Narra _______.
No sé que haré…. No puedo estar esperando un hijo de Kevin, ¿Puedo tener más mala suerte? ¿Puede ser peor todo esto? Dios…. Donghae no me querrá así, No me querrá teniendo en mis entrañas un bebé de Kevin, eso es lo que más temo, que me rechace y deje de quererme a mí y a mi hijo o hija. ...
De repente la puerta se abrió y vi la cabeza de Sonia asomarse.
-¿Todo está bien?.- Preguntó cerrando la puerta y sentándose a la orilla de la cama.
-No Sonia.- La miré con tristeza.
-¿Qué ocurrió?
No contesté.
-¿Era lo que yo creía?.- Definitivamente lo era.
-Si…- Susurré.
-¿Está….. embarazada?.- Preguntó con algo de temor en la voz.
Asentí con la cabeza, luego la bajé, para mirar mis dedos que estaban sobre mi regazo.
Ella no respondió, pero obviamente estaba sorprendida.
-Yo….. Lo siento mucho señorita.- Fueron las únicas palabras que pudieron salir de su boca.
Me quedé callada.
Sin darme cuenta había comenzado a llorar y ahora mis lágrimas caían sobre mis dedos.
Sentí de repente los cálidos brazos de la mujer rodeándome la espalda.
Me abrazó…
-Quiero que sepa que estoy de su lado, y que la ayudaré a salir de aquí… Le prometo que la sacaré de aquí.- Dijo alejándose un poco de mí.
-¿Qué?
-La ayudaré a salir de aquí…- Me sonrió tiernamente.
Dios, era una mujer muy buena.
-¿Enserio?.- Pregunté mientras las lágrimas caían a mares.
-Si.- Tomó mi mano y me miró.
-Gracias.- La abracé fuertemente, si estaba hablando enserio no sabría como agradecerle, era muy lindo de su parte querer ayudarme, siendo que no me conoce desde hace mucho.
-Narra la escritora-
La mujer salió luego de varios minutos de la habitación de la chica, dejándola más tranquila, ya que la ayudaría cuando fuera apropiado a escapar de la horrible casa.
Haría lo que estuviera en sus manos.
Pero esto no disminuía el temor que tenía la chica, Pues nada podía cambiaría que estaba esperando un hijo de Kevin.
**
El sol se hizo presente, Un día más.
_________ se frotó los ojos y miró a su alrededor, Estaba en la habitación, igual que siempre.
Luego de unos minutos se abrió la puerta y apareció la cara sonriente de Kevin.
-Hola.- Saludó con una sonrisa de oreja a oreja.
-Hola…..- Contestó la chica, sin mucho ánimo.
El chico traía una bandeja con el desayuno y la dejó junto a ella.
-Come….- Le ordenó suavemente.
-No gracias… No tengo hambre.- contestó mirando la comida.
-Debes alimentarte bien mi amor… Tienes que hacerlo por el bebé. Por nuestro hijo.- Le sonrió, cínico como siempre.