Una batalla

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-¡No puede ser!

-Esa es la verdad

Unos segundos pasaron mientras lograba digerir la información. En verdad nunca hubiera imaginado que Victoria tuviera tal destino, Valko estaría feliz al saberlo pero no puedo decírselo. Sí, podría verse como un abuso, pero como me explicó Njord, fue muchos años después. Mientras, el capitán seguiría pensando que mi abuelo y toda la raza somos monstruos despiadados, nada podía hacerse.

>>Ahora que ya lo sabes, ¿soy para ti el mismo?

-No puedes pretender que te vea como mi abuelo...- negó divertido- pero si que cambia la perspectiva de muchas cosas. No eres el monstruo que pensábamos.

-¿Gracias?... pero dime, yo ya he pasado por algo similar, quizá no con el mismo peso en los hombros o quizá si, júzgalo tu misma, pero quiero saber, si puedo ayudarte en algo... si es que estás preparada para tomar las riendas de tu destino, si ya encontraste tu esencia

-En realidad no. No quiero que mi vida esté decidida por alguien más, ni por Odín, ni por ti y ni siquiera por una profecía. Sé que es de lo más egoísta, pero no quiero amar a alguien solo por que está escrito en un árbol, no quiero que la humanidad ni ustedes dependan de mis decisiones para sobrevivir, es demasiado.

-De acuerdo- dijo con aire decidido-yo te apoyaré.

-P-pero, si no lo hago, tu también morirás- Estaba muy confundida

-No importa, quizá no pude tomar mi decisión, quizá debí alejarme de tu abuela antes que todo ocurriera o quizá debía buscar un sucesor o dejar que todo se acabara con tal de estar con ella, fue algo que no estuve dispuesto arriesgar, pero no volveré a hacerlo, te ayudaré en lo que sea que decidas siempre y cuando no te arrepientas y seas feliz. Además, si muero está bien, ya me hace falta un descanso- lo miré  confundida- ¿crees que toda la contaminación es fácil de combatir? ¿o las nuevas tecnologías que ahora andan por el mar explotando y derramando el petróleo?- sonrió, es difícil descifrar a este hombre pero estaba logrando mover algo en mí

>>Tu esencia no la conoces, si embargo se te nota hasta en la forma en de hablar... quizá no estés tan lejos de descubrirla y así alcanzar todo tu poder, me gustaría que cuentes  conmigo, siempre estaré si me llamas, puedes llamarme en cualquier momento desde el mar.

-Claro, desde el mar... ¡Espera! ¿el mar? ¿Que habrá pasado con la tripulación? estarán preocupados, pensarán que me ahogué, debo regresar

-Tranquila, en un segundo estaremos ahí

-Espera... una ultima cosa... ¿Podrías dejar de intentar hundirnos con las tormentas?

-Jajajaja no es la intención, es algo necesario, pero créeme que no los hundiré y haré lo que esté en mis manos para cuidar de todos tus amigos- mi cara debió mostrar mi asombro- si, los conozco a todos... incluido Aren

Eso último por alguna razón me avergonzó un poco y me sonrojé. Y así, tal como habíamos llegado, volví a algún punto del océano, con la mar en calma, el cielo despejado y Njord ahora desaparecido. Salí rápidamente a la superficie y me encontré con el barco a unos metros delante, grité pidiendo ayuda y por suerte, mi querido amigo halcón se posó en el barandal donde estaba Aren llamando su atención mientras me buscaba con la vista.

Aren se lanzó al agua con una soga y los demás se apresuraron a jalarla una vez que él me tuvo en brazos. Llegando a cubierta nos dieron espacio y todos nos miraban atentamente.

-Creímos que te habías ahogado.. pasaron varios minutos ¿como es posible?- al fin dijo Kiev

-En realidad creo que el mar la quiere viva- contestó Aren por mi

Nadja y el secreto del halcónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora