Logramos escondernos en la parte trasera de uno de los coches que se hallaban algo más destrozados. Los disparos se repetían una y otra vez, pero no logré ver nada ya que el espejo delantero estaba empañado, solo podía distinguir aquella figura encapuchada asestando patadas y usando el mango de la escopeta para alejar a los muertos que se atrevían a acercarse a él. De repente cesaron los disparos. No le quedaban balas.
Éste desesperado, se subió al capó del vehículo que se encontraba a sus espaldas y empezó a mantener una especie de tambaleo debido a que un gran cúmulo de muertos vivientes comenzó a moverlo. Su cuerpo comenzó a torcerse hacia la izquierda, señal de que caería en cuestión de segundos. Mi corazón se aceleró y no supe por qué, quizá el hecho de ver una vida morir delante de mis ojos me producía miedo, miedo a lo desconocido.
Los gruñidos de aquellos seres eran cada vez más fuertes y no lograba escuchar lo que Kassandra me estaba diciendo. Estaba más concentrado en cómo estos estaban a punto de volcar el vehículo, pero en unos segundos el superviviente sacó de su bolsillo algo redondo y lo metió dentro del coche. A continuación se sacó el oscuro pañuelo que cubría su rostro y lo ató al espejo retrovisor para rápidamente saltar y comenzar a correr.
Me volví a esconder y vi la cara de Kass, había visto lo mismo que yo. Estábamos demasiado cerca de aquel coche, podría decirse que a unos metros, pero eso no era lo que nos hizo alterarnos tan rápido, fue que aquella cosa esférica era una granada. Una jodida granada. De repente un estruendo equivalente a cincuenta truenos inundó el lugar en cuestión de segundos acompañado de una humareda con olor a pólvora y una onda expansiva hizo que nuestro coche temblase y nuestros cuerpos se inclinase hacia delante por la inercia. Cientos de miembros y vísceras volaron por los aires y la calle se convirtió en un espectáculo de sangre y los quejidos de algunos afortunados que lograron sobrevivir.
No pude ocultar mi cara repugnancia cuando una cabeza vino rodando hasta mis pies. Kassandra se sobresaltó y asestó una gran patada a esta lanzandola lejos de nosotros. En aquel momento mantuve mi mirada hacia esta, ni siquiera se por qué. Y mientras veía como un hilo de sangre caía por su frente me pregunté que coño hacía allí, yo debería estar con mis padres, con mis amigos, disfrutando de mis últimas vacaciones en Boston, pero no, ahí estaba, en una pesadilla, un mal sueño, donde parece que la cadena alimenticia ha cambiado. Mantenía la esperanza de volver a ver a mis seres queridos, pero cada paso que daba era uno más para descubrir la verdad, para llegar a adentrarme a aquel infierno al que llamamos realidad.
Kassandra me sacó de mis pensamientos otra vez. Esta señalaba hacia el frente. Seguí su dedo hasta que vi una convención de muertos acercándose, algunos arrastrándose hasta nosotros.
—Kyle, tenemos que salir de aquí —Dijo, y a continuación miró hacia atrás—¡Por allí!
Señalaba un oscuro callejón que se perdía en el infinito y que a pesar de no inspirar buena confianza era nuestra única vía de escape, ya que estábamos rodeados. Asentí y corrimos hasta allí, pero de repente un cuerpo cayó del tejado de una de las casas y comenzó a deslizarse hacia nosotros a una velocidad inhumana.
—Cambio de planes —Grité para que me oyese entre aquel conjunto de gruñidos. Alcé la vista y vi aquel coche, o al menos lo que quedaba de él. El pañuelo que anteriormente aquel desconocido había atado al espejo retrovisor seguía vivo. Una idea vino a mi mente. Era demasiado disparatada, pero podría funcionar, al menos para alejar a aquellas cosas de nosotros por unos minutos.
Ordené a la contraria a correr y esta me siguió a duras penas, esquivamos dos muertos y llegamos hasta el lugar. Desaté rápidamente el pañuelo y con la otra mano le di uno de los cuchillos que tenía en mi bolsillo a mi mejor amiga.

ESTÁS LEYENDO
Némesis
Science FictionPensaron que eran simples brotes víricos, como la gripe, un resfriado aún más fuerte... Estaban muy equivocados. ¿Qué clase de gripe hace que una persona muerta resucite como otra distinta? ¿Que resucite como un monstruo?. Primero fue la cuarentena...