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XVIII III MMXIX

ㅤㅤㅤㅤConvencerlo de quedarse en mi departamento fue un reto mucho mayor.

Estaba consiente de todo lo que estaba poniendo en juego, el peligro que estaba corriendo al aceptar a dos completos desconocidos en mi hogar, sin embargo, luego de todo lo que había sucedido durante los meses pasados, era casi imposible que mi corazón no latiera por esos dos chicos.

Inevitablemente, me vi cayendo por aquella profundidad en los ojos del pelinegro; con aquel misterio que lo rodeaba y me atraía, sintiéndome completamente un pecador. Se había convertido en un misterio que necesitaba resolver por mí mismo.

Después de prácticamente dos horas de intentar charlar con él, tuve que dejarlo a solas con su hermana, quién había pedido hacerlo para poder conversar tranquilamente y sin una presencia que lo alterara, como me había llamado ella en ese entonces. Estaba consciente que no solamente para mí podía ser un riesgo aceptarlos a vivir conmigo, sino, para ellos también presentaba un gran riesgo teniendo en cuenta su menoría de edad, y continuábamos siendo unos perfectos desconocidos.

Sin embargo, luego de lo sucedido con Junhoe, mis nervios se encontraban completamente alerta, había comprendido todas aquellas marcas en su rostro de golpes y desnutrición que presentó durante los míseros cuatro meses que se encontraban en las calles. No podía permitir que aquello continuara pasándole, no a él.

Durante los primeros días, podía sentir la incomodidad que reinaba dentro del departamento, inundándolo y sofocándonos a todos. Había excusado mis faltas en el trabajo durante la primera semana, sin embargo, estaba temiendo que no fuera suficiente para alejar aquel sentimiento de incomodidad entre nosotros, inclusive entre Yejin y yo.

Era inevitable, había descubierto una parte de su intimidad que ambos intentaron esconder de mí desde un principio.

ㅤㅤㅤㅤConforme los días continuaron su curso intenté acercarme nuevamente a Yei, charlamos como las semanas anteriores, e intenté mostrarme fraterno con ella, sabía que los chicos no necesitaban un padre, posiblemente; podía ser un hermano para ella, pero ¿para Koo podría ser algo?

La convivencia se dio muy lentamente, Yejin, estaba dispuesta a ayudarme en la cocina, mientras Junhoe se aseguraba de mantener limpio cada centímetro del lugar, siendo completamente exagerado en el proceso. La chica dormía en la habitación de invitados que tenía en el departamento, así mismo había ofrecido a Junhoe durmiera en el estudio, sin embargo, se negó y prefirió dormir en el sofá, sabía que se debía a su testarudez, no podía hacer nada contra ello. Pero, el encantó terminó prontamente, cuando Junhoe volvió a insistir en que era tiempo de irse, no estaba feliz de no hacer nada mientras yo continuaba faltando al trabajo, y entendía a qué se refería.

—Nos vamos Yei, es todo. — Sentenció el chico frente a la menor dándome la espalda. — No podemos continuar viviendo acosta de él.

—No es ningún problema para mí, no ten-

—Para ti posiblemente, yo no soy un vividor, ¡y Yei tampoco! — Exclamó frustrado. Intenté comprender de donde venía aquello, y solo hizo falta imaginarlo un poco.

—Podrías ayudarme con los gastos. — Murmuré intentando hacerlo entrar en razón.

—Soy menor de edad, ¿se te olvido? — Su mirada se posó fijamente en mi durante unos segundos, analizándome. — ¿Estás...?

—Podría conseguirte un empleo. — Completé.

La profundidad en su mirada fue algo que jamás aprendí a entender.

Sólo así, estuvimos a salvo uno del otro.

ㅤㅤㅤㅤDías después, cuando por fin tuve un poco de valor y confianza de regresar al trabajo, dejando a los hermanos Koo solos en mi departamento y la comunicación entre los tres había mejorado considerablemente, conseguí un empleo para Junhoe de medio turno.

No, esta no es la historia de amor donde la confianza brotó al mirarnos a los ojos, no, ninguno de los dos podía confiar en el contrario tan prontamente; no con la historia que teníamos.

—La tienda de conveniencia de tres calles abajo está solicitando un empleado, hablé con la administradora del lugar, me conoce lo suficiente como para aceptar que le recomendé a mí primo pequeño para trabajar; está fuera de los requisitos tu edad, sin embargo, nos está ayudando. — Informé al pelinegro sentado en la mesa del comedor, quién abrió los ojos y una sonrisa apareció en sus labios casi de inmediato.

— ¿De verdad? — Murmuró casi incrédulo, asentí en respuesta fascinado con su emoción. — ¡Eso es genial! — Exclamo acercándose rápidamente hasta su hermana y estrechándola en un abrazo.

Su emoción era la de un niño pequeño que estaba pronto a recibir su juguete favorito, fue la primera vez que conocí al verdadero Koo Junhoe.

Me había tomado la libertad de comprar su uniforme primero, sabía que en estos momentos se les complicaría hacerlo, y pese a que fue difícil que lo aceptara, no tuve más remedio hasta aceptar que eventualmente terminaría pagándomelo con su nuevo salario.

La rutina entre los tres se volvió completamente una de mis cosas favoritas del día, despertaba, Junhoe y Yejin estaban preparándose para el día, la pequeña chica, servía el desayuno para los tres y ambos, él y yo, salíamos al trabajo casi al mismo tiempo.

Era un niño grande que jugaba a ser responsable e independiente, jamás me permitió que lo llevara al trabajo, prefería caminar y hacerlo todo por sí mismo.

Ese niño que había madurado mucho más rápido únicamente por el bienestar de su hermana, por todas las circunstancias que les había arrebatado la vida y, aun así, conservaba una enorme sonrisa que guardaba únicamente para ella.

Durante ese tiempo, deseé que su sonrisa, fuera para mí también.

La vida era un completo misterio, así como nuestro repentino acercamiento, mismo que se dio espontaneo y sin siquiera planearlo. Estaba muy lejos de la realidad que creía sería el chico, porque Junhoe era como un niño, y, un sentimiento creciente se desarrollaba dentro de mi corazón y me pedía a gritos protegerlo.

¿Debí haberlo hecho mejor?

Descubrí que tenía una debilidad por las películas románticas que la misma Yejin disfrutaba, lo descubrí inmerso en aquella historia de amor un sábado por la noche, cuando ambos miraban la televisión de la sala atentamente y, de un momento a otro, ambos lagrimeaban debido al giro de la trama. ¿Estaba realmente viéndolo llorar en ese momento? Mi corazón se aceleraba de una manera inexplicable debido a los sentimientos encontrados.

Prontamente, la noche de películas se volvería normal entre los tres, cuando las películas de detectives se incluyeron a la lista de las románticas; y durante ese momento, aquel tiempo con ambos chicos, sentados en mi sala de estar mirando el televisor frente a nosotros, sentí como mi departamento se llenaba nuevamente de vida por primera vez.

-KJH.







J|K|B

Hihi~¿Cómo están? Ojalá hayan tenido un buen inicio de semana y buen termino de la pasada :3

¡Estamos a sólo dos capítulos más de esta historia! ¡Aun quedan secretos por revelar! Y sé que no ha habido nada de Junhwan, pero, presten atención al entre-lineas de la historia :zz este y el capítulo siguiente son capítulos vitales, porque lo que le sucedió a Junhoe, nunca lo dicen literalmente :(((

Ojalá la historia les este gustando incluso para su recta final :3, me alegro mucho de poder compartirles este poco de mi corazón :3

élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora