𝐈𝐍𝐅𝐈𝐄𝐋┃𝐘𝐌

Parte Tres.

(Llevo escuchando esa canción bastantes veces desde que salió. No es sorpresa que lo haga mientras escribía esta parte.)

La habitación había dejado de parecerme conocida, incluso aquel lugar que llamaba hogar parecía haber dejado de ser uno.
Estabas conmigo, compartíamos la cama esta noche sin ningún problema, no hubo discusiones, ni charlas largas antes de un "buenas noches".

¿Cuándo comencé a sentirme de esta forma?

Dormías plácidamente a mi lado, tú semblante era tranquilo y tú respiración permanecía calmada.

¿Cómo puedes dormir de esa forma cuando me estás mintiendo?
Todo aquello que ocultas, tú doble vida a mis espaldas, ¿por qué estás tan calmado?

Hace varios días en un descuido logré ver la clave que guarda los secretos en tu teléfono móvil.

¿En qué me he dejado convertir?
Me levanté con cuidado de la cama y camine hasta la pequeña mesita de noche que escogiste cuando decidimos vivir juntos.
Mis manos tiemblan a medida que voy presionando los números en la pantalla. Mi respiración se acelera y no quiero mirar.
No quiero que mi corazón se rompa.
Ahora mismo veo el registro de llamadas, apreciando el nombre que tanto me temía en su mayoría.
Mis dedos no volvieron a presionar la pantalla hasta diez segundos después.
No quiero.
No quiero esto.
Entré a los mensajes, mirando cada una de las palabras tiernas que solías decirme.
Me había derrumbado ahí mismo.
Entre más retrocedía los días, más parecías pisar los pequeños trozos de mi corazón.
¿Desde cuándo, Min YoonGi? ¿Cuándo empezó todo esto?

Hiciste un pequeño sonido con tu boca que me hizo casi arrojar el móvil.
Me quedé estático mirándote.
Aún seguías dormido, te acomodaste en la cama y abrazaste parte de tu almohada.

Suspiré volviendo a dejar todo en su lugar.
Esa noche no volví a dormir.
No pude parar de caminar por la habitación preguntándome el motivo de todo esto.
Aún no podía saberlo con claridad.

¿Qué era lo que no tenía?
¿Qué cosa encontraste en él que conmigo faltaba?
¿No fui lo suficiente para ti?
¿Desde cuando dejé de ser un buen esposo?
¿Alguna vez lo fui?
¿Eras feliz a mi lado, Min YoonGi? ¿O solo creías serlo?

Si no eras feliz, pudiste decirlo. Pudimos terminar todo de una forma sana, pudiste dejarme y buscar tu felicidad con él.

¿Por qué recurrir a esto?
¿Querías dañarme?
¿De alguna forma me lo merecía?

Tan fácil que sería decirme adiós ¿o no?
Porque si no te importo cuanto podría arruinarme todo esto, no te debía de haber importado hacerlo como se debía desde un principio.

No podía entender cómo no sentías ni un poco de remordimiento.
No podía entender cómo me mirabas a los ojos jurándome un amor que ya no existía.

Creo que esa noche fue la peor de todas.
Esa noche fue en la que me di cuenta de que toda nuestra historia había sido una farsa.
Que ya nada valía la pena y que nunca iba a poder hacer algo para que tú, la persona que más amaba en el mundo, aquella persona por la que dejé todo, me mirara como lo hizo la primera vez.

Si es que aquella mirada alguna vez fue sincera.