Crónicas de una Sobreviviente: Tempestad.

Prólogo

Las explosiones se oían a distancia, aun así se encontraban demasiado cerca, mis papas, mi hermana y yo salimos corriendo para alejarnos lo más posible, la gente a nuestro alrededor hace lo mismo. Las explosiones estaban cada vez mas proximas. ¡Boom! ¡Boom! ¡Boom!

Ahora se les unían las marchas marcadas y sonoras de soldados, que marchaban colina abajo, me gire a verlos y note que las armas las tenían listas para disparar, no llegarían obligándonos a rendirnos, nos matarían.

Seguimos corriendo y en mi mente solo podía escuchar el estruendo detrás de nosotros, los disparos comenzaron, la gente caía por nuestro alrededor, parecían árboles recién talados, pero en cambio nadie gritaba el  ¡Fuera abajo!. Así que torpemente chocaba con muchos cuerpos heridos. Estoy cubierta de sangre que no me pertenece.

Escucho un golpe sordo, dirijo mi mirada a donde se generó el sonido y me doy cuenta que mi madre es la que a caído, inconsciente..., inmóvil..., muerta. Tiene los ojos abiertos, y yo siento la profunda necesidad de correr hacia donde esta y cerrárselos. 

Todo pasa muy rápido, las emociones me dominan y se mezclan entre si, siento que estoy a punto de estallar, la presión aumenta, mis piernas se debilitan, mis ojos se vuelven cristalinos, las lagrimas gritan por salir.

Comienzo a ir en su donde se encuentra mi madre, todo parece haberse esfumado, quiero abrazarla hasta que amanezca, y darme cuenta que esto a sido solo una horrible pesadilla, pero no es así, ella a muerto, el charco de sangre que se acumula alrededor suyo es inmenso, casi llego a ella pero siento un tirón en mi suéter tejido. Mi padre me jala, y yo intento forcejear pero él es mas fuerte que yo, al final me rindo y los sigo, mi hermana esta recargada en su hombro, no se mueve y por un momento pienso que ella a muerto también, pero no es así, la miro de reojo mientras corremos y veo como su pecho sube y baja entre cortadamente.

Llegamos a un lugar apartado a los comienzos del bosque, mi papá baja a mi hermana le da un beso en la frente al igual que a mi, me dice unas palabras que no logro a comprender por el sonido de las explosiones y por los gritos desgarradores de las personas.

Sale corriendo al cuerpo yaciente de mi madre y la levanta en brazos, no comprendo por que nos a dejado a mi hermana y a mi, ella a penas tiene 9 años y yo solo 17. La sangre de mi madre gotea por su cabeza, mi padre esta hinchado de la cara, se que se pondrá a llorar en cualquier momento, las lagrimas resbalan peligrosamente por mis mejillas y yo siento que mi estomago se retuerce por el dolor, mi hermana esta quieta, tomada de mi mano, observando a la gente que cae muerta o herida, no muestra rastros de asombro o de miedo, esta petrificada.

Mi padre  avanza con paso lento, pasa por mi mente una memoria...Era víspera de navidad, todos estábamos en la mesa, observando la deliciosa comida que había preparado papá, mi madre se reía de un chiste que había contado el abuelo, y yo estaba hundida en mi libro de poesía, miraba de reojo lo feliz que se veían todos. Mamá nos llamo para cenar, llenamos la mesa para 10, estaban el tío y la tía Jones y sus dos hijos malcriados y el abuelo y la abuela. Todos disfrutamos una hermosa cena, mientras mamá contaba la historia de su boda.

-Eran tan jóvenes-.Dijo la abuela sonriendo

-Pero se amaban, de eso no había duda-.Dijo el abuelo.

-Y la sigo amando-.Dijo mi padre sonriente, sostenía la mano de mama, acariciaba sus nudillos de forma tierna, ella le dio un beso en la mejilla, y siguieron contando la historia hasta acabar de cenar.

Mi padre no podía dejarla ahí tirada, ella era el amor de su vida, darían todo el uno por el otro, y en verdad se cumple lo que dice el sacerdote en la boda, "En las buenas y en las malas..., en la salud y en la enfermedad..., hasta que la muerte los separe...".

Dejo escapar un grito ahogado cuando me doy cuenta que le disparan por la espalda a papá, en un momento cae de rodillas, me mira directo a los ojos, y se oye el segundo disparo en que acaba con su vida.

Mi cuerpo esta a punto de colapsar, no pienso en nada mas que en la muerte de mis padres, estoy hundida en mi llanto que no me percato que Melanie ya no sostiene mi mano.

La busco con la mirada con la esperanza de que la encontrare a unos pocos pasos de mi, me doy por vencida, y es ese el momento en que entro en pánico, comienzo a correr y buscarla por la multitud que grita aterrorizada, alguien me da un golpe, pierdo el equilibrio y caigo al suelo, me intento levantar pero debido a los pisotones de las personas me es imposible, huelo la tierra mojada debajo mió, siento su aspereza en mi boca.

A lo lejos puedo divisar a Melanie, escondida junto a un arbusto, pronuncio su nombre, pero estoy demasiado exhausta como para gritarle, alguien golpea mi cabeza fuertemente, todo se comienza a poner borroso, intento levantarme pero mi mente ya no responde y no le indica que hacer a mis brazos, se me cierran los parpados y lo ultimo que puedo ver es a Melanie asustada e indefensa, después de eso todo es total e inmensa oscuridad.