Primero de mayo.
Me coloqué el uniforme y tomé una saco, hacía un día frío en Canadá.
Bajo a la cocina y mamá seguía aún aquí por lo que me siento a un lado de mi hermano tomando el desayuno. Mi madre seguía enojada eso era seguro pero traté de ignorarlo.
- Creo que es hora de que les diga algo importante.-dice mi hermano rompiendo el silencio.-
-¿De qué hablas?-digo curiosa mientras tomo un sorbo de café.-
-En unos meses saldré de la preparatoria y me han llegado algunas cartas de universidades. No había dicho nada porque creí que esta debía ser mi decisión.-suspiró.- Y en verdad ha sido muy difícil.
Mamá sonríe orgullosa y la verdad es que me sentía igual que ella, mi hermano iría a la universidad pero toda felicidad acabo al escuchar sus siguientes palabras.
-Me iré a Columbia en Nueva York junto a Travis. -suelta de golpe esto haciendo que todo frío desapareciera.-
Sentía calor y por momentos había olvidado respirar, mi taza cayó en la mesa haciendo que el café empezase a manchar la misma.
Se iría, Adam me dejaría y no solo el se marcharía, Travis le seguiría.
- Estoy muy feliz por ti, hermano.
Me levante de golpe tomando mis cosas, deje un beso en su mejilla y salí de casa, necesitaba aire fresco. Mire el auto de Ian llegar pero no podía caminar, me sentía vacía como si todo lo bueno hubiese acabado ya. No podía evitar que las lágrimas no salieran, no quería que se fueran, aunque sonara egoísta los necesitaba y no soportaría seguir mi vida sin ellos.
Con todas mis fuerzas subí al auto de mi amigo, empezaba a escuchar a mi hermano gritar mi nombre dentro de casa, no quería verle en estos momentos porque si le veía a él o a Travis me derrumbaría.
-¿Estás bien? ¿Que sucedió?-dice mi amigo mirándome confundido y asustado.-
-Te lo explicó todo pero conduce, por favor.-murmuró secando mis lágrimas por lo menos lo intentaba.
Hizo caso y empezó a conducir hacia el colegio mientras escuchaba lo que decía y en realidad no se si comprendía, lloraba cada vez que lo mencionaba y no me había dado cuanta que llevábamos ya unas cuantas horas en el coche.
Me solté del abrazo de Ian mientras hacía pucheros y este limpio las pequeñas lágrimas que había en mis mejillas, le sonreí apenada mientras me hacía bolita en el asiento.
-Intento ser fuerte pero todo me lo ponen de golpe.-le mire recostando mi cabeza en la rodilla de mi pierna.- Eres buen amigo, Denz.
-Es bueno soltar las cosas, aveces es lo mejor que uno puede hacer.-me mira desde su asiento.-
-Estoy feliz por ellos en verdad, pero me destroza que se separen de mi.- confirmó siendo honesta.-
-Mira el lado bueno-me dice- tendrás una excusa para ir a Nueva York.-trata de animarme y le sonrió por ello.- Yo también he tenido muchos cambios en mi vida y he abandonado a mucha gente, pero al final aprendes de todo, y conoces gente increíble. - sonrió.-
-¿Como lo superaste?-le miró.-
-Tardas en hacerlo pero el tiempo siempre vendrá siendo tu amigo. En Grecia tuve muchos amigos y más que eso familia, me mudé a Italia durante unos meses y también hice amigos aunque ninguno se comparara a los amigos que obtuve en Barcelona.
Sonreí al escucharle hablar, me gustaba mucho cuando Ian me contaba acerca de su vida.
- ¿Hablas aún con ellos?-le miró acomodándome en el asiento.-
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Estrellas Fugaces
Teen FictionAlejarse de las personas que más quieres es un reto difícil que la vida pone en nuestros caminos, pero debemos dejar ir el pasado para seguir escribiendo nuestro futuro. Que sentirías si descubrieras que tu vida entera fue una mentira, si toda tu v...