa morirá y llegara al purgatorio a quemarse en el fuego del infierno sin ningún tipo de piedad ¿Eso quieres?
— ¡No! ¡Nunca querría eso para ella! — suplico
— Entonces no me provoques — se da media vuelta y se va del lugar dejándome a solas con mis pensamientos
Espero que Brisa no vuelva a tomar ninguna decisión estúpida en su vida, no podré simplemente salvarla todo el tiempo del sufrimiento. Lo hago más por ella que por mí, a partir de ahora tengo que meterme en la cabeza que Brisa es inalcanzable, que no puedo tocarla por más que necesite hacerlo, que solo debe conformarse con sentir el hielo de mi presencia en su cuarto, porque ella y yo no nacimos para estar juntos.
"Los designios de Dios son complejos de comprender, cada segundo conlleva a un nuevo mar de lágrimas que derramar, a un nuevo camino que elegir.
Cambié mi felicidad por tu bienestar, y no me pesaría tanto si al menos hubiera valido la pena.
Te extraño y no sé si hacerte llegar ésta pequeña nota en el día de hoy, valga la pena. No quiero ser el monstruo que te condene al sufrimiento, desde ahora, seguirás sola, y tomarás las riendas en el empedrado camino hasta la muerte.
Te amo por siempre.
Drake."
![](https://img.wattpad.com/cover/191247462-288-k861993.jpg)
ESTÁS LEYENDO
TODO POR ELLA [Editada]
FantasySegunda parte de Brisa La historia que te hace ver el amor de una manera distinta