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¡25!

—Cómo os dejéis algo aquí no podréis volver, ¡Así que recoged todo! —Dice el general gritando a los demás hombres, los cuales ya terminaban de recoger todo para irse.

Jungkook y Bonhwa estaban realmente felices. ¡Por fin volverían a ver a sus familiares y amigos después de más de dos años! Especialmente, Jungkook volvería a ver a su grupo también, y volvería a ver a sus fans en conciertos, volvería a cantar, a practicar comebacks, su felicidad principal volvería a su vida.

Al haber recogido todo, les esperaba un autobús que les llevaría al centro de Busan, donde se encontraba la casa de sus padres.

Más tarde, cogería un tren para Seul, dónde se encontraba el edificio de Big Hit, ya que sus amigos estaban ahí practicando para su nuevo comeback. Jungkook todavía se debía de poner al día con ese tema. Ya había escuchado la canción principal, pero tenía que grabar las demás, aprender la coreografía, pruebas de vestuario... Nada más pensarlo, ya se había cansado, pero al fin y al cabo estaría muy feliz volviendo a su trabajo.

Después de un tiempo, el autobús le había dejado en la parada más cercana de la casa de sus padres. Ansioso, arrastraba su maleta hasta el portal de la casa. Todavía llevaba su uniforme, y no podía tener más ganas de cambiarse a su ropa habitual y tirar toda la ropa de la maleta, que consistía en más de diez versiones de ese mismo uniforme.

Llegó a la puerta de la casa y no pudo esperar a picar al timbre. Una gran sonrisa adornaba su cara y la misma expresión apareció en la cara de su madre cuando le vio en la puerta.

—¡Mamá! —Jungkook se tiró a sus brazos y su madre no dudo ni un segundo en abrazarlo muy fuerte, como hacía dos años que no lo hacía.

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Su visita a su familia había sido increíble. Se habían contado anéctodas, aventuras de Jungkook en el servicio y temas familiares. Al parecer su tía había encontrado una nueva pareja y estaban pensando en casarse. La boda se celebraría en unos meses y tenía muchas ganas de asistir y poder ver al resto de su familia.

Ahora estaba vestido con unos tejanos negros rasgados a la altura de las rodillas, unas deportivas caras de colores vivos y una camiseta suelta de color blanco. También llevaba un sombrero y un tapabocas, para no ser reconocido en el tren, así se ahorraba esos momentos.

Realmente amaba encontrarse con sus fans, hacerse fotos y conversar con ellos, pero ahora no era el momento adecuado.

En el tren hasta Seul, tenía las piernas estiradas, y su maleta se encontraba debajo de ellas, ahora llena de su ropa. Los uniformes se habían quedado en casa de su familia, ya que no los iba a necesitar nunca más.

Sacó sus auriculares de nuevo y empezó a ver diferentes vídeos en YouTube, y a ponerse al día con algunas noticias, ya que el viaje tampoco era tan largo.

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Jungkook ya estaba en el edificio de Big Hit. Ya había saludado a todo el personal e incluso al jefe, había estado hablando con él un rato sobre su reincorporación al grupo y todo lo demás. Los únicos que quedaban para saber que Jungkook ya había llegado, eran los chicos.

Cuando se acercó a sala de práctica, su solo "Euphoria" estaba sonando en alto, mientras los chicos corrían por la sala y hacían el tonto sin prestar atención a todo lo demás. Entró en la sala de manera silenciosa y sonrió al ver a los chicos tan felices.

—Take my hands now, you're the cause of my euphoria. —Cantó Jungkook sobre la canción para que los chicos le notarán.

De repente todos pararon de hacer lo que estaban haciendo.

—¡JUNGKOOK! —Gritó uno de ellos que no puedo identificar, ya que un segundo después todos los chicos estaban sobre él fundiéndose en un abrazo lleno de alegría y felicidad.

Pero había una persona que se había quedado algo apartada de pie, observando todo lo que estaba ocurriendo.

¿Jimin?

sé que dije que lo subiría ayer, pero estuve muy liada, lo siento!

en un rato subo la segunda partee!

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-cece