C A R A M E L M A C C H I A T O. [ K O O K M I N]☕

T R E C E: Blond

Yoongi lo miro confuso, demostrando que no estaba entendiendo de que hablaba Jimin.

- ¿la conoces?- preguntó el menor ante la mirada de Min.

- me temo que no ¿qué pasa con ella? ¿O él?

Jimin lo miro aún más confuso, ¿será que se trataba del mismo Yoongi?¿cuántos Min Yoongi habían en Seúl? Todo se volvia confuso y se desordenaba aún peor.

- no pasa nada.- contestó.- una chica con ese nombre llamó y pregunto por ti, se me hizo extraño, realmente parecía interesada en ti...- dijo poniéndose de pie para luego dirigirse a la cocina.

- ¿estas celoso?

- ¿eh? Ammm un poco Si.- mintió desviando la atención.- ¿qué quieres cenar?.- dijo ya estando detrás de la barra desayunadora y fingiendo buscar algo en la nevera.

- lo que sea vendría bien, pero.- dijo acercándose por detrás de Jimin.- ¿por qué estás celoso? Si sabes que sólo tengo ojos para ti, aparte... ¿una chica?.- sostuvo la cadera contraria con delicadeza.- ¿Cuántas veces tengo que hacerte el amor está noche para que te des cuenta que no me gustan las chicas?.- susurró a su oido mientras acariciaba las caderas del rubio y se pegaba a él con necesidad.

Jimin sintió sus piernas débiles, su corazón latio con euforia, más su cabeza no dejaba de dar vueltas en lo que Jungkook y Rose le habían dicho esa tarde. Deseaba que al día siguiente que vaya a la empresa y pidiera más detalles, se tratara del Yoongi equivocado. El aún no entendía que tenía que ver en todo eso, aceptaba que quizá antes haya tenido una relación heterosexual, pero la muerte de alguien y ese alguien siendo supuestamente su ex novia lo dejaba pasmado, que haya sabido algo y no haber confesado o ser cómplice era enfermo. Suspiro intentando relajarse y alejar los pensamientos. Con delicadeza acaricio las manos de su amado y las apartó gentilmente.

- no me siento bien hoy.- dijo mientras se daba a vuelta y lo miraba, acaricio su rostro y luego le sonrio.- no es necesario que me hagas el amor tantas veces, yo se que me amas, y basta con que todas las noches te recuestes a mi lado y me abraces a ti, el despertar y verte es más que suficiente para mi.

Yoongi dibujó una sonrisa sincera en su rostro y seguido lo besó, un beso delicado, cálido y lleno de amor eso hacia sentir a Jimin mariposas y electricidad por todos lados, pero está vez, solo sintió el sabor a tacabo y la menta que usaba para disfrazar en olor.

- pediré pizza.- aviso Jimin separándose de él para ir por su celular.

Luego de que la pizza llegará y ambos cenaran, tomaron una ducha por separado, Jimin se durmió sin esperar a Yoongi y este último sintió que las cosas iban mal, ¿realmente Jimin estaba así por celos?.

La mañana siguiente Jimin despertó con el delicioso aroma a tostadas calientes, tocino, huevos fritos, café, panqueques con mermelada, y jugo de naranja recién exprimido, sus somnolientos ojos sonrrieron con ternura al ver a Yoongi de pie junto a la mesa que terminaba de poner.

- oh... despertaste, estaba por ir por ti, ¿hice mucho ruido? Lo siento, solo quería darte una sorpresa.- Jimin acomodo sus pijamas sonrio y se acercó a él, dejó un corto beso sobre sus labios.

- buenos días para ti también Yoonie.- se sentó y miró todo asombrado.- luce delicioso.

- no se que haya pasado anoche, pero en serio, no tengo ni idea de quién sea. Puede ser alguien que quiere grabar algo con la disquera, o no se, tengo que preguntarle a Namjoon ahora que llegue con él.

- no fue nada de eso Yoongi, había sido un día cansado, el rodaje, cambios de vestuario, estaba agotado.

- ¿quieres ir a que te den un masaje? Para relajarte.- Jimin negó dispuesto a empezar a comer.

- no, solo es cuestión de descansar un poco y acostumbrarme a la vida laboral.- rio.- ¿vas a comer conmigo?

- he picado mientras lo preparaba y no tengo apetito. Iré a ver a Namjoon ahora mismo, tememos trabajo y tengo que preguntarle sobre esa tal Rosé.- se acercó y beso su frente.- come todo, te veo más noche. Te amo.

Sin decir más, fue a su habitación se ducho y en menos de 10min ya estaba abriendo la puerta.

Jimin resoplo cansado, Yoongi no parecía alguien como el que Jungkook y Rosé describían, al menos no en la actitud.

Terminó de comer y lavo los trastes, era temprano y no tenía clases hasta más tarde, se ducho y cambio por ropa cómoda, pensó que lo mejor para distraerse era dar un paseo y beber un poco de café recién tostado.

Camino lento con sus manos dentro de su abrigo, sus botas de invierno y aquel gorrito de lana que habia tejido hace unos años. Hacia demasiado frío en las calles. Paso por aquella calle donde había pasado todas las mañanas para ir a clase y recordó la primera vez que vio a Jungkook. Recuerda la avergonzado que estaba y lo abobado que quedo al ver a ese ser humano tan radiante. Recuerda las veces que lo observo de lejos buscando una manera de disculparse, lo cual no tenía ni idea pues el hombre no demostraba nada más que adorar el café y así surgió la idea, conocía a una vieja anciana que siempre vendía frutas en la calle, ella era como él, podía verlos, tocarlos, y hablar con ellos, así que pidió su ayuda para averiguar que era lo que el señor  bebia. Lo cual la costó 3 dólares y comprar un kilo de mandarinas. Con ayuda de un fantasma la señora averiguo el tipo de café que bebía Jungkook, Jimin se sintió estafado pues era algo que el podía pedir a cualquier otro espíritu.

El día que se disculpó sintió tanta vergüenza y pena que pidió a todos los dioses jamás volver a verlo, incluso si había dicho lo contrario. Lo cual a final de cuentas no había resaltado tan mal.

Min Yoongi caminaba con direccion a la estación de trenes donde tomaría el tren que lo dejaría cerca de la disquera, sostuvo su abrigo que se volaba con el aire, suspiro un momento intentando calentar su cuerpo y cuando abrió los ojos estaba dentro del tren. Miro confuso a su alrededor, la gente distraída no le tomaba la mínima atención, vio la línea y se sintió aliviado de que en medio de esa laguna pudo tomar el tren correcto y así evitarse el tomar otro para llegar a su verdadero destino.