Es como te lo dije cariño, tu y yo... Nacimos para morir
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"¿No tienes miedo de que a veces todo se vaya a la mierda?
Personalmente... si, pero tengamos miedo juntos Derek"
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"¿Que soy para ti Derek?
Eres como...
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CAPÍTULO UNO
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"el bosque"
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Leah se encontraba en su habitación, la música resonaba por los audífonos que traía puestos mientras pintaba sobre el lienzo que tenía frente a ella, solía pintar cada vez que necesitaba descargar tensiones o liberar un poco sus ideas y ahora más que nunca necesitaba relajarse, con todo lo de divorcio de sus padres y la gran disputa que tenían de "yo me quedaré con una y tu con la otra" o el típico "Que las niñas decidan" para ver quién se quedaría con la tenencia, la tenían harta, pero era más que obvio que ella nunca se separaría de su hermana, tenían una promesa.
«De la cuna a la tumba»
La chica rió al recordar a ella y a su hermana con tan solo 10 años, luego de la primera fuerte pelea de sus padres, se habían subido al techo de la casa para no tener que oírlos gritar.
[...]
—¿se van a divorciar verdad?— pregunto la pequeña Lydia.
—Es lo más probable Lyds— le respondió su hermana quien en estos momentos podría decirse que era la más madura para estas situaciones.
—No quiero que se separen— hablo escondiendo su cabeza entre sus rodillas.
—es lo mejor, no creo que sea bueno oírlos gritar todos los días hasta que cumplamos dieciocho—Leah paso sus brazos por los hombros de su hermana.
—no es por eso, si ellos se divorcian, papá tendrá que irse de la casa y lo más probable es que una de nosotras tendrá que irse con él, no quiero que nos separen Lee.
—tengo una idea, no será necesario que nos separen, haremos una promesa, para que, pase lo que pase, nunca estemos lejos la una de la otra ¿si?— Leah trato de animar a su hermana quince minutos más pequeña.
y esa noche de luna llena, las gemelas Martin hicieron su promesa, estarán siempre juntas y jamas discutirían por razones tontas, ellas están unidas, de la cuna a la tumba. Pero había algo que las gemelas no sabían, esa misma noche de julio, la magia de Leah cobraría vida.
[...]
los recuerdos de la chica se vieron interrumpidos por unos insistentes golpes en su ventana y los gritos de su mejor amigo.
—Leah!!
La rubio fresa quito sus sus audífonos, dejo la paleta y los pinceles sobre la mesa que se ubicaba al lado del caballete y camino hacia la ventana tronando un poco su cuello y acomodando sus gafas.
