-Te extrañé Donghae…- Me acaricia la mejilla con su mano. Cierro los ojos.
-Yo también te extrañé… mucho.- Los vuelvo a abrir y ella me sigue mirando, tiene los ojos húmedos, creo que quiere llorar. Tomo la mano que tiene en mi mejilla y la beso. Ella sonríe, con los ojos aún vidriosos y una lágrima rueda por su mejilla.- ¿Qué ocurre?.- Me alarmo.- No llores.- Le seco la lágrima co...n el pulgar.
Ella suspira.
-Por favor… dime ya lo que quieres hacer.
Frunzo el ceño.
-Si quieres separarte… dímelo.- Me dice.
Por supuesto que no quiero separarme de ella. Suspiro.
-_____________... yo… lo pensé mucho y…- Me callo, ella está mirándome, atenta.- yo quiero estar contigo.- le tomo la mano.- quiero estar contigo y cuidar a la niña… quiero ser su padre, porque la quiero, la quiero tanto como te quiero a ti.- Abre su boca ligeramente pero luego sonríe.
-¿Lo dices en serio?.- Me pregunta.
-Claro que sí.- Me lanza sobre mí y me abraza, le correspondo.
Sonrío y noto que ella también lo hace.
-No puedo creerlo.- Me dice entre sollozos, ahí noto que está llorando. La separo un poco de mí para poder mirarla.
-No llores…- Le seco las lágrimas.
-¿Cómo no quieres que llore?.- Suelta una pequeña risita, aunque aún tiene lágrimas por el rostro.
-Pensé que te pondrías feliz.- le sonrío y ella vuelve a reír levemente.
-¿Estás seguro de esto?.- Me pregunta, un poco más calmada.
-Por supuesto que sí… jamás podría dejarte _________, te amo demasiado.- le beso la nariz y a ella no se le borra la sonrisa.
-¿No te arrepentirás después?.- Me dice con un tono preocupado, le cambia la expresión.
-Por supuesto que no… Amo a esa niña, la amo mucho y aún ni ha nacido… imagínate como estaré cuando la vea.- Le beso la frente.- Yo quiero ser el padre de esa niña… ¿Tu quieres que lo sea?
-Por supuesto que quiero, pero… no quiero que te sientas presionado, yo…
-No me siento presionado, lo hago porque quiero, me haré cargo de la niña porque quiero que seamos una familia, además… la sangre no importa.
Sonríe y me abraza.
-Te amo tanto, donghae…
Luego de unos segundos me aparto. La miro a los ojos y me acerco lentamente hasta sus labios. La beso dulcemente, dejándome llevar y perdiéndome en su boca.
-Serás una gran madre.- Le digo cuando rompemos el beso. Mi respiración está un poco agitada.
-Y tú un gran papá.- Me dice y sonrío, no puedo evitarlo; la vuelvo a besar, la había extrañado demasiado.
