Origen

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Boston, Instalaciones Wings

21 de junio, 14:00 h

Ray entró a la cafetería como usualmente hacía, después de investigar en sus proyectos. El último que estaba en observación era el famoso Compuesto X. Con el cuál debía tener especial cuidado, puesto que este era de alto peligro biológico, y cualquier error sería fatal.

Al casi llegar a la barra, para servirse la comida, se topó con su gran y mejor amigo Tobias. Estaba hablando con Jill, la doctora del ala C. Probablemente de la investigación que estaban haciendo juntos. Últimamente no ve a Tobias en su ala correspondiente, que es la misma que la de Ray, ya que está ocupado investigando con el grupo de Jill, así que su laboratorio personal tendría que estar algo descuidado.

Se acercó a ellos para integrarse en la conversación.

—Se supone que la muestra tiene que ser eficaz y precisa —Dijo Jill desplazando su bandeja, para que le sirviesen su amado puré de verduras. Cosa que a Ray le resultaba repugnante, aquí no saben cocinar.

Después se percataron de que estaba ahí y lanzaron una sonrisa fugaz para seguir discutiendo sobre aquel tema.

—Jill, ya sabes que Ray todavía no ha establecido una hipótesis que demuestre que ese componente sea capaz de hacer dicha función.—Contestó sonriendo a la cocinera, que le sirvió un buen puñado de ensalada —Además, es esencial que tengamos una teoría exacta para así barajar los distintos riesgos que pueden haber al manipular dicho componente. ¿No es así Ray?

Ray estaba en sus pensamientos cuando eso le sacó de ellos y reaccionó rápido.

—S-sí. -Después intentó recordar lo que habían dicho para gesticular una respuesta algo lógica. —En realidad, creo que he llegado a dar con algo —Cosa que era totalmente cierta —Pero necesito comprobar que todo está en orden.

Jill suspiró y volvió a su sitio. Tobias solo miró a su mejor amigo y sonrió algo cansado. Jill a veces resultaba agotadora, tanto como persona como trabajadora. La última vez que Ray inició un proyecto con ella, siempre estaba pensando en el susodicho, y eso en cierto modo le molestaba, puesto que Ray tenía familia, y no podía permitirse estar todo el día encerrado en un laboratorio.

—¿No crees que es agotadora?

—¿Quién? ¿Jill? —Suspiró —No lo creo. Ya sabes que nos han encargado tener una verificación completa del proyecto X. Por cierto, necesito que vengas a ayudarme después. —Se dirigían a una mesa cualquiera. No sin antes le habían servido ensalada.
Al llegar tomaron asiento, y Ray escuchó atentamente.

—Verás. No hay tiempo de verificar o establecer hipótesis, mañana vienen a recoger dicho compuesto. —Dijo probando su ensalada. Ray casi se atraganta con su ensalada al escuchar tal cosa.

—¿¡Me estás diciendo que vais a usar el compuesto vírico sin...?! —Tobias lo mandó callar, cosa que Ray entendió y siguió hablando más bajo, puesto que de lo que estaban hablando era confidencial y de alto secreto a niveles gubernamentales.

—Baja la voz.—Susurró casi inaudible— Ray, no hay tiempo. Es importante, asumiré los riesgos, pero necesito tu ayuda. —Dijo acercándose a él para que nadie oyese.

—¿Sabes la de consecuencias que habrá, si el proyecto falla? —Contestó mirando al hombre de cabellos azabache.

Los dos sabían que lo que Tobias iba a hacer era algo impensable. Poner a prueba un virus sin una investigación previa. ¡Qué idiotez!
Pero en cierto modo, Tobias estaba acorralado, ya que le habían pedido expresamente que entregase el proyecto lo más pronto posible.

NémesisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora