Un padre

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-Debo hablar con ella- una mano lo detuvo

-Ella no sabe nada

-Lo sé, debo decírselo, debe saber que su padre está con vida

-No te recuerda

La tristeza invadió el alma de aquel recio hombre

>>Sé que no es lo que esperabas- comentó Njord con tristeza

-¿Lo que esperaba? ¡¿Lo que esperaba?!- repitió con más fuerza- esperé durante años en la proa del barco a escuchar aunque fuera su llanto, por haberlo oído durante algunas noches, esperé que el dolor se fuera después de tanto tiempo, esperaba verla en la luz que iluminaba el barco, esperé a que un malnacido apareciera delante de mi para vengar a  mi hija. No esperaré más

Njord iba a detenerlo y Nadja se interpuso en su camino

-Ni se te ocurra, es su padre y no pienso dejar que impidas que se reúnan, tiene derecho a saberlo

-No lo entienden- Valko sonrió ante la actitud de la rubia y salió de la habitación corriendo -si Syd se entera de esto

-te odiará por no contárselo... - lo interrumpió- No te preocupes, yo ya he pasado eso- sin tratar de ocultar la acidez de sus palabras en el tono de voz- si realmente se quieren , te perdonará

-¡No! ¡podría morir!

-¿Que?

-La única manera en que el trato funcionara era el sacrificio, una vida

-Se la diste

-Pero si se descubre totalmente la verdad, la magia desaparecerá, como si nunca hubiera existido, sería como una burla al trato y reclamará la vida que no se le dió- los ojos de Nadja se abrieron como platos y ambos salieron disparados detrás del capitán

No lo encontraban por ningún lado, ninguno de los dos vio hacia donde se dirigía así que se separaron. Njord no pudo avanzar más que nos cuantos pasillos pues la herida en su pecho lo estaba debilitando, por suerte para él Frey se cruzó en su camino y rápidamente actúo poniendo unas hojas sobre la herida que apareció con su mano, cerrándola casi de inmediato.

Nadja por su parte corría frenéticamente, no quería que su abuela muriera, no podía permitirlo y sabía que Valko jamás se perdonaría a sí  mismo si al contarle la verdad llegase a causar la muerte de su propia hija.

***

Valko entró a la habitación a donde había visto entrar a la chica de rizos y ahí estaba, sentada en el marco de la ventana con los rizos resplandeciendo bajo la luz del sol que bañaba su silueta, la hacía parecer un ángel a sus ojos que pronto se llenaron con cuantiosas lágrimas para descender después sobre sus mejillas, cerró la puerta tras sí, lo que captó la atención de Syd.

-¡Hola de nuevo! ¿necesitaba algo?. ¡Oh! ¿Se encuentra usted bien?- acercándose al hombre que parecía deshecho. Valko le tomó ambas manos aún llorando y con todo el amor que no podía poner en palabras por tantas emociones la jaló hacia sí y la abrazó

-mi Victoria, mi sirenita- dijo apenas con la voz entre cortada

-Disculpe - se removió Syd muy incomoda tratando se zafarse con fuerza- ¿está usted borracho? llamaré a los guardias- amenazó

Valko la soltó cuando comprendió la confusa situación que estaba creando.

-Soy Valko

-Eso ya lo sé- dijo furiosa mientras se alisaba las inexistentes arrugas en su vestido

-Sé que no me recuerdas

-Claro que sí, nos hemos visto en el pasillo señor y creo que mi cortesía fue malinterpretada

Nadja y el secreto del halcónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora