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Veo como Lucía sale por esa puerta y me quedo parado al ver como mi palabra le había hecho reaccionar.
No se que hacer, se que debo de darle su espacio pero me da miedo el hecho de que Santiago esté afuera.
Estoy entre la indecisión de salir o esperar cuando me entra una llamada de Lola.
- Pablo estás bien?
- No.
- Lo sabia, que te pasa mi niño?
- Mamá creo que he dañado las cosas con Lucía.
- ¿Cómo? Si tu me dijiste que iban muy bien las cosas.
- Mamá es que se me escapó el decirle que si quería pasar el resto de su vida conmigo, se me escapó y ni yo se como reaccionar a esto que siento.
- Pero hijo que te ha pasado? Estas bien? O sea No te voy a negar que me alegra la idea de que formes una familia y más con Lucía que la consideró como una hija pero Pablo tú no eres de estas y la debiste de dejar desconcertada.
- Yo lo se pero es que la vi y pensé porque no hacerlo con ella, sabes que nunca había sentido el deseo de pasar con alguien el resto de mi vida pero ella sencillamente logró aquello que nunca pensé.
- Pablo pero es que tú nunca sabes ni que pedir de almuerzo cuando llegas a un restaurante y ya estas pensando en dar un paso tan grande, es que empezando con que nunca has pensando en formalizar una relación y ahora ya vamos para matrimonio, mi niño estás seguro?
- Mamá no te negaré que tengo miedo pero si,   estoy seguro de esto.
- ¿entonces? Esperaras a que vuelva o vas a salir a buscarla?
- Creo que saldré
-Bueno hijo, estamos hablando, me saludas a Luci y los mejores deseos.
Mas se demoró en colgar con Lola que en salir a buscar a Lucia, salgo a la calle y miro para todos lados, cuando recuerdo que a ella el día de ayer le llamó mucho la atención un parque que se encuentra a la vuelta del hotel, así que voy rápido y espero que ahí esté.
Al llegar veo como ella se encuentra sentada en el pasto, pero se encuentra tan absorta en sus pensamientos que no se da cuenta cuando me siento a su lado.
Estoy en una lucha interna porque no se si la abrazo, lo que realmente quiero, o si le sigo dando si espacio, me quedo pensando unos minutos cuando la abrazo y en medio del abrazo siento como Lucía se pone a llorar, como reflejo la abrazo un poco mas fuerte y reparto sobre su frente besos, siento como se va calmando, cuando alza su mirada.
- Princesa yo... Yo...- no salía nada de mi boca, yo se que no puedo decir que me arrepiento de lo que le dije porque yo si quiero pasar el resto de mi vida con ella pero, no se que decir.
- ¿Me dejas hablar a mi primero?.- solamente puedo asentir. - Pablo yo obvio que querría pasar mi vida contigo, obviamente si tu estás seguro, solamente que me dio miedo, nunca había sentido este miedo por alguien y vienes tú y me dices eso y yo quería decirte que si, te juro que si, pero me dio miedo, me da miedo pensar que no sea buena para ti y que yo no pueda hacerte feliz...
-Amor esperate, o sea te entiendo, yo tengo el mismo miedo que tú, yo no te estoy diciendo que nos casemos mañana, pero si quiero que sepas que ese es el plan que tengo contigo, el poderme casar y poder formar una familia contigo.
-Amor pero...
-Pero nada, no vamos a vivir con miedo, tú y yo vamos a luchar y vamos a poder llevar esta relación para ser feliz.
Después de esta charla que tuve con Lucía nos devolvimos al hotel, después de haber tenido una pequeña caminata por el alrededor del parque, mientras caminaba al hotel recordaba que había visto un piano en el y apenas llegue voy a tratar de hablar para que me lo presten un momento, necesito decirle una canción a Lucía, ahora más que nunca.
Al llevar subimos a la habitación pero le digo a Lucía que debo de salir un momento, así que rápido salgo y busco al administrador del hotel, no contaba con que el administrador le gustaba mi música asi que no fue difícil pedir prestado por un momento el piano.
Voy subiendo una vez más a la habitación pero prefiero desviarme un momento al salón donde se encuentra el piano, me siento y empiezo a ensayar la canción que espero que le guste a Lucia, estoy tocando cuando alzo la  mirada, me encuentro que me he demorado más de lo que tenía pensado, me levanto rápido y me voy tarareando una parte de la canción.
- Dímelo tú, dime que no eres de mentira...
Al entrar a la habitación me encuentro con que Lucía está viendo una serie, así que me acuesto a su lado y me quedo mirando las expresiones que hace, cuando veo que se termina este capítulo, la quedo mirando.
-¿ A donde fuiste amor?
-A arreglar una sorpresa para ti, te digo que tienes 40 minutos para arreglarte y te espero en recepción.
-¿Porque no me dijiste antes? ¡40 minutos no me alcanzan!
Veo como se levanta rápido y se entra a bañar, mientras ella se está organizando yo me cambio de ropa, buscó un papel y le dejo una nota, cuando voy bajando a recepción me entran los nervios y me da miedo que no le guste la canción, siempre temo que no gusten mis canciones y me da más miedo de que a Lucía esta no le guste, le voy a expresar todo lo que siento por el medio que mejor ser.
Me siento a esperar cuando faltando 5 minutos para que se cumplan los 40, veo como Lucía me busca con la mirada y yo solamente puedo sonreír embobado.
-Señorita Lucía
-Señor José.- veo que cuando dice este nombre sonríe ya ella sabe que no es mucho de mi agrado.
Vamos caminando y me siento orgulloso de ir con ella a mi lado y se que deseo tenerla toda mi vida, cada vez hay menos dudas.
Al llegar cerca al salón, le tapo los ojos y al abrir la puerta, me sorprendo de como organizaron el lugar.
Al fondo estaba el piano, que su lado derecho hay una mesa originazagda para los dos, flores y velas, creo que hasta yo me había sorprendido de todo esto.
Cuando dejé que Lucía viera el lugar, solo me pudo mirar porque me rodeó con sus brazos y nos fundimos en un abrazo maravilloso.
-Pablo esto es, wuao.
-Todo lo mejor para  ti mi princesa.
Nos sentamos, empezamos a hablar y con ella me sorprende como nunca se acaba los temas de conversación. En un momento, me levanto del asiento y me acerco al piano, en eso me quedo mirando su expresión y veo que están ansiosa por saber que cantaré.
Me siento y empiezo a mover mis dedos haciendo que salga una melodía que aunque suena bien, no es nada coherente, tengo miedo que no le guste a ella la canción, siento como me da un beso en mi mejilla y también se sienta a mi lado, así que es más que suficiente para quitar mis miedos y empezar a cantar, mirandola siempre.

- A ver cómo te lo canto
A ver cómo te lo digo
No quisiera equivocarme
Pero creo que eres tú la que has venido

Has venido para recordarme
Que esta vida es un segundo
La mirada fija en mi canción
Tienes cara de querer comerte el mundo

Estas cosas siempre pasan
Cuando uno menos se lo espera
Hace tiempo que no estaba
Tan seguro de querer quererla
Ven y alégrame la boca
Déjame volverte loca
Bienvenida a mi revolución...
Dímelo tú
Dime que no eres de mentira
Dime que no estoy volviendo a delirar
Duelen los sueños que se acaban enseguida
Duele todo en esa vida
Pero duele diferente cuando tengo una canción

Dime que tú no eres de mentira
Que no te he inventado yo
No te he inventado yo.
-Pablo...
Cuando volteo a mirarla, nos besamos y me es suficiente para saber que ella siente lo mismo que yo, que todo lo que expresé en la canción, también ella lo está viviendo y que mejor que vivir esto juntos.

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Hola, gracias por leer esta historia y por el apoyo, me gustaría saber que tal les pareció este capítulo, un abrazo fuerte❤

El verbo amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora