CAPÍTULO 11.

19 2 0
                                    

NATALIA.

Despierto por el sonido de mi alarma, recuerdo mi anterior discusión con Drake y me culpo por no querer escucharlo, todo se vuelve tan difícil, él no tiene la culpa, yo debería ser menos egoísta.

Me ducho y me visto como de costumbre para ir a la escuela, bajo los pequeños escalones que dan a la sala y le veo ahí preparando mi desayuno.

— ¡Estás aquí! — sonrío

— Hola — me devuelve la sonrisa — Siéntate, ya casi está listo

— Creí que no volverías después de... Bueno, ya sabes — admito bajando la mirada

— ¿Sabes? Soy como las cucarachas — me toma de la barbilla suavemente haciendo que le mire

— ¿Como las cucarachas? — le miro extrañada

— Así es. Por más que quieras sacarme, siempre volveré — sonríe

Río ante su comentario y él pone el plato del desayuno en la mesa, yo devoro la comida como si mi vida dependiera de ello y cuando termino llevo el plato a la cocina

— Escucha, Nati... Sobre lo de anoche...

— No Drake, no hace falta — suspiro — Te entiendo

Tomo mi bolso y salgo de la casa despidiéndome de Drake, espero que al volver siga aquí, quisiera contarle cómo estuvo mi día.

— ¡Natalia! — la voz de Joshua me sorprende — ¿Te llevo?

— ¿Hablas en serio? — le miro sin entender

— ¡Claro! — sonríe

Yo asiento y subo al auto, cruzamos algunas palabras hasta llegar a la escuela y cuando llegamos a los casilleros nos despedimos.

No sé si sea correcto sentir que lo quiero, es demasiado pronto y también demasiado ridículo, me torturó casi que todos los años de mi período escolar. Pero... Mi madre decía que jamás elegimos a quien querer, simplemente pasa.

DRAKE.

— ¿Qué es lo que quieres Lucifer? — hablo cuando le veo sentado en el sillón

— Sólo venía a ver qué tal va tu vida de libertad ¿Ya te enamoraste?

— ¿De qué mierda me hablas? — le miro con desprecio — Lárgate de aquí antes de que Natalia vuelva

— También vine a advertirte que sé lo que planeas hacer — me mira a los ojos — Si le explicas quién eres, jamás la volverás a ver

— Se supone que soy libre ahora — le recuerdo

— Eres un alma del infierno — se encoje de hombros — Siempre vas a pertenecerme

— ¡Lárgate! — le grito

Él desaparece sonriendo y dejándome a mí con una duda y una certeza: La duda: ¿A qué se refería con eso de que si ya me enamoré? Y la certeza: Ahora no podré explicarle a Nati el porqué nadie puede verme.

— ¿Drake? — la escucho abriendo la puerta

— Nati que bueno que lleg...

No puedo decir nada más, me callo de golpe cuando veo que tras ella entra un chico, desaparezco en un instante, pero puedo ver todo lo que pasa.

— Que raro, estaba aquí ésta mañana — voltea a ver al chico que la mira extrañado

— ¿Quién? — pregunta él

— Mi amigo Drake es... — ella nota que el chico no la comprende — Mejor olvidalo

Avanzan a la cocina y Nati prepara un plato de fruta, se lo pasa sonriendo y él le devuelve la sonrisa.

— Y... ¿Qué película quieres ver? — le pregunta con un brillo en su mirada que sólo indica una cosa: Se ha enamorado

— La que tú quieras está bien para mí — le miro analizando cada pequeña parte de su minúsculo cuerpo

— ¡Tengo una que es perfecta! — me sorprende oír lo emocionada que está.

Ambos se recuestan en el sillón con la vista fija en la televisión y yo no sé si irme y dejar de ver ésta ridícula manera de charlar o quedarme a vigilar que no le haga daño.

Opto por quedarme, y al poco tiempo descubro que ha sido la decisión mas acertada que he tomado en la vida.

— ¿Sabes Nati? — el chico la toma de las manos mirándola a los ojos — Eres muy hermosa.

Se acerca peligrosamente a ella besándola en los labios, es el primer beso de Nati, la primera ilusión de amor que ha tenido en toda su vida. ¡Y con éste idiota!

Veo que saca su teléfono en medio del beso y toma una fotografía sin que Natalia se percate ¿Qué significa esto? ¿A qué juega éste chico?

— Disculpa un segundo — escucho a Nati — Voy al baño

Ella se retira de la sala y yo puedo acercarme sigilosamente a ver al chico, puedo apreciar que está enviando un mensaje.

"Primera parte cumplida: besé a la loca.

No me pregunten como lo hice, pero, Patrick, me debes 15 pesos"

¡Maldito hijo de puta! Está jugando con Nati, todo esto es una apuesta, una sucia apuesta. Natalia no puede ir a ese baile con ese chico. Presiento que algo muy malo pasará.

NATALIA.

— Volví — hablo para Joshua — ¿Todo bien?

— Pues... No tanto — habla y yo me tenso pensando en que tal vez el beso que le dí no le gustó

— ¿Ocurre algo? — pregunto viéndolo a los ojos

— Tengo que irme a casa, mi abuela se enfermó. Quisiera quedarme mas tiempo contigo pero... Debo irme — besa mi mejilla — Hablamos mañana en la escuela

Asiento y él sale de mi casa dejándome con una sonrisa idiota en mi cara, fue mi primer beso ¡con uno de los chicos mas populares de la escuela! Éste día no podría ser mejor.

— Hola — Drake aparece tras la cortina

— Hola — le sonrío

— ¿Y esa cara? — pregunta viéndome con una sonrisa

— Joshua me besó — le miro y noto que su rostro se oscurece

— ¿¡Qué!? — grita haciendo que me sobresalte

— Fue el mejor beso que alguien me haya dado.

— ¿Eso crees?

No me da tiempo a reaccionar cuando estampa sus labios con los míos fundiéndolos en un beso lento pero demandante. El frío de sus manos se hace presente en mi cuerpo y me estremezco, pienso en lo que hago y le empujo con fuerza.

— ¿¡Qué haces!? — le grito

— Nati, lo siento, yo... No quería...

— Mejor vete — susurro

— Nati, por favor perdóname

— ¡Lárgate! — le grito

El desaparece y yo comienzo a llorar confundida por lo que acaba de suceder, Drake me besó. No pudo soportar que yo conociera a alguien más, es tan egoísta, solo quiere que sea para él. ¡Tengo mi propia vida! Él tiene que entender, y si la forma es alejándome, pues así será.

TODO POR ELLA [Editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora