Demasiado Tarde

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Escuchaba ruidos ¿Era afuera? ¿Era en su cuarto? ¿Alguien había entrado? ¿Alguien se acercaba? No podía distinguir con exactitud de donde provenían los ruidos, estaba muy cansada y no tenía fuerzas para despertar, esperaba que solo fuera producto se su cansancio, paso un tiempo no había ruido, supuso que todo había sido producto del agotamiento, decidió volver a concentrase en soñar, había tenido un buen sueño antes que el ruido despertara su conciencia, había soñado con Natsu, nada había cambiado seguían siendo tan buenos amigos ¿Podría volver a soñar de nuevo con eso? Como lo deseaba, escapar de la realidad que ahora la abrumaba; un nuevo ruido la alerto, ¡su cama, alguien se apoyaba en ella! Si tan solo pudiera despertar, en ese momento sintió un calor que le pareció muy familiar, una respiración muy cerca de ella, escucho como la llamaban, Lucy, era lo que decía era su voz, claro que lo era reconocería esa voz aun en una multitud era la voz de Natsu, él estaba llamando, y ella le contesto –Natsu…-.

Golpes, alguien golpeaba fuertemente la puerta, aun cansada el miedo la hizo reaccionar, causando que abriera los ojos, Lucy había despertado, volteando en todas direcciones no logro verlo, había sido un sueño, su mente le jugaba bromas muy crueles y a la vez muy placenteras, lo sintió tan real, su calor, su respiración y tacando sus labios disfruto del pequeño momento de felicidad que había vivido.

Otra vez golpes, alguien golpeaba su puerta trayéndole de nuevo a la realidad se asusto era muy tarde solo un loco tocaría de esa forma y a esa hora….

-¡¿Lucy estas ahí?! ¡contesta! ¡¿Estas en casa?! ¡Abre la puerta!- Lucy inmediatamente reconoció la voz era Gray, ¿Qué había pasado para que viniera como loco en la madrugada y golpeara su puerta de esa forma? ¿Algo malo? ¿Natsu? ¿Algo malo le había pasado a Natsu? Comenzó a implorar con toda su fuerza esperando que fuera suficiente protección, asustada entrando en pánico corrió a la puerta y al abrirla se encontró con el dueño de la voz, en efecto era Gray.

-¡Donde rayos has estado! ¡Te he estado buscando por toda la ciudad! ¡Solo me falto por debajo de las piedras! ¿Por qué todos tienen la costumbre de desaparecer en los momentos menos indicados?- gritaba Gray mientras se adentraba a la habitación sin el permiso de su dueña.

-¿Qué?- dijo Lucy, estaba sorprendida a que venía esa actitud, parece ser que no era la única que tenia momentos de histeria.

-¿Dónde rayos has estado?- volvía a gritar Gray mientras como si hubiera sido invitado se sentaba en el sillón con un rostro que reflejaba cansancio.

-estuve en Fairy Hills en la habitación de Erza, las chicas se preocuparon por mí y me llevaron para que descansara, pero no lo conseguí así que preferí regresar a mi casa necesitaba dormir- una Lucy de aspecto ya más recuperado le explicaba, si bien las ojeras no habían desaparecido no eran tan notorias y su rostro había recuperado color, sus ojos no tenían el color rojo que los habia caracterizado desde hace un par de días.

Claro ¿Cómo es que no lo había pensado?, Fairy Hills fue el único lugar que no reviso, pero es que cuando lo pensó el rostro de Erza fue lo primero que se le vino a la mente y el temor recorrió su cuerpo, ella lo había visto hablando con Natsu si se la encontraba seguramente le preguntaría el por qué el comportamiento de su amigo, recordar el posible interrogatorio por parte de Erza le causo nuevos escalofríos, así fue como paso por alto el lugar más probable donde la joven rubia estaría.

-¡rayos de haber sabido que sería tan difícil encontrarte para hablar!- comenzó a gritar nuevamente -¡mejor hubiera detenido a ese Idiota a golpes!-.

Perdoname NatsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora