60. Epílogo

199 3 4
                                    

-Ok no voy a estar nerviosa, no voy a estar nerviosa, no voy a estar nerviosa.- Repito esto como si fuera mi mantra, aunque el caminar de un lado para el otro y el estar a punto de llorar no es que transmita mucha calma.
-¿Sista podrías calmarte?- Veo como Vale me queda mirando esperando a que le diga que sí, pero en este momento lo que menos puedo estar es calmada.
-Pues amiga, calmada, calmada lo que se dice estar así en calma, no, o sea en 2 horas me caso y tengo miedo de que pase algo o ay no sé, tengo mucho miedo, pero ya me entenderás cuando sea tú turno.- Cuando le digo esto, veo como queda mirando su anillo de compromiso, el cual Pablo se lo dio hace un mes y mi amiga sonríe.
-Ok, bueno, tal vez ese día yo esté peor, pero, Lucí cálmate, porque falta el maquillaje para que quedes lista, además ya todo está en orden, doña Lola ha estado al pendiente de todo y hasta el momento no se ha salido nada de control.
-Yo lo sé, pero igual creo que son los nervios de pensar que José nunca quiso casarse y no sé, vaya y se arrepienta.- Veo como Valeria voltea los ojos y se acerca a mi riendo.
-Amiga, por favor, ese hombre te ama, tú sabes que él lucho para estar así con vos, así que no te preocupes, creo que es la decisión más segura que pudo tomar José.- Oímos como tocan la puerta y Vale va a abrir, veo como entra Clara corriendo y apenas me ve sonríe.
-Mami.- Yo la alzo y le doy un beso en su frente.
-Princesa ¿cómo estás?- Alzo la mirada y veo como entra doña Lola sonriendo.
-Bien ma, pa etá isto.- Yo le sonrío y la bajo porque doña Lola llega a mi lado, mientras veo como Clara se acerca a donde Vale y se colocan a hablar.
-Lucí ¿Cómo estás?- Me pregunta doña Lola mientras me da un abrazo.
-Bien, creo que bien, realmente he estado muy nerviosa y no he podido pensar en nada más, inclusive he devuelto todo lo que he comido, así que he tratado de calmarme pero me ha sido imposible.- Veo como ante lo que digo se acerca Vale a mi lado y se queda mirando con doña Lola.- Bueno, creo que me perdí de algo porque su mirada me dice mucho.
-Sista ¿tú no estarás embarazada?
-¿EMBARAZADA?- Siento como se me baja todo y si antes estaba nerviosa, ahora sí estoy peor.
-Si amiga, embarazada.- Mientras Valeria dice eso, yo niego varias veces con la cabeza, pero trato de pensar.
-Ay no.- Miro a doña Lola y Vale
-¿Qué pasa Lucí?- Miro a doña Lola y me pongo a llorar.
-Tengo 3 semanas de retraso, pero debe de ser por el estrés.- Trato creer que esta es la razón, cuando realmente sé que eso no es así y que si estoy embarazada.
-¿Sista, crees en serio que es estrés?- Mientras ella me dice eso, sostiene ante mí una prueba de embarazo y automáticamente me dan ganas de ir al baño, ahora sí, será esperar.
Mientras espero los minutos para saber el resultado escucho como llega la persona que me va a maquillar así que salgo pero mis nervios no dejan de aumentar.
-Clara.- Escucho como Vale llama a mi hija y le dice algo, después veo como mi hija se va hacia el baño y sale con la prueba en la mano.
-Mami, toma.- Me estira la prueba y yo le sonrío.
-Gracias mi vida.- Veo como todas están a la expectativa de saber el resultado.
●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●

Nunca el esperar a alguien me ha dado tanto miedo como ahora.
-López cálmate, ya casi llega.
-¿Y si se arrepiente?- Quedo mirando a Alborán y solo se limita a sonreír y negar.- Ya verás cuando te toque a ti.
Él me iba a responder cuando vemos como todos se levantan y empieza a sonar la música, mi mamá se hace a mi lado y me sonríe.
-Ella está hermosa.- La quedo mirando y le doy un beso en la frente.
-Lo se mamá, lo se.- Nos sonreímos.
Cuando Lucia entra de la mano de Ignacio siento como mis piernas empiezan a temblar pero trato de controlarme, aunque mis lágrimas si me son imposible ocultarlas, veo como mi hija llega a mi lado y estira sus brazos y yo la alzo.
-Pablo.- Me habla Ignacio y me sonríe.- Te entrego a mi hermana, espero que la sigas haciendo feliz como hasta el momento, ella es lo más importante y sé que ahora como papá entiendes el amor tan grande que uno siente, así que yo sé que ella no pudo encontrar mejor hombre para su vida que tú.- Para este momento ya estoy llorando más de lo que pensé y él me abraza.- hora de ser feliz amigo.
Pone Ignacio la mano de Lucía sobre la mía y siento como mis nervios se calman, pero las lágrimas sino paran.
-Lucí te entrego a mi hijo y síguelo haciendo feliz así como lo haces hasta este momento, bienvenida a esta familia.- Mi mamá la abraza y le da un beso a mí ya casi esposa.
Clara apenas ve a su mamá le estira los brazos y ella con una sonrisa que ilumina mi vida la recibe con todo el amor del mundo.
Después de un tiempo llega la hora de hacer los votos y yo le sonrío a ella.
-Yo Pablo José López Jiménez, te tomo como mi esposa y te elijo como mi compañera de vida, mi amiga y confidente en las buenas sabiendo que soy tu complemento perfecto, con estas palabras y todas las demás que guardo en mi corazón me ofrezco a ti como compañero de aventuras y para hacerte feliz el resto de nuestras vidas, tú, Lucía Tafur, eres la persona al lado de la cual quiero caminar toda mi vida, bajo el sol y bajo la lluvia, entre las sombras y la luz, por siempre y para siempre. Prometo acompañarte a vivir miles de aventuras e intentar que seamos felices cada uno de los días del resto de nuestras vidas. Siempre voy a amarte, no importa las locuras que diga o las tonterías que haga, lo cual será algo difícil porque soy un tonto enamorado que habla mucho, prometo que antes de discutir, iré al refrigerador a comer algo y verificar que el mal humor no se deba a que tengo hambre, te prometo que en cada desayuno voy a darte el pan tostado que me salga menos quemado. Deseo que esta historia nunca llegue al final, porque quiero convertirme en la razón por la que comiences a creer en la frase "juntos por siempre".-Cuando le digo esto ella me sonríe y yo sé que ha sido la frase mejor acertada para este momento.- No tengo forma de prometerte amor eterno, pero si puedo encargarme de que sientas que te quiero cada uno de los días de nuestra vida juntos. Te entrego este anillo para que cada día en que lo veas, recuerdes todas y cada una de las promesas que te he hecho y como lucho a diario por cumplirlas, pese a cualquier obstáculo que surja. Aunque no pueda cambiar el pasado, si puedo prometer que estaré en tu futuro para celebrar tus triunfos como si fuesen los míos propios y sujetarte fuerte si en algún momento llegas a tropezar.
Una vez dejo el anillo de matrimonio sobre el de compromiso, le sonrío y siento como mi mundo empieza a tener sentido, ella y mi hija son mi mundo entero. Ahora que es el turno de Lucía veo como sus ojos se llenan de lágrimas y le tiembla un poco la voz, pero siguen nuestras manos unidas y le doy un leve apretón a lo cual ella responde con una sonrisa.
-Yo Lucía Tafur, te tomo a ti Pablo José López Jiménez, porque eres lo mejor de mi vida y prometo reír contigo, acompañarte en los momentos difíciles y crecer juntos todos los días de nuestras vidas. Te amaré en todo momento, estando juntos o separados y por eso prometo que haré todo lo posible para construir un hogar lleno de honestidad y sinceridad. Yo, me comprometo a estar a tu lado disfrutando de tus alegrías y apoyándote en los momentos de tristeza, creciendo juntos y siendo felices por siempre, Acepto el compromiso de ser todo aquello que has soñado toda la vida, y eso significa permanecer a tu lado el resto de mi existencia. Prometo que, aunque te hayas equivocado, nunca voy a decir "te lo dije", no importa si realmente te lo había advertido. Prometo bridarte el beneficio de la duda antes de romper en llanto por cualquier tontería.- Esta promesa me recuerda a muchos momento que vivimos pero que el amor nos permitió superar cualquier obstáculo, en especial el de aquellas dos personas que nos desearon separar.- Prometo respirar profundo y recoger tus desastres en el baño, la habitación, el salón, el carro y el garaje hasta que la muerte nos separe. Aunque no pueda cambiar el pasado, si puedo prometer que estaré en tu futuro para celebrar tus triunfos como si fuesen los míos propios y sujetarte fuerte si en algún momento llegas a tropezar. Quiero vivir cada día de esta nueva aventura, como si fuera el último. Nunca dormiremos enojados y siempre haremos lo posible para que lo que hemos logrado nunca desaparezca. En ti he encontrado la magia que le hacía falta a mi simple vida. Y por eso me entrego a ti, porque sé que la magia se convertirá en guía de nuestro amor. Enamorarse de una persona tan complicada como yo es sumamente difícil, pero tú asumiste el reto y por eso siento un gran respeto y profundo amor y devoción por ti, porque lograste enseñarme el verdadero sentido del amor.
Te entrego este anillo para que sirva como recordatorio de todo lo que significa nuestro amor. Te amo José. Con nuestros amigos y familiares alrededor de nosotros, te tomo como esposo y juro amarte, respetarte y entregarte mi corazón hasta la eternidad y me faltaba decirte que también te acepto como el mejor padre para Clara y este bebé que viene en camino.
Me quedo mirando a Lucía y ella me sonríe, yo estoy a punto de darle un beso pero sé que aún falta que el padre nos de su bendición.
- El Dios de Abraham, el Dios de Isaac, El dios de Jacob, el Dios que unió a nuestros primeros padres en el paraíso confirme este consentimiento mutuo que ustedes han manifestado ante la Iglesia y en Cristo, les otorgue su bendición, de manera que lo que Dios ha unido, nunca lo separe el hombre. Puedes besar a la novia.
Creo que nunca había tenido tantos nervios de besar a alguien pero con esta mujer todo es nuevo. Me acerco a Lucía y la tomo de la cintura, la beso como si fuera la primera vez y en medio del beso sonrió, no puedo creer que este casado y mi esposa esté embarazada de nuevo.
Una vez salimos de la iglesia están nuestros amigos esperando a felicitarnos y nosotros sonreímos.
-Mi amor no puedo creer que voy a ser papá otra vez.
-Jajaja no querías pues como diez, así que hay que empezar.- Nos besamos y yo le sonrío.
-Gracias mi amor por todo esto, muchas gracias. – Me acerco al oído de Lucia y le recuerdo.- Ojala sean trillizos.
Ella me sonríe y niega levemente con la cabeza.
●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●●
-Hora de que tengan el primer baile de esposos. – Escucho como Ignacio habla por el micrófono y yo sonrío, empieza a sonar la melodía de tú refugio, acompañada de la voz de Alborán, al voltear a mirar, veo como Pablo nos sonríe y nos hace señas para que vayamos a la pista de baile, veo la mano de Pablo estirada hacia mí y me hace sentir muy nerviosa.
-Prométeme que serás muy coordinado con el baile José.- Veo como se sonroja y yo me rio.
-Gracias amor, gracias.- Me rio y aunque Pablo trata de moverse lo mejor que puede, realmente no es así, pero yo solo sigo viviendo este momento que sé que nunca más se va a repetir.
-¿No entiendo cómo es que tocas tan bien la batería y bailas así?
-No se amor, no sé, pero por ti soy capaz de aprender a bailar.

El verbo amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora