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Después del viaje que no fue tan largo, Pablo al llegar al aeropuerto se acerca a un hombre que tiene el nombre de Tomas, el señor es muy atento y nos subimos al carro, él será el encargado de llevarnos al lugar donde se encuentra la familia de Pablo.
Cada vez nos vamos alejando más de la ciudad y empezamos a entrar en una zona llena de muchos árboles y cada vez los nervios se comienzan a hacer notorios.
-Amor...- Mientras Pablo me llama yo sigo pérdida en aquel paisaje- Amor?
-Si, perdón, dime
- Te encuentras bien?
- Si, solo que estoy un poco pensativa pero no es nada mas
- Es por el hecho de que vas a conocer a mi familia?
- Ay Pablo no te lo puedo ocultar, si, estoy muy nerviosa, tengo miedo de no agradarles y pues no se
- Amor - En eso me tomó de las manos y me hizo mirarlo, aunque me es inevitable no perderme en su mirada. - Recuerda que solo somos nosotros dos, aquí importamos nosotros dos, lo que nosotros sabemos de lo que tenemos y esto que sentimos,  siempre recuerda eso mi niña.
Me fue casi inevitable no querer abrazarlo, así que sin dudar lo hice. Estabamos en ese abrazo cuando oímos a Tomas decirnos "ya hemos llegado", estaba tan metida en mi mundo con Pablo que ni cuenta me había dado de que habíamos parado frente  a una casa lo bastante grande.
Sin pensarlo dos veces Pablo se bajo del carro y me ayudó a bajar, frente a la puerta nos tomamos de la mano y sabía que con ese simple gesto me estaba dando la fuerza suficiente para lo que estaba por venir.

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Que pena no actualizar antes, estoy entrando a parciales y de verdad que no había tenido el tiempo. Trataré de actualizar más de seguido. Espero leerlo, un abrazo ❤

El verbo amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora