Un amigo en mi

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Después de otra noche horrible con su padre le costaba caminar, al menos ya se quitó las vendas solo que ahora tenía que ocultar las marcas. Y otro problema era ese chico que ya sabía a donde iba, tendría que buscar otro lugar donde pasar el tiempo. Todos en el pasillo se reían por sus ojeras y solo el trío de pijas, The nymphs, se lo restregaron en la cara, como todos los años.

-Vaya, vaya, vaya, si es la prostituta del pueblo ¿conseguiste algo con ese asqueroso cuerpo?-Esa fue Carmen, la típica rubia que se cree mucho pero no es nadie.

-De seguro estás para el arrastre, mírate ni puedes caminar-está fue Caroline, la de la ironía y los sarcasmos.

-La verdad no se por que lo hace, si ni le da para el pan-y por último Concepción, la de los rumores y cotilleos.

Las tres eran así siempre con el desde que sus madres le avisaron de él como si fuera una amenaza. Desde la primaria eran como su madre, excepto en la parte de pegar de eso se encargaban los chicos, nunca le hablaban normal siempre con insultos sobre su cuerpo o de como estaba. Ya sabía que tenía un aspecto de enfermo pero no por eso tenían que estar amargándole las mañanas todos los días de su vida escolar.

-¿Me dejáis pasar, por favor?

-Si pero queremos enseñarte algo-cogieron de la muñeca a Kai hasta su asiento-¿te gusta? Es el primer día estábamos ocupadas y siempre estabas durmiendo tus horas extra, un detalle de nuestra parte, chao-se fueron a carcajadas a sus sitios. Le escribieron las mismas cosas feas de siempre, pero habían algunas nuevas: Largo de fenómeno, Por niños como tú nadie soporta el cancer, Enchufada de la profe, Si no te vas tú se van los mejores, Espanta personas, Fantasma, Eres peor que Nancy, Si nos ignoras es porque eres una debilucha, etc. Intento borrar las que estaban en lápiz o boli con su manga.

Al llegar la profe la clase siguió como siempre. Menos por la parte de que tenían que hacer equipo con el de al lado y al lado suyo estaba él chico del otro día.

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Llegar tres minutos tarde ¿que mal no? Pues si, porque te pierdes las cosas que pasan antes de que venga la profe. Lo bueno fue que como estaba al lado de la chica esa podía enterarse de lo que pasó.

Pero se acordó lo de la otra noche.

No sabía con que cara la verla, no se atrevía a mirarla a la cara. Se sentó al fin e intento concentrarse en la clase pero no podía evitar mirarla ¿desde cuando tenía ojeras? ¿Por que era tan flaca? ¿Por que esas esmeraldas que llevaba por ojos lucían siempre tristes? Respuestas sin responder que necesitaba para calmar su sed de curiosidad. Escucho por parte de la profe algo sobre hacer grupos y ella le hablaba.

-¿Estas bien?

-¿Que? Si, si, si, claro ¿decías?

-Tienes que completar esta ficha- le entregó una hoja con preguntas.

-Yo me llamo Guillermo, no Kai.

-Ese es mi nombre, mira, tienes que poner las respuestas en la hoja, me lo das y así sé cuales son tus gustos.

-¿Y para qué sirve eso?

-Es un ejerció de empatía, estamos en tutoría ¿sabes?- Es cierto, como se había distraído no se dio cuenta de que tocaba ahora. Respondió las preguntas con rapidez ya que había hecho esto muchas veces en sus primeros días. Al finalizar le devolvió la hoja a Kai, un bonito nombre por cierto, y ella le devolvió el suyo. Vio cada una de las respuestas de Kai.

Color favorito: verde y azul.

Cantante favorito/a: Jack Stauber

Actor favorito/a: Will Smith

Ojalá los sueños se hagan realidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora