cap 12

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Llegue a casa de Tyler justo antes de las once, pero no me preocupé, no tenía que lidiar con sus padres ya que Ty vivía solo desde hacía casi un año, lo que era muy útil en situaciones como estas.

 No era la primera vez que me quedaba a dormir en su casa tras discutir con algún miembro de mi familia. Una vez, poco antes de que mi madre y Chris fallecieran me peleé con mi madre por una mala nota que había sacado en el examen de álgebra, a mi me parecía una tontería, pero mi madre se disgustó mucho conmigo y me reprendió durante lo que parecieron horas, pretendía que me quedara castigada un mes sin salir y que me dedicase a estudiar todas las tardes. Yo me puse echa una furia, mi madre sabia que el castigo que mas odiaba era que me castigaran sin salir y recurria a el solo en los casos mas extremos. 

Subí corriendo las escaleras y llené una mochila con ropa de recambio, bebida y un poco de comida y salí echando chispas de la casa, me choqué con mi hermano por el camino y tras explicarle lo que había pasado me siguió durante un buen rato por la calle intentando que volviera a casa, que el lo solucionaría, pero no cedí y me siguió hasta casa de Tyler y no se fue hasta asegurar de que estaba bien y a salvo, luego se fue prometiendo que no le diría a papá y a mamá donde me encontraba.

Cuando volví al dia siguiente mi madre vino a mi encuentro y me anunció que me había retirado el castigo, me pidió perdón por haber sido tan severa y me suplicó que no volviera a irme así de casa.

Al cruzarme con mi hermano por el pasillo de camino a mi cuarto me guiñó el ojo con complicidad. Siempre había sido mi ángel de la guarda, aún se hacía raro no tenerlo a mi lado.

Un pitido me sacó de mis pensamientos, era el microondas, Ty sacó la pizza de él y la puso en la mesa, mientras me acomodaba en la silla la cortó y me sirvió un trozo en mi plato. 

Siempre había sido así, como mi segundo hermano, después de enterarse de ello que hacía los sábados por la noche él y mi hermano se volvieron muy amigos y se turnaban para protegerme, tras la muerte de mi hermano estuve una buena temporada sin pisar la casa de mi amigo, me resultaba muy duro pasearme por los pasillos, llena de recuerdos que los tres habíamos compartido juntos, pero también se convirtió en mi mayor refugio cuando la relación con mi padre empezó a deteriorarse, siempre podía recurrir a él en cualquier momento.

Ty se sentó junto a mi y se sirvió otro trozo de pizza, cenamos en silencio y después de recoger y limpiar los platos me hizo sentarme en el sofá junto a él y contarle que era lo que había pasado.

Con lágrimas en los ojos se lo expliqué y no pude evitar llorar al describir lo que había sentido cuando mi padre me miró. El me abrazó y dejó que me desahogara en su pecho sin decir nada y se lloré agradecí, siempre sabía como hacerme sentir mejor.

Cuando conseguí calmarme un poco me cogió en volandas y me dejó en el cuarto de invitados, dentro de la cama, me arropó con cuidado y me besó en la frente antes de musitar un buenas noches y salir de la habitación, no sin antes dirigirme una pequeña sonrisa de apoyo.

La habitación se quedó a oscuras y enseguida me quedé dormida

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Estaba sentada en el sofá de mi casa, frente a mi se encontraba mi madre y mi hermano, discutían acaloradamente y miré hacia todos lados en busca de mi padre, pero no estaba.

Intenté levantarme, gritar, hacer algo, para que dejaran de discutir, mi hermano empujó a mi madre, la cual se tambaleó hacia atrás, agarrándose la barriga con expresión preocupada.

 Parpadeé intentando contener las lágrimas y la cara de mi madre se transformó en la de Sabrina, Chris cambió un poco, transformándose en Álex y volvió a empujarla, esta vez cayó de espaldas al suelo, llorando y sujetándose la barriga, suplicándole que parase.

HERMANASTRO ERES UN IDIOTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora