El Tritón del Yakuza

Capítulo 1.

Cuando Asami despertó en la orilla de aquella pequeña cala, el sol estaba ya muy alto. Su ropa aún húmeda y llena de arena, se pegaba a su piel de forma molesta. No recordaba muy bien qué hacía allí. Lo último que recordaba era a un hermoso joven de ojos azules y pelo de fuego...Feilong empujándolo al mar...antes de eso estaba con Akihito en aquel hotel... Cuando recordó a su amante se puso de pie rápidamente. Si Feilong le había capturado a él ¿qué había ocurrido con su amante? Seguramente estaba retenido por ese chino maníaco...
Miró a su alrededor, no había ni rastro del chico que le había salvado de morir ahogado. Intentó ubicar su situación pero el lugar le era totalmente desconocido. Se encogió de hombros restando importancia al hecho de estar perdido. Comenzó a caminar alejándose de la costa, primero buscaría un lugar donde ducharse y descansar y luego se pondría en contacto con Kirishima. Su mano derecha debía estar preguntándose dónde demonios estaba.
No tuvo que caminar mucho para darse cuenta de dónde se encontraba.

- ¿ÔSHIMA? - preguntó Kirishima tan sorprendido que no notó que estaba gritando. Cuando se dio cuenta de su error, volvió a su tono serio y tranquilo de siempre.
- Asami-sama, ¿puede explicarme que hace en una de las islas Izu? - dijo el asistente intentando no alterarse - lleva desaparecido desde ayer, ¿qué le ocurrió?

- Kirishima ahora no es tiempo de explicaciones, manda alguien a buscarme y un cambio de ropa, estoy en un ryokan llamado "Gensenkakenagashi" y ni una palabra a nadie - contestó Asami algo molesto.

- Mandaré algunos hombres.

Tras decir esto Kirishima colgó y envió a tres de sus mejores empleados a buscar a su jefe. ¿En qué lío andaría metido para haber acabado en semejante lugar? se preguntó el asistente masajeandose las sienes, pues comenzaba a dolerle la cabeza.
Takaba había llegado en plena madrugada y se había llevado todas sus cosas. El fotógrafo no quiso explicarle a dónde o el por qué se iba, sólo le dijo con una sonrisa que tenía el permiso de Asami para marcharse. Kirishima pensó en retenerlo allí hasta que Asami volviera, pero finalmente no se atrevió a ir contra las órdenes de su jefe. Si Takaba tenía su permiso, no sería él el que se lo negara, no quería morir aún.
Aún así, le pareció muy sospechoso que Takaba se marchara de allí y más sospechoso aún que Asami Ryuichi le dejara irse tan fácilmente, por eso, después de que Akihito saliera del edificio, mandó a dos de sus hombres a seguirlo para ver a dónde se dirigía y sobre todo con quién.

Cuando Asami regresó por fin a su apartamento suspiró cansado. Antes de enfrentar a su asistente que sin duda le acosaría a preguntas, tomó un baño caliente para relajarse un poco tras semejantes acontecimientos. Se recostó en la bañera cerrando los ojos, rememorando todo lo ocurrido. Ese maldito chino se las iba a pagar. Le iba a destrozar y echaría su maldito cadáver maltrecho a la bahía de Tokio. Luego pensó en Takaba. Estaba preocupado por ese estúpido fotógrafo que siempre se metía en líos. Su relación no había empezado del todo bien, puede que hubiera abusado un poco del joven rubio, se reconoció a sí mismo, pero había llegado a amarle a su manera y no dejaría que Feilong se quedara con él... Después su mente voló hacia el hermoso joven que al parecer le había salvado la vida. No sabía su nombre ni dónde encontrarlo, pero eso no le haría rendirse de buscarlo.

Salió del baño más tranquilo y con las ideas bastante más claras. Se vistió con un impecable traje de Armani y salió en busca de su asistente. Era hora de ponerse en marcha y buscar venganza contra Liu FeiLong.

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Kirishima se puso terriblemente pálido cuando Asami le apuntó con el arma a la cabeza.

- Repite eso Kirishima - dijo el empresario con una voz tan serena que daba escalofríos.

- Takaba se marchó en la madrugada, dijo que tenía su permiso para irse de aquí...

-¡COMO DEMONIOS PODRÍA ESO SER CIERTO IDIOTA! - ahora Asami si gritaba a pleno pulmón - MÁS TE VALE SABER DONDE ESTÁ TAKABA... SI NO, ATENTE A LAS CONSECUENCIAS...

En ese momento, Kishima se felicitó internamente por sospechar del fotógrafo y mandar seguirle.

- Asami-sama, cálmese por favor, me pareció muy extraño por lo cual pedí que le sigueran. Los hombres que mandé deben estar por regresar con la información de su paradero.

El empresario enfundó de nuevo su arma y miró a los ojos a su asistente.

- Kei, eres consciente de lo que implica que Takaba se fuera del apartamento después de mi desaparición ¿verdad?

Kirishima se estremeció cuando su jefe le llamó por su nombre. Eso sólo significaba que no sólo estaba furioso, también extremadamente dolido.

- Si Asami-sama - contestó Kirishima desviando la mirada de esos ojos dorados - soy consciente de lo que implica.

- Si Takaba me ha traicionado, no habrá lugar dónde pueda esconderse.

El sonido del ascensor abriendo las puertas los sacó a ambos de sus pensamientos. Dos hombres vestidos con trajes negros entraron hasta el salón. Asami se encontraba sentado en el sofá, Kirishima de pie detrás de su jefe.

- ¿Habéis encontrado algo? - preguntó el asistente acercándose a los dos empleados.

- El señor Takaba se dirigió al aeropuerto. Estuvimos esperando para ver cual era su vuelo. Intentó tomar un avión a Nueva York.

Asami y Kirishima se miraron compartiendo sospechas.

- Así que ese desgraciado se alió con Feilong para acabar conmigo y ha huido a Estados Unidos - dijo Asami furioso.

Los empleados se miraron entre sí y guardaron silencio hasta que les hicieran otra pregunta.

- Espera, ¿intentó? - preguntó Kirishima extrañado - ¿acaso no tomó el vuelo?

- No señor Kirishima, unos hombres lo interceptaron y se lo llevaron - dijo uno de los guardias - reconocí a Yoh entre ellos.

Yoh, pensó Asami, la mano derecha de Liu Feilong. Sin duda el chino se había llevado a Takaba.

- ¿Y a dónde se lo llevaron? - interrogó Asami.

- Fueron a un hangar fuera de las pistas, donde le hicieron subir a un avión privado. No sabemos a dónde se dirigieron pero sospechamos que lo llevaron a Hong Kong, ante la presencia de su jefe - contestó el otro empleado.

Kirishima hizo un gesto para que se retiraran y observó como el rostro de su jefe se ponía lívido de la rabia. No quería ser Takaba en esos momentos...

- Cuando le ponga las manos encima a ese fotógrafo deseará no haber nacido - susurró Asami de forma aterradora.
Si había algo que detestaba era la traición. El empresario había dejado entrar en su frío corazón a Takaba y ahora la ira y el odio se mezclaban con la tristeza y el dolor de saberse traicionado por la persona que amaba.

- Asami-sama, ¿recuerda que pasó después de caer al agua? - preguntó Kirishima - ese joven del que me habló ¿ recuerda su nombre?

- No - contestó el empresario mientras encendía un cigarrillo - no me dijo su nombre ni se a dónde se fue después de sacarme del agua.

- Si le llevó a la orilla es de suponer que estuviera en el muelle y lo viera todo, deberíamos tratar de buscarlo señor - dijo el asistente ajustándose las gafas.

Asami asintió y se levantó del sofá para ir a su habitación. Necesitaba dormir, había sido un día infernalmente largo.

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> Ôshima es una isla frente a la costa de Tokio y que pertenece a la misma prefectura.

> Ôshima pertenece al grupo de islas llamado islas Izu.

> El ryokan Gensenkakenagashi existe realmente en Ôshima.

> Un ryokan (旅館) es un tipo de alojamiento tradicional japonés que originalmente se creó para hospedar visitantes a corto plazo.

> Como curiosidad, el cráter que hay en la isla Ôshima Izu fue usado como escenario para una película de Godzilla.

> Los personajes de Viewfinder no me pertenecen, son de Yamane sensei.

> Gracias por leer <3
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